Capítulo 1

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Gellert Grindelwart, ministro del Londres post apocalíptico y principal figura social, miraba los papeles frente a él. Ese año, al igual que los posteriores a la epidemia, había sido decepcionante, el número de donceles y mujeres nacidos apenas suponían el 20% de la población.
Gellert suspiro y lanzó con odio los documentos, no importaban los medios usados el virus seguía persistiendo y matando a aquellos nacidos como donceles y mujeres que no tenían la suficiente fuerza para contrarrestarlo.

-Cariño relájate- dijo Albus acercándose y masajeando sus hombros- debes verte sereno, tienes que anunciar al ganador.

El hombre acarició su cara y peino su cabello en un intento de ponerlo decente.

-Esto es una gilipollez- sentenció mientras se levantaba y salía del despacho seguido de su pareja- no hay suficientes donceles y mujeres como para entregarle dos al mismo hombre.

-Es tradición cariño- contestó- si no se hace el consejo se revelará en tu contra, además es cada cinco años.

Gellert gruñó, odiaba a aquellos vejestorios.

-Espera- llamo Albus para besar tiernamente a su esposo- tu puedes con ellos amor.

El ministro abrió las puertas y salió al balcón, los adolescentes en el patio centraron su mirada en él. Todos se encontraban agitados y cubiertos de suciedad, sus ropas estaban rotas dándoles un aspecto desaliñado poco propio de su estatus, a pesar de eso todos mostraban una enorme sonrisa en la cara.

-El ganador- comenzó- aquel cuya inteligencia y fuerza ha destacado de entro todos, aquel que tendrá el privilegio de poder reclamar dos cónyuges es Tom Marvolo Riddler.

Los gritos inundaron el lugar mientras levantaban en volandas al ganador. Gellert le observó. El heredero de los Marvolo era un chico alto de pelo negro bien peinado y llamativos ojos verdes, su puntuación en los exámenes había sorprendido al jurado y sus capacidades en el cuerpo a cuerpo eran dignas del mejor guerrero, sin duda era el ejemplo perfecto de la nueva generación de lores.

-Silencio, silencio- intento tranquilizar a los jóvenes- como ya sabéis- continuo una vez volvió a captar la atención de estos-  participareis en La Caza el evento por el cual encontrareis a vuestra pareja. Las normas son sencillas, los donceles y mujeres saldrán con una hora de antelación para encontrar refugio, posteriormente se os permitirá a vosotros comenzar, todo esta permitido excepto las armas de fuego o blancas- cogió aire- vayan a las duchas y descansen, La Caza comenzará en 12 horas, al amanecer.

Gellert no prestó atención a los vítores que volvieron a pronunciarse en el patio y entró con rapidez, antes del comienzo de La Caza tenía una reunión con el departamento biológico, encontrar una cura ante el virus era su motivación principal.



La sala se encontraba llena de donceles y mujeres nerviosos. Todos portaban monos negros que se ajustaban a su figura y se regulaban térmicamente protegiéndolos de altas y bajas temperaturas. 

-Ya ha salido, ya ha salido- entró una chica regordeta gritando- ya han anunciado al campeón. 

Los participantes se fijaron en la enorme pantalla la cual mostraba la cara y el nombre de Tom.

-Ese es el cabrón que podrá acostarse con dos de nosotros- soltó con furia un doncel de ojos verdes y larga cabellera negra recogida en una elegante trenza.

-Tranquilo primito- dijo la chica a su lado- ese se folla a dos pero todos dan el mismo asco.

-Vocabulario Bella, vocabulario.

Bellatrix y Regulus Black rieron. Los primos procedían de unas de las más influyentes familias del Londres actual siendo catalogados como la mejor opción de pareja. 

-Joder enserio, ¿porqué tenemos que estar aquí?- protestaba un rubio sin quitar la mirada de la pantalla.

-Porque por desgracia querido Lucius- habló su acompañante sin despegar la mirada del libro en sus manos- el mundo nos ha jodido y somos donceles.

-Vocabulario- volvió a reprochar Regulus.

