Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]

Chapter 12

Hansel me dio la espalda y se alejó con caminar apagado, pero aun así majestuoso. Todas se volteaban a verlo y algunos chicos le lanzaban miradas recelosas, pues todo en él gritaba: poder, confianza, inteligencia, independencia. Apreté los puños a mis costados y fruncí mis labios.

¡Malditos imbéciles! ¡Inútiles! No sé quién irá a esa cena, porque yo no. Llegaban, ponían la bala y caían muertas de amor y atracción sexual en sus brazos. No, hermanos Case. No sé lo que parezca, pero tengo dignidad.

Recogí mi bolso con fastidio y me dispuse a abandonar el salón. El silencio que hacían todos cuando pasaba junto a ellos y las miradas de curiosidad ya comenzaban a hartarme. Caminé por los pasillos del edificio hasta salir de él. Hice fijación en las banderas moradas que tenían en medio en letras blancas las siglas de EFU (Elitist Foster University), que estaban colgadas por todo el lugar. Elegantes, aristocráticas. Algunos usaban las chaquetas moradas y blancas de la universidad. A cada paso que daba podía confirmar que las personas que estudiaban allí parecían procreadas por ángeles o dioses. Los defectos no eran palpables ni visibles. Resultaba incómodo, incluso intimidante.

Una chica que usaba unas enormes gafas cuadradas pasó por mi lado repartiendo volantes, mostrando su mejor sonrisa, me dio uno y lo leí.

¡Se aproxima el partido de Basketball, FOSTER!
Wolves vs Tigers
Así que mostremos nuestro apoyo a la casa.

Incluía la fecha y ciertas indicaciones. Me gustaba ese deporte. Doblé el papel y lo guardé en mi bolso.

Cuando las clases de la mañana terminaron aún era temprano y faltaba para que llegase la hora del almuerzo. Me detuve en una de las cafeterías y ordené unas papas fritas junto con un sprite. Me senté en una de las mesas, aun me encontraba de un malhumor espantoso. Tomé entre mis manos el kétchup y comencé a esparcirlo sobre las papas salvajemente, tenía deseos de lanzarles el envase a los Case directo a sus caras de chicos perfectos y detestables.

—¡Vaya, vaya! Hoy estamos de muy buen humor, ¿no? —la voz de Eden en un fastidioso tono sarcástico me hizo regresar a la realidad.

Gruñí.

Entreabrí mis labios para contarle lo sucedido, pero decidí no hacerlo justo en aquel momento. Sabía que intentaría convencerme de asistir a la cena y no tenía paciencia para aquella plática.

—Solo un encuentro con los Case—hablé y ella se sentó en la silla frente a la mía, para entonces comenzar a comer de mis papas—Claro, toma las que quieras—le dije con fastidio y sarcasmo, ella rio a lo bajo, pero no se contuvo.

—¿Y qué sucedió exactamente? —me preguntó con esa mirada de "Suelta la sopa. AHORA"

—Pues si supieras que no tengo los mínimos deseos de hablar de ellos. Lo dejamos para después—le dije y ella suspiró, haciendo un gesto de impaciencia.