Chapter 14

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¿Cuánto estarías dispuesta a hacer por tu mejor amiga?

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¿Cuánto estarías dispuesta a hacer por tu mejor amiga?

Ese día lo averiguaría.

Tanteé entre dos profundos colores: verde esmeralda y azul egipcio.

Los ojos de Aiden y los de Eros.

Un hermano con cabello claro y el otro completamente oscuro.

El mayor desprendía luz y alegría debajo de tanta arrogancia.

El otro bajo su expresión apática ocultaba mucha más oscuridad y apatía.

Ambos chicos estaban de pie frente a mí y yo sentada en una butaca negra de cuero, mientras les terminaba de explicar lo que había visto. Por fuera lucía segura e indestructible, pero ellos eran tan imponentes y atractivos al punto de desordenar mis ideas.

—Dices que le viste dándole dinero a uno de los meseros—repitió Aiden y asentí.

Le lanzó una mirada que decía muchas cosas a Eros, el cual solo mantuvo su mirada distante e indescifrable y sus manos en los bolsillos de sus jeans en una pose intimidante, enarcó una espesa y oscura ceja. Se encogió de hombros y soltó un resoplido.

—Parece bastante obvio para mí—comentó con la mandíbula tensa, entonces me miró intensamente—y no lo sé, Isabella, dime cómo podemos confiar en ti.

Rodé los ojos. Le había dicho aquella noche que confiaba en él para él maldito tatuaje y ahora él me decía eso.

—¿Qué quieres? ¿Qué haga un juramento de sangre?—pregunté con sarcasmo. Entendía su desconfianza sobre el asunto, pero también me daba igual si me creía o no.

Eros puso los ojos en blanco y caminó hacia la baranda para apoyar su espalda en ella y cruzar los brazos en su pecho. Su cabello negro se movía con el viento.

—¿Bruce no te vio? —me preguntó Aiden y suspiré.

—No, puedes estar tranquilo—respondí.

Eros se remangó casi hasta los codos las mangas de su chaqueta negra, dejando al descubierto sus tatuajes y unas pulseras de hilo del mismo color, junto con otras de cuero más rockeras. Se rascó la nuca con una mano en un seductor movimiento. Verle así, envuelto en tanta oscuridad, resultaba incluso gótico, como si se tratase de un vampiro demasiado atractivo.

Ladeé la cabeza intentando apartar todos los pensamientos que me pasaban involuntariamente por la mente.

—¿Por qué no llevas a tu novia a su habitación? —preguntó Eros con fastidio.

—¿Perdón? Yo no soy la novia de nadie—contesté, levantándome del asiento.

Su forma de ser tan odiosa comenzaba a hartarme.

—Voy a tener que vivir con esa duda, me quitará el sueño hoy—respondió con inexpresividad y sarcasmo, acomodó el cuello de su chaqueta en un rápido pero fascinante movimiento—en dos o tres meses esto habrá quedado en el olvido de todas formas.

Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora