Mi espalda continuaba pegada a la pared en medio del silencioso pasillo. Aun podía sentir su aliento en mi piel, su voz susurrante y toda su...apatía consumiéndome. Sí, eso, su apatía. Ni hablar de lo demás. Sus palabras provocativas y confiadas se repetían en mi cabeza una y otra vez.
Su perfume se me había quedado impregnado en la nariz y no podía solo ignorarlo. Era una sensación excitante pero frustrante.
Cerré los ojos por unos segundos intentando calmar a mi pobre corazón que aún estaba en carrera. Un beso era un beso, pero ya eso había sido otra cosa. Lo que me había hecho sentir me estaba volviendo loca.
¿Qué estaba haciendo yo?
¿Y qué estaban haciendo ellos?
¿Acaso querían demostrarme que nadie podía resistírseles?
Claramente la reacción de Eros no me había dado impresión de celos, sabía que no sentía celos. Yo no era su tipo, ni siquiera le agradaba. Quería complicarme la existencia, mostrarme que tenía las de ganar y que podía hacerme perder la razón al instante en que él quisiera.
No podía permitirlo. Tenía que ser mejor que eso.
Carraspeé la garganta e intenté mostrar un semblante diferente, fuerte y seguro. Acomodé un mechón de mi cabello tras mi oreja y me dispuse a regresar con los demás. Avancé por el pasillo hasta llegar al lugar de antes. Bajé las escaleras que daban a aquel sitio que parecía un sótano, pues era a unos pocos niveles bajo tierra.
El aire climatizado helaba la piel. La cantidad de personas era decente, nada excesiva. Las luces de colores morado y verde coloreaban el oscuro lugar. Había un DJ, humo artificial. Era un sitio espléndido, por supuesto.
No tardé en buscarlos. Estaban todos cerca de la barra. Se podía visualizar un enorme estante con, probablemente, las botellas de bebidas más caras del mundo. Todos bailaban o se besaban en los rincones.
Lake hablaba con dos chicas, con esa expresión suya tan cautivadora y atractiva. Las veces que lo había visto, había aprendido a diferenciar cuando coqueteaba con una chica. Entrecerraba los ojos mientras la observaba con detenimiento y confianza, con la intención de ponerla nerviosa y provocarle miles de sensaciones más. Ya luego las señales iban siendo más específicas.
Mis amigas hablaban entre ellas, todas con una copa en la mano. Allí, muy tranquilas e inocentes sin tener idea de lo que había sucedido con Eros unos minutos atrás. Eros, Eros no estaba por ninguna parte, Hansel tampoco.
Leven estaba recostado a la barra, con mirada ausente, bebiendo de un vaso de cristal. Tenía esa mirada apática que tanto me recordaba a Eros.
Aiden estaba sentado en una banqueta junto a la barra, con pose distraída, descuidada, pero realmente imponente como siempre, sin él siquiera notarlo. Estaba extraño aun, como preocupado.
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Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]
Roman d'amour**En la elitista Universidad de Foster, el apellido pesa más que el nombre y el estatus lo es todo.** Cuando Isabella Heik pisa el exclusivo campus, se encuentra con los cuatro hermanos Case, el centro de todas las miradas y susurros. Son una visión...