IX

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Una verdad, dos verdades, tres verdades

Phoenix

—Debemos ver el lado bueno de ésto, puedes volver a la escuela y tener una vida medianamente normal otra vez. —habla la platinada con la cabeza inclinada para sostener su celular contra su hombro mientras ocupa sus dos manos abrochando su jeans negro.

La noche anterior Phoenix despertó en la cama de su mejor amiga abrazando a esta, pero teniendo que soltarla debido a su casilla de mensajes donde no sólo le confirmaron la existencia de un nuevo ser sobrenatural en Beacon Hills llamado Kanima, si no, también que Gerard Argent