"¿Será este mi ser amado? Aún no lo sé, pero gracias Ángel de la Paciencia, gracias Ángel de las Solteronas, gracias Santísima Virgen del piso del metro Hidalgo"
-María de Todos Los Ángeles, política, escritora y pensadora mexicana.
La noche devoraba la ciudad, por las afueras se encontraban los barrios más peligrosos, dónde sólo los malvivientes sin futuro se atrevían a andar.
Las pandillas eran un tema no tenía importancia en la sociedad japonesa, no les importaba mucho que se mataran entre ellos mientras no hicieran escándalo, ¿Era una mierda? Sí, pero ¿Qué más daba?
Un joven pelimorado vestido completamente de negro caminaba relajadamente hacia la zona 11, la imagen era normal, pero el bat de béisbol en su mano derecha y el echo de que la zona 11 pertenecía a la pandilla enemiga le quitaban el aire fresco y juvenil.
Cuando estuvo frente al automóvil del jefe de la 11, estaba todo tranquilo, de acuerdo al plan, levantó su mano izquierda.
Era la señal, que comience el show.
El pelimorado procedió a romper los vidrios del auto, haciendo un completo desastre. Con ese acto, comenzaron a salir los enemigos.
-¡Malditos Black Jackals, esto no se va a quedar así!
En ese instante, se dejaron ver al menos 15 muchachos, todos mal vestidos, algunos borrachos, pero todos armados con bates, navajas o simples fierros.
-Jefe, todo listo- gritó Shinso.
-Bien hecho, Shin.
Ante ellos apareció el mismísimo jefe de los Black Jackals: el temible Deku. Casi nunca se mostraba pero siempre iba vestidos sencillamente, sudadera, pantalones ajustados negros, tenis rojos y la mitad del rostro cubierto. Los presentes temblaron, ahí estaba el hijo de puta más difícil de vencer entre las pandillas: calculador, fuerte de cuerpo y mente, con grandes habilidades de combate. Ah, y jodidamente guapo.
-Deku, hijo de perra, ¿Qué quieres?
-Ah, Neito, hermano. ¿Qué le pasó a tu auto?- una sonrisa burlona se posó en el rostro del peliverde
Monoma Neito, jefe de los Ravens tembló de ira. Cuando estaba apunto de gritarle mil maldiciones a su rival, este le interrumpió:
-Iré al grano. Me importa una puta mierda lo que hagas tú y tus inútiles seguidores en la zona 11, pero sabes bien que con mi territorio nadie se mete. No sólo han estado haciendo fiestas clandestinas, también han estado molestando a las chicas de la zona 16, ¿Por quién carajos me toman, Ravens?- Deku dio un paso al frente y Shinso le entregó el bat.
-No sólo eso. ¿De casualidad sabes algo de la cocaína que está circulando por las zonas?
Monoma y algunos de los suyos se tensaron, a esos ojos verdes nada se les escapaba.
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¡Se bueno, Kacchan!
FanfictionDespués de ser expulsado de la preparatoria, Bakugo Katsuki es enviado en contra de su voluntad a la prestigiosa escuela U.A. Al llegar se da cuenta que el ambiente es muy agradable y eso lo molesta. Una noche se encuentra con unos ¿Pandilleros? ...