Donceles Salvajes (Harry Potter)

Capitulo 8

- Me estoy replanteando tirarte un palo para que vayas a buscarlo a ver si así me dejas en paz.

Remus rio desde el suelo apoyado en el árbol. Hacía menos de una hora que había encontrado al rubio y el doncel no había tenido otra idea que subirse a la copa de uno de los árboles, el chico podría haber trepado con rapidez y capturarlo pero la actual situación era más divertida.

-Si bajas tú te seguiría sin duda.

-Puedo aguantar aquí todo el día, incluso hasta el final de la caza.

Remus rio sonoramente, para empezar el no permitiría que ese rubio saliera de allí sin pareja y en segundo era imposible que pasará allí tanto tiempo.

- ¿Y como piensas aguantar dos días?- pregunto son sorna- creo que te entrará sed mucho antes.

Esta vez Lucius fue quien se rio del joven  y cogió la mochila a su espalda con una sonrisa triunfante para enseñársela, su cara cambió por completo cuando vio que la cremallera estaba abierta y en el interior solo había dos barritas energéticas. Remus a sus pies sostenía una botella de agua en alto con burla.

-Te odio- le gritó lanzándole la mochila- mierda, mierda, mierda.

-Esa boca guapo- regaño- ¿Cómo puedes tener tan mal vocabulario?

Lucius levanto su dedo del medio y grito una grosería, tenía que pensar una forma de que a ese chico se le quitara la obsesión por él. Una idea paso por su cabeza.

-Te llamabas Remus, ¿verdad?- comenzó- ¿no tienes curiosidad por saber cómo me llamo yo?

Remus arqueó la ceja y volvió a sonreír con sinceridad.

-Si- contesto- me encantaría saber cómo te llamas.

-Lucius, me llamo Lucius Malfoy.

El doncel sonrió al ver como la sonrisa del chico desaparecía, había conseguido lo que quería. Todo el mundo conocía su historia, todos sabían que era un paria de la Hilandera, su solo nombre ya demostraba quien era y que implicaba salir con él, el despreció de una de las mayores casas de Londres. 

-Te has quedado muy callado perrito- se burló. 

-¿Eres el bastardo de Abraxas Malfoy?- pregunto todavía absorto en sus pensamientos.

-Sí- contesto feliz- soy el bastardo de ese cabrón.

Remus le miro con sus ojos castaños brillando, Lucius sintió su pecho latir con fuerza, esa mirada era como ver un campo en otoño, simplemente precioso.

-Ya no quieres estar conmigo, ¿verdad?- preguntó- demasiados problemas. 

-No me importa- contesto sorprendiéndole- sinceramente te quiero para mí, me gustas, no solo porque eres bello, sino por tu carácter fuerte- Lucius sintió su cara enrojecer- pero los problemas serán grandes, Malfoy tiene mucho poder, espero que seas listo porque me vas a tener que ayudar con muchas cosas.

-¿Me dejarías participar en tus asuntos?- preguntó al ver la sinceridad en la voz del joven.

-Claro- contesto- en mi casa trabaja todo el mundo, mi madre es el mejor doncel que he visto trabajando en el campo de la salud animal.

Lucius se deslizó por el tronco hasta el suelo y se acerco temeroso  a Remus. El chico aguantó la risa al ver el comportamiento de cervatillo asustado, el rubio era la persona más linda que había visto en su vida. 

-Será muy divertido- dijo Remus- creo que podremos ser una buena pareja y tener buena vida, siempre y cuando tengamos la inteligencia suficiente para joder a Malfoy. 

Lucius rio con fuerza, quizás aquella mierda no fuera tan mala.

-Mejor tu que un viejo lord amargado por no tener pareja en años.

Remus sonrió y se arrodillo frente a Lucius agarrando su mano.

-Querido Lucius Malfoy - comenzó- ¿aceptas ser mi pareja y ayudarme a joder a Abraxas Malfoy por toda la vida?

-Si- contesto mientras se reía.

-Genial- vitoreo Remus mientras se lanzaba sobre el chico y le besaba- ahora que comience lo divertido.

Bellatrix golpeo la cara del joven con fuerza mientras este arremetía su costado lanzándola varios metros a la derecha. La chica protesto y maldijo con fuerza, el cabrón tenía fuerza. 

Ambos se miraron de manera retadora y se volvieron a lanzar el uno contra el otro. El pelo de Bellatrix fue agarrado y tirado hacia atrás mientras que su brazo izquierdo era sujetado, con fuerza lanzó un gancho derecho que le golpeo en el pecho consiguiendo que su agarre aflojara.

-Venga nena- dijo el chico con burla- para ya, me estas haciendo daño.

-Esa es la idea imbécil- grito mientras golpeaba con su frente la del joven- dios que cabeza más dura. 

Bellatrix se alejó del joven con dificultad y le miro enfadada, a pesar de los golpes y el ojo morado su cara era verdaderamente hermosa.

-¿Por que todas las chicas guapas están locas?- le preguntó mientras se quitaba el reguero de sangre de la frente.

-¿Por qué todos los hombres sois gilipollas?- le contesto de vuelta- aunque creo que  lo tuyo es un caso extremo.

 -Uh la gatita saca sus uñas.

-¡La gatita te va a partir la cara!- le grito mientras se lanzaba sobre su estómago tirándolo al suelo- en estos momentos desearía tener un bolígrafo en las manos.

-¿Para darme tú número de teléfono?- pregunto con una sonrisa mientras se la quitaba de encima y golpeaba su pierna.

-¡Para clavártelo en el cuello payaso!

Los golpes entre ambos continuaron durante varios minutos, ambos se enfrentaron con fuerza como dos animales enfurecidos que buscaban marcar su territorio.

-¿Podemos saltarnos esto?- jadeo el joven- ambos sabemos como acabará.

-Quedan dos días de Caza- le contesto- me niego a terminarla hoy y contigo.

-¿Por qué?- se indigno- si soy muy buen partido.

-Para otra- afirmó- no para mí, me niego a aguantar a alguien como tú toda mi vida.

-¿Cómo yo?- el chico se quito la arena que la joven le había tirado a los ojos- ¿en serio qué tengo de malo?

-Eres un subnormal- le grito esquivando una patada dirigida a su mentor- te lanzaste a mi como un perro en celo.

-Vi cómo noqueabas a Lockhart con solo tus manos- le grito- no soy gilipollas, quiero salir de aquí vivo.

Bellatrix se quedó quieta durante unos segundos perdida en sus pensamientos, tiempo suficiente para que el chico le golpeara el costado tirándola al suelo y posicionándose sobre ella para inmovilizarla. 

-Solo he noqueado a un tío- le dijo todavía perdida en su mente- y fue la noche del primer día. 

El chico sobre ella se sonrojo y miro hacia otro lado sin dejar de hacer fuerza.

-Puede que lleve un tiempo observándote- le confirmo- tenía que asegurarme de elegir bien una pareja. 

Bellatrix rio con fuerza, si no le hubiera gustado y hubiera tenido que pasar por le mismo proceso de elección habría salido solo.

-¿No me habrías visto cuando iba al baño?- se burló.

-Por supuesto que no- le contesto indignado- soy un hombre decente. 

-Un hombre decente que va a follarme contra el suelo para reclamarme.

-Pero será con cariño- continuo indignado.

Bellatrix sintió como el joven la besaba, este tipo de actos fuera de La Caza serían ilegales pero allí, allí todo estaba permitido. Poco a poco la ropa fue desapareciendo y la joven fue reclamada por aquel que más tarde identifico como Rodolphus Lestreage. 

El quinto día había terminado, solo quedaban dos.