Después de ser expulsado de la preparatoria, Bakugo Katsuki es enviado en contra de su voluntad a la prestigiosa escuela U.A.
Al llegar se da cuenta que el ambiente es muy agradable y eso lo molesta.
Una noche se encuentra con unos ¿Pandilleros?
...
"Mira cómo estoy sufriendo Me quemo por dentro por sentir tu amor (por sentir tu amor) Mami, no me hagas, eso sabes que te quiero Con todo el corazón"
Fragmento de la excelsa composición Te extraño, de la sinfónica Xtreme
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A una hora de la zona 12, en una de las propiedades más grandes y privadas de los Todoroki, se había establecido una base de operaciones para la investigación antidrogas. En la habitación principal, Deku, el jefe, organizaba a todas las pandillas teniendo como enlace a sus respectivos jefes.
Desde una semana atrás estaban en aquella investigación, hasta el momento habían decomisado 20 kilogramos de cocaína, 45 kilogramos de marihuana y algunas cantidades aisladas de otras drogas peligrosas como el cristal y la heroína. Todo aquello estaba escondido en pequeñas casas abandonadas a lo largo de las rutas. De las tres rutas que habían localizado, ya estaba clausurada la de la zona 12 y la de la zona 15. Sólo quedaba la zona 14, pero en este momento no podían arriesgarse, aquella zona era una un campo minado y sospechoso. Además, Deku y las pandillas en general estaban exhaustos. Muchos estudiaban o trabajaban por la mañana y en la noche estaban de aquí a allá investigando.
Deku había dejado la silla de ruedas apenas hacía un par de días, sobra decir lo ocupado que estaba. Pero había un detalle, muy grande de hecho, que lo hacía rabiar a cada momento (aunque no debaja que los suyos lo supieran). Le enojaba que no tenía ni un sólo indicio, ni una pista, ni una misera información de quiénes eran los traficantes. Sospechaba fuertemente de los enmascarados que los emboscaron. Así que todos sus pensamientos llevaban a algo: la zona 14, no podían evitar entrar en ella de nuevo. Pero eso significaba conflicto seguro, sino actuaban con cuidado cabía la posibilidad de que las 5 zonas restantes terminaran emboscadas y con ellas las pocas personas que ahí vivían de verían afectadas.
¿Cómo era posible no tener nada? Era domingo por la noche, Izuku, agotado, se quitó los lentes y suspiró. Se levantó de la mesa cubierta de papeles y se acercó a la ventana para ver los árboles altos y la hierba ensombrecidos por la oscuridad. La batalla comenzaría en cuanto alguno de los bandos moviera una pieza, debía pensar...
En ese momento su celular timbró y fastidiado vio el contacto.
-¡¿Kacchan?!
Se había olvidado por completo de enviarle siquiera un mensaje, entonces se dio cuenta de que desapareció durante una semana.
Contestó rápidamente:
-¿Kacchan?
-Hola, bastardo. ¿Estás vivo?.- la voz ronca pero tranquila de Katsuki llenó su cabeza e Izuku cerró los ojos.
-Eh...algo así.- se rió- lo lamento mucho, he estado muy ocupado...
