Chapter 44 • Final

255 22 21
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Negro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Negro.

Todo se puso de color negro luego del estallido.

Luego del golpe, la presión en las costillas, el dolor punzante, el sabor a sangre en mi boca.

—Heik, abre los ojos—alguien me pidió. La voz se escuchaba lejos.

Fui retomando la conciencia. Las luces estaban distorsionadas como cada imagen frente a mí, hasta que logré enfocar, pero no había mucho que pudiese mirar con claridad.

Estaba en un cuartucho de paredes sin color, llenas de moho, el suelo estaba sucio y había tanto hedor a humedad que sentía deseos de vomitar.

Abrí mis ojos un poco más cuando vi a Eros sentado en una silla frente a mí. Estaba amarrado de manos y pies, sus ojos estaban vendados y su cabeza estaba colgando hacia al frente. Yo también estaba atada y no tenía idea de quién había dicho mi nombre, no había sido él.

—Eros—susurré su nombre y alzó su cabeza.

—Iz, ¿estás bien?—me preguntó con voz ronca, preocupado.

Mientras más mi cerebro analizaba la situación en la que estábamos más entraba en pánico.

—Estoy...no lo sé. Supongo que estoy bien. ¿Dónde estamos?—le pregunté y me di cuenta que tanto él como yo teníamos sangre esparcida por nuestro cuerpo.

Mi respiración se agitó un poco.

—¿No recuerdas nada?—me preguntó y negué con la cabeza aunque él no pudiese verme.

—No, en realidad no. Solo recuerdo...que estábamos huyendo de ellos, de unos chicos enmascarados. No recuerdo nada más—hablé con la voz desfallecida, intentando recordar algo más.

—Tuvimos un accidente, perdiste la conciencia. Ellos nos secuestraron—me explicó y su voz se rompió. Suspiró y negó varias veces con la cabeza—perdóname, perdóname por meterte en esta mierda, por arruinarte todo. Fui un egoísta, Iz. Solo pensé en mí sin importar en lo que te estaba metiendo...

—Ya para—le pedí y mordí mi labio inferior. Él estaba al menos a tres metros de mí, pero pude ver una lágrima deslizarse por su mejilla—esto no es tu culpa, estoy a tu lado por voluntad propia, porque te quiero, Eros. Estoy enamorada de ti y no me importa nada.

Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora