Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) © ✔️ [En físico]

Chapter 2

"El Estacionamiento y un poco de desmadre"

Jace estacionó el coche cerca de un árbol con hojas marchitas que parecían desmoronarse con el viento. Apagó el reproductor de música y la cabina quedó sumida en un silencio absoluto.

Cuando abrí la puerta de los asientos traseros para salir, un torrente de música electrónica invadió mis oídos. A pocos metros se esparcían un montón de autos de todas las marcas posibles, lujosos, impecables y hermosos. Habían luces LED por todas partes y enormes lámparas que parecían robadas de un estadio de fútbol, creando un contraste irónico con lo abandonado y descuidado que estaba aquel lugar.

Las chicas lucían sus mejores conjuntos y zapatos. Los chicos no se quedaban detrás. El humo de cigarro inundaba el espacio abierto, formando nubes que danzaban entre los presentes, como si fuese un gas tóxico con el cual todos quisiesen intoxicarse.

La verdad es que no me esperaba menos de la gente de Foster. Ninguno de los presentes parecía asistir a eventos mediocres, aunque de todas formas era una fiesta como otra cualquiera...eso sí, jamás había estado en un estacionamiento abandonado que luciese mejor que cualquier antro local a los que asistía en mi pueblo.

Paris se mezclaba entre toda aquella gente tan fácilmente, que me hacía cuestionarme por qué teníamos tanta conexión. Esa gente de allí era su mundo y por unos segundos me hacía sentir un poco celosa. Mi atuendo era bastante normal: unas zapatillas, short alto y una blusa negra de tirantes, nada de marcas reconocidas ni diseños de alta costura.

—Bebe esto—dijo Jace sorprendiendo mis pensamientos. Sostuvo un vaso rojo de plástico en una mano, frente a mí.

Su cabello castaño estaba alborotado como siempre. Iba vestido de negro, su eterna sonrisa contagiosa y atractiva me observaba con expectación.

—¿Qué es?—pregunté, intrigada.

Él hizo un gesto de suficiencia.

—Es una mezcla que yo mismo inventé. Confía en mí—explicó y yo enarqué mis cejas con escepticismo.

Si no me hubiese dado a beber una de sus mezclas inventadas aquel día cuando éramos adolescentes, que resultó ser vodka con demasiado picante...puaj, tal vez confiase más en sus "tragos mágicos".

—Así que sigues inventando tragos raros—dije y tomé el vaso de sus manos, mientras él me observaba expectante.

Tenía miedo de escupirle en la cara.

Me di un trago sin pensarlo y el líquido frío bajó por mi garganta, quemando ligeramente a su paso, pero dejando un exquisito sabor en mi boca.