Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]

Chapter 10

Eros se alejó y me quedé con la respiración agitada en medio de la piscina. La música a un volumen estruendoso. Estaba irritada, muy irritada. Las chicas se acercaron a mí con lentitud mientras yo intentaba calmarme.

—¿Estás bien? —me preguntó Paris con cuidado. Me conocía lo suficiente como para saber que mataría a quien se cruzase en mi camino, metafóricamente hablando.

—No tengo ningún hueso roto, estoy bien—bromeé, con fastidio y dejando escapar una risita rabiosa.

Lo menos que quería era admitir la ira que sentía hacia Eros en aquel momento. No se saldría con la suya.

—Eso fue muy raro, es la primera vez que veo a Eros haciendo algo así. Siempre está en una esquina con cara de "muéranse todos", leyendo y fumando. Literalmente tocarlo es como un privilegio o una anomalía aquí—habló Eden deprisa y me volteé con calma para mirarla.

Un privilegio, ja, no me jodas.

—La verdad es que no me importa. Probablemente todavía quería ridiculizarme por lo que sucedió esta mañana—dije y bufé al ver que todos me miraban, en especial unas chicas frente a mí. Las que habían cogido la camiseta negra de Eros. Por otro lado estaban Aiden y Lake, evité a toda costa mirarlos.

Me sumergí en el agua por unos segundos. Me agradó la sensación de tranquilidad y soledad allí dentro. ¿Por qué todo en Foster tenía que ser tan extravagante? Debía haberme quedado fuera del foco de atención y no haber tenido tanto roce innecesario con los Case. Era mi segundo día allí y habían pasado demasiadas cosas de las cuales no estaba orgullosa. No me quería imaginar qué pasaría luego de un mes. Lo peor de todo es que ellos sí llamaban mi atención.

Sentí que me agarraron por mis brazos y me sacaron del agua a la superficie.

—¿Estás bien? ¿Ya llevabas un rato ahí abajo? —me dijo Paris, inspeccionando mi rostro.

—Estoy bien. Solo estaba pensando—le respondí y ella asintió.

Me acerqué a la orilla y suspiré antes de subir por las escaleras. No podía salir corriendo de allí y lloriqueando como niña pequeña. Un chapuzón en aquella piscina, por culpa de Eros, no iba a acabar conmigo.

Era algo insignificante y si hubiese sido por parte de otra persona que sí me agradase hasta me hubiese reído. Me quité las zapatillas, sintiendo una incomodidad terrible por la tela pegada a mi piel como si fuesen miles de ranas frías. Agh.

Las dejé junto a las de Paris y Eden. Tenía que seguir actuando con total normalidad. Si me veían débil se aprovecharían de ello. Vi a Hansel cerca de mí, un grupo de chicas estaban casi encima de él, mientras este tenía cara de pocos amigos. Una de ellas le hablaba, pero su mirada lucía tan perdida que probablemente ni la estuviese escuchando. Pronto sus ojos se toparon con los míos. Llegué a pensar que mi mirada atraía magnéticamente a los Case. Él alzó una mano, en la cual sostenía un cigarrillo.