Ambos jóvenes les miraron interrogantes, no conocían de nada a aquel doncel como para que se tomará las libertades de corregirlos.

-Perdón- dijo dándose cuenta de su fallo- la costumbre de siempre decírselo a mi prima. Regulus Black- se presentó- y ella es Bellatrix.

-Lucius Malfoy y Severus Snape- presentó el rubio.

Ambos primos escanearon a los jóvenes, todos conocían la historia de ellos y su descendencia, pues a pesar de que en La Caza solo participaban los hombres de más alta alcurnia, los donceles y mujeres que eran obligados procedían de todas las clases sociales. Lucius Malfoy había sido producto de una borrachera por parte de Lord Malfoy, el cual había obligado a la mujer de uno de los obreros de las calles bajas, el resultado un bastardo reconocido en nombre pero que había vivido toda su vida en los suburbios de la ciudad. Severus Snape por su parte procedía de la generación milagro, un hijo procedente de una mujer de alta alcurnia y un pordiosero de los barrios bajos que había podido participar en La Caza debido a un  aumento en el nacimiento de donceles y omegas entre 1980 y 1985. Como bien mostraban las leyes, la mujer fue obligada a dejar de lado todas sus riquezas y mudándose al barrio de la Hilandera conocido por su pobreza, en donde ambos jóvenes se conocieron.

-Malfoy y Snape- llamó la atención un tercer par de donceles- va a ser un juego divertido. James y Peter- presentó- los apellidos no son importantes, no procedemos de ninguna casa poderosa.

-Y gracias a dios tampoco de los suburbios- dijo aquel que reconocieron como Peter ganándose una mirada furiosa de los dos jóvenes- mierda, quiero decir que somos de una familia obrera, que proceder de los suburbios no es nada malo, solo...

-Peter cállate- ordenó James- perdonadlo no sabe lo que dice cuando esta nervioso.

-Tranquilo- habló Lucius- aquí ahora los únicos enemigos son esos cabrones que solo nos ven como un horno de bebés, debemos estar unidos.

-Si tenemos suerte saldremos libres- dijo inocentemente Peter.

Todos suspiraron, la norma sagrada no era desconocida para ninguno. La Caza duraba exactamente una semana, si en ese tiempo un doncel o mujer no era reclamado sería libre de tal forma que elegiría a su pareja sin interferencia del gobierno, de esa forma no solo las grandes casas tenían oportunidad de reproducirse.

-Muy pocos lo consiguen- explicó Severus- apenas el 5% de nosotros y eso suponen 10 o menos.

-A mi me gustaría- continuó el inocente doncel- poder elegir a quien quisiera...

-Eso también es una tontería- volvió a refutar Severus- todos sabemos que las Grandes Casas busca una pareja de alta alcurnia. Si, por ejemplo, yo consiguiera librarme de este circo no tendría posibilidad de elegir pareja más allá de la Hilandera por el simple hecho de que no tengo nada que ofrecer, si por un casual un Lord me pidiera matrimonio sería por miedo a que su línea de sangre pereciera. 

-¿Pero tu de donde sales?- pregunto Bellatrix ante tal discurso- tienes un cerebro prodigioso.

Severus se sonrojo y volvió a centrar la atención en su libro, nunca nadie, a parte de su madre y Lucius, le había alagado.

La alarma comenzó a sonar y las enormes puertas de metal que todos habían estado evitando comenzaron a abrirse. 

-Ya comienza- dijo James- no se si alegrarme por dejar esta mierda de edificio o cabrearme por lo que nos toca hacer.

-Cabréate- dijo Lucius- así podrás darle puñetazos más fuertes a esos cabrones.

Los reunidos rieron.

-Buenas suerte- dijo Regulus- espero no ver a ninguno en los matrimonios de la Catedral.

El pitido se volvió cada vez más fuerte incitándolos a salir. Cogieron la mochila reglamentaria con agua y comida y se encaminaron por el desconocido terreno en la lucha por su futuro.

Donceles Salvajes (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora