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Kai gruñe cuando ese puto palo termina sobre la piel de su costado derecho, haciéndolo estremecer. El maldito de Do lo ha engañado, retenido y golpeado como si fuera su saco de boxeo. Incluso vio una sonrisa sádica cuando su puño aterrizó sobre su cara; el muy bastardo lo está disfrutando. Aun así, sus labios permanecen sellados, lo que solo parece irritarlo más.

Intenta una vez más desajustarse y no lo consigue; las cadenas que tiene atadas a sus manos producen un sonido estridente. Se balancea con sus pies que apenas tocan el suelo para golpearlo, pero el idiota da un paso hacia atrás y esquiva sus patadas.

—Te juro Do, que te arrepentirás de esto. —Le amenaza irritado estrechando la mirada.

KyungSoo lo vuelve a golpear con ese palo en su abdomen, sacándole todo el aire.

—A mí no me amenaces, pequeña mierda —le responde malhumorado, tomándolo de su mandíbula con su mano vendada.

KyungSoo le habla tan maldita cerca, que sus ojos inevitablemente se dirigen a esos labios rellenos. Desea poner sus manos sobre ese cuello blanco y quitarle el aire hasta que le suplique que se detenga.

¡¿Cómo se atrevía a tratarlo de esa manera?! Luego de ofrecerle su culo para que lo tomara, pero esto no se quedará así, él hará qué-

—¿Qué mierda estabas haciendo con ese reo? —cuestiona iracundo.

Do no se cansa de preguntar.

—¡Casi muere por tu culpa! —agrega entre dientes.

Espera que realmente no muera, es el único del que Kai tiene conocimiento, ha regresado luego de que fuera seleccionado. ¡No lo puede perder!

Kai no lo podía creer cuando Johnny, el ojo vigilante, le informó sobre un reo en malas condiciones que había sido abandonado por uno de los guardias, que ni siquiera pertenecía a esa prisión. Una acción tan descuidada por parte de ellos, que en un primer momento no creyó posible.

—Tienes que asegurarte que ellos no lo hagan primero —señala con una media sonrisa y se arrepiente al instante, maldiciendo en su mente.

Do, que está a punto de golpearlo, se detiene y arquea una de sus cejas.

—¿Quiénes lo matarán? ¿Por qué lo matarían?

—Es todo lo que debe importarte —responde jadeante.

Kai abre grande los ojos ante la realización de que Do había estado en la garita cuando dejaron al reo.

—Tú debiste verlo, ¿no es así? —cuestiona al hombre parado frente a él—. Y por esa razón me estabas buscando. ¡Maldito! Y ahora me culpas por esa rata que ya estaba moribunda —señala agresivamente intentando patearlo, pero una vez más no lo consigue.

—Así que, ¿no fuiste tú o alguno de tus lameculos? —pregunta luciendo pensativo—. ¿Por qué debería creerte? —KyungSoo se cruza de brazos negando levemente con la cabeza.

—No deberías creer en mi palabra, solo confía en mi cuerpo cuando me jodes duro. —Se sincera completamente, suponiendo que un cambio de tema podría funcionar para distraerlo de ese estúpido interrogatorio.

La comisura izquierda del más bajo se levanta hacia un lado en una extraña sonrisa, para luego estallar en risas. Kai nunca lo ha visto así, es extraño y llamativo. Cuando deja de reír, no hay una gota de diversión en su rostro al acercarse peligrosamente al suyo.

—No desaprovechas la oportunidad, ¿eh? —murmura. Su aliento cálido chocando en su cara.

KyungSoo humedece sus labios con su lengua. Debe empinarse para que sus miradas se encuentren y la sonrisa ladina está de regreso en esos labios carnosos.

Dangerous Pink ||  DKS+KJIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora