Capítulo 24: ¿alguien quiere té?

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Bien dice un antiguo proverbio chino: no confíen en las rubias. (Ni es proverbio ni es chino, pero para que suene sabio)

 (Ni es proverbio ni es chino, pero para que suene sabio)

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La zona 14 se encontraba en completo silencio. ¿Cuántos años habían pasado desde que el caos reinaba en aquel lugar? Muchas historias de desdicha han sucedido y ahora una más se estaba gestando en un viejo bar escondido bajo tierra.

Shigaraki había superado la ansiedad que le provocaba Izuku, siempre lo había odiado. Pero desde que regresó a las zonas, su odio iba en aumento. En este momento, lo que más deseaba era destruir. Un lugar donde nadie le pudiera recordar su propia desdicha, y ese lugar solo era donde todos fueran aun más desdichados que él.

En aquel lugar, lo acompañaban tipos de lo más singular. Dabi, un joven misterioso y lleno de cicatrices de quemaduras. Spinner, un hombre no tan mayor, que no era precisamente agraciado. Kuro estaba en la barra, limpiando algunos vasos. Y le faltaban dos: Twice y Toga. El ambiente estaba tenso al respecto.

Izuku no se imaginaba en ese momento lo mucho que afectaba al grupo de Shigaraki perder aquellos miembros. Esa era una de las principales razones por las cuales no se habían movido mucho. Aunque no eran muchos miembros, cada uno era muy peligroso, era una espada de doble filo: perder a alguien era fatal.

-¿Entonces la loca se fue al otro bando? Eso sí me sorprendió- dijo Dabi rompiendo el silencio.

-Es verdad que eso no estaba en mis planes, pero no importa, después arreglaremos cuentas con ella. Ahora, vamos a seguir con el nuevo plan.- Shigaraki estaba extrañamente tranquilo.- Lo principal es eliminar a Deku.

-Eso es obvio, todo lo que hemos hecho ha sido inútil- Spinner se acercó.

-No, eso no es cierto. Hemos infligido daños y lo más importante: estrés, incertidumbre. Estás titubeando y sin duda alguna Deku ha bajado la guardia.- aseguró Shigaraki.

-¿De qué hablas?- Dabi por fin mostró interés.

-Digamos que un par de ojos escarlata lo tienen distraído. Los conozco muy bien. Está es la oportunidad perfecta. Dabi, tráeme a Deku, podrás hacerlo ahora, si lo tomas por sorpresa, caerá. Y si ese imbécil desaparece, ¿adivina quién vendrá corriendo a las zonas?

Dabi sonrió y se puso en marcha.

-¿Qué hay del infiltrado? ¿No era él quién debía traer a Deku?- intervinó Kuro.

-No será capaz, a él también lo atraparon.

-¿De qué hablas?

Shigaraki rió.

-El corazón se pierde cuando menos lo esperas.

-El corazón se pierde cuando menos lo esperas

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¡Se bueno, Kacchan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora