Chapter 24

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Sentí los latidos en mi cabeza, esos latidos que aparecen cuando tienes un subidón de adrenalina

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Sentí los latidos en mi cabeza, esos latidos que aparecen cuando tienes un subidón de adrenalina.

Quisiera haber tenido una excusa para haberle dicho a Eros lo que le había dicho, tal vez estar borracha o puede que estuviese intentando ser amable para hacerle sentir mejor...pero no tenía excusas, me estaba permitiendo ser vulnerable con quien menos debía serlo y eso era algo que no me permitía desde hacía mucho tiempo, desde aquel día en que fui el hazme reír de todo aquel estúpido colegio.

Me senté con los demás como si nada hubiese sucedido e intenté prestar atención a la conversación...pero Eros se había quedado estático a unos pocos metros, como si lo que le había dicho realmente lo hubiese afectado. Joder, ¿tanto había metido la pata?

Observé su espalda, sus hombros subieron y bajaron en una respiración profunda. Llevó una mano a su nuca y por un instante pensé que regresaría con nosotros, pero solo se colocó el gorro de su hoodie y se marchó hacia la casa con caminar apresurado e imponente.

Eros era un chico demasiado complicado, raro, asocial. Me ponía los nervios a flor de piel porque nunca sabía cómo iba a reaccionar, era demasiado impredecible.

Lo peor de todo es que existen muchos chicos así, asociales, rebeldes, odiosos solo por pura inmadurez, para aparentar ser interesantes frente a la chicas y es algo patético...pero Eros, por alguna razón sentía que bajo aquella fachada fría y apática había mucho dolor, golpes sangrientos y violentos que le había dado la vida...

...sentía que no era un chico cobarde o inmaduro que enfrentaba sus míseros problemas de juventud con inmadurez, probablemente Eros había sido muy fuerte durante demasiado tiempo y allí estaba el resultado, un chico amargado sin ganas de vivir.

Aquellos pensamientos estremecían mis entrañas y podía recordar claramente la vez que Hansel me había dicho que Eros había pasado por muchas cosas que probablemente le habían quitado la poca gracia que tenía.

¿Y aquello me importaba, me dolía?

En aquellos instantes no estaba segura de qué sentía, pero sí, me dolía verle así, me dolía el pensar que hubiese pasado por momentos terribles que lo habían afectado y atormentado para siempre.

No sé exactamente cuánto tiempo estuvimos en la arena hablando y bebiendo, Leven se había reunido con nosotros y Jace me había enviado un mensaje de que también estaba allí, así que nos veríamos al día siguiente, incluyendo una postdata de que Chase estaba junto con él y los demás.

Cuando regresamos a la casa eran alrededor de las dos de la mañana. Antes de entrar por la puerta, Hansel me sostuvo por un antebrazo y me hizo una seña para que me quedase con él en el porche.

Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora