Después de ser expulsado de la preparatoria, Bakugo Katsuki es enviado en contra de su voluntad a la prestigiosa escuela U.A.
Al llegar se da cuenta que el ambiente es muy agradable y eso lo molesta.
Una noche se encuentra con unos ¿Pandilleros?
...
"Soy el jefe de jefes, señores Y decirlo no es por presunción
Muchos grandes me piden favores porque saben que soy el mejor
Han buscado la sombra del árbol para que no les dé duro el sol"
Fragmento de la sinfonía Jefe de Jefes, del cuarteto musical Los Tigres del Norte
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-Vete a la mierda, Izuku. No cuentes conmigo.- Jiro le gritó al jefe.
-J-iro... cálmate- intervino Koda- aunque yo tampoco estoy de acuerdo, Izuku.
-Es demasiado, viejo, no te apoyaré esta vez.- Sero se sentó en el suelo de la amplia sala y encendió un cigarrillo.
-Incluso yo creo que es demasiado. No lo haré, Midoriya.- Shinso se alejó del costado de Izuku para ponerse del lado del resto de la pandilla.
Desde hacía una hora los Black Jackals estaban discutiendo con su jefe, ya que no estaban de acuerdo con el plan tan estúpidamente arriesgado de vender drogas y sacrificar a Izuku si todo salía mal.
-Siempre haces lo mismo, eres un imbécil, ¿Quién te crees que eres para cargar todo sobre tus hombros?- Uraraka, quien había permanecido silenciosa durante toda la reunión rompió por fin el silencio con una expresión enojada.
Izuku sólo los escuchaba sentado en la silla frente al único escritorio de la sala, desde que terminó de describir el plan, los papeles de cada uno y las rutas de supuesto comercio, no había dicho más. Su semblante era indescifrable: ¿Enojo? ¿Indiferencia? ¿Tranquilidad? Quién sabe.
Después de unos minutos más de oír a sus compañeros, decidió hablar.
-¿Ya terminaron? ¿O cuánto más me van a hacer perder el tiempo? .- Su voz era calmada, pero autoritaria.- Escuchen...la situación es delicada, lo saben bien. Los números hablan claramente, es más factible perder un miembro que arriesgar las zonas...
-No hay nadie como tú.- dijo Shinso sin reparos.
-Por eso mismo cree primero una alianza entre las zonas, la unión hace la fuerza.
Nadie cedía.
Izuku suspiró y dejó caer la cabeza hacia atrás, mirando el techo.
-Estoy tan cansado...de todo, las pandillas, las drogas, las peleas...no he dormido bien en un tiempo, últimamente me dan unas palizas tremendas. Hace mucho que no he pintado nada...ni siquiera sé qué rayos pasará con la preparatoria...-Izuku río sin gracia.- estoy aquí porque ustedes han creído en mí y me han salvado el trasero en múltiples ocasiones.
Era muy extraño que Izuku se expresara tan desanimadamente.
-Quiero que estemos en paz, sé que ustedes y los tipos de las otras pandillas deben estar jodidamente cansados. Quiero que podamos vivir una vida común y tranquila...cuando acepté ser el jefe es porque estaba dispuesto a cualquier cosa.
