El hospital se había convertido en un campo de guerra y Narcisa no podía más que disfrutar de la situación.
Había accedido apenas un año antes a el puesto de enfermera principal tras un arduo periodo de estudio y una matrícula de honor obtenida gracias a la ayuda de los miles de libros de anatomía de su hermana mayor.
-¡Nott te odio!- continuo gritando Arthur- no te valía con hacerme sufrir esto una vez sino cinco.
Thomas le miro con tristeza y volvió a centrarse en sus gemelos de apenas un año que no paraban de correr por la habitación junto a sus hermanos, el único que permanecía en silencio y tranquilizando a su madre era Percy.
-¿Todo bien por aquí?- pregunto la rubia asomando la cabeza por la puerta e intentando aguantar la risa.
-¡No!- le gritó el pelirrojo-¿Cuándo va a estar lista la maldita cesárea?
-En breves- contesto- tranquilo, antes de lo que pienses podrás ver a tus dos nuevos bebés.
-¡Yo lo que quiero es que me los saques para poder matar a mi marido!- continuo gritando.
Narcisa sonrió tiernamente y se alejó del lugar permitiendo que la risa inundará el pasillo.
Continuo andando hasta la habitación 308 y entro tranquilamente ganándose una mirada de furia de su hermana y un fuerte abrazo de su sobrina la cual había sacado su mismo pelo rubio.
-¿Cómo está la pequeña Hermione?- pregunto con un susurro.
-Acabamos de conseguir dormirla- contesto Rodolphus- ha sacado los pulmones de su madre.
Bellatrix le saco la lengua y continuó acunando a la pequeña bajo la atenta mirada de su hermana.
Narcisa no podía entender cómo se habían atrevido a tener un segundo hijo tras la locura que había provocado la pequeña Hydra con sus rabietas dignas de las mujeres Black.
-Hola Narcisa-saludo Xenophilius desde el pasillo con su apenas visible vientre y el dulce Cedric abrazado a su pierna- ¿Cuál era la habitación de Arthur?- pregunto- vengo a por los niños.
-Al principio del pasillo- contesto- la segunda puerta a la derecha.
Con paso tranquilo se dirigió a la habitación de su cuñado, Frank acababa de entrar en labor de parto y se encontraba solo debido a que Rabastan había ido a dejar al pequeño Lucas con su abuela.
-¿Cómo vas?- le pregunto sin entrar en el lugar.
-Bien, deseando que llegue Rabastan- contesto con una mueca, las contradicciones todavía eran leves.
-¿Necesitas algo?
-Un poco de hielo picado, por favor, siento que la boca me arde.
-Por supuesto, cariño- anuncio mientras le lanzaba un beso- ahora mismo lo pido.
La rubia salió corriendo del lugar, por ahora Frank permanecía tranquilo pero sabía que cuando había tenido a su primer hijo lo más leve había sido la silla que salió volando por la ventana.
-¿Dime que el que está al lado no es Frank?- pregunto Sirius a sus espaldas.
Narcisa se fijó que llevaba el abrigo puesto y su aliento olía a tabaco.
-Si- contesto mientras le otorgaba un chicle.
-Mierda- maldijo- entre él y Severus será una verdadera masacre.
-Piensa que Orión está de tu lado- intento tranquilizar.
-Ese mocoso es un doncel igualito a su madre- protesto- hoy salgo de aquí con algo roto, seguro.
Narcisa lo observó desaparecer por la puerta frente a ella y sintió pena por el cuando los gritos comenzaron a sonar, todo el área de maternidad sabía que en labor de parto Frank y Severus eran verdaderos demonios.
Continuo con paso tranquilo por el pasillo, ella también recordaba el nacimiento de su pequeña Susan con miedo, Lily había llegado a tirarle a la cabeza el monitor del pulso maldiciendola por su incapacidad de tener hijos y como eso la había llevado a tal situación. Sin duda adoraba aquel día, además no tenía culpa pues la pelirroja era la que había insistido en ser madre.
La camilla frente a ella pasó con rapidez y un séquito de enfermeros.
-¿Se ha vuelto a desmayar?- pregunto.
-Si- le contesto Regulus quien caminaba tranquilo acompañado de Cassiopea y Paris- no es capaz de aguantarlo.
Narcisa no entendía como el antiguo campeón Tomás Marvolo era incapaz de aguantar consciente el parto de su tercer hijo.
-¿Y James?
-Maldiciendolo- contesto- pero es culpa suya, tenía que haber hecho lo mismo que yo y operarse para no volver a quedar embarazado.
Narcisa rió y dejó ir al joven tras su esposo, ambos sabían que James era capaz de superar esa situación solo y no aguantando a su marido.
-Por cierto- le gritó Regulus- es niño, parece que no puede hacer niñas- bromeo.
La rubia se apiadó de Tom, James quería una niña con todo su ser para poder vestirla como a Cassiopea.
-La última parada- susurró antes de entrar.
Barty y Peter eran los más tranquilos del grupo. Cuando entró pudo observar que, a pesar de que el doncel moría de dolor por la contracciones, solo emitía pequeños quejidos para no asustar a su marido el cual sostenía su mano con cariño.
-Ya tenemos el quirófano preparado, vengo a llevarte.
-Gracias Narcisa- dijo el moreno- estoy deseando terminar, creo que la epidural no ha surgido efecto.
-Sabíamos que eso podía pasar- le dijo la rubia mientras le ayudaba a levantarse- acuérdate que con Belle te pasó lo mismo.
La rubia le guío en la silla de rueda hasta las puertas de metal en donde le dejo tras darle un dulce beso en la mejilla y una palmada en la espalda a Barty.
Salió del área de maternidad y bajo a los vestuarios, tenía que cambiarse rápidamente pues antes de volver a casa debía pasarse por el hogar de su hermana Andrómeda a por la pequeña Nymphadora que pasaría la noche con ellas.
Atrás dejo el hospital y los gritos que sonaban más allá de las paredes, se apiadaba de sus compañeros pero ni loca permanecería allí cuando Frank rechazara la epidural porque quería tener un parto natural.
El crack de una ventana sonó, no era problema suyo así que tan solo desapareció tras la esquina con una sonora carcajada, mañana seguramente habría muchas anécdotas en el descanso.
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Donceles Salvajes (Harry Potter)
FanfictionLa epidemia acabo con casi todos los donceles y mujeres del mundo, la raza humana ahora juega con su supervivencia,la solución es simple. La caza se convierte en el evento del año en el cual los hombres más influyentes del mundo buscan a su pareja e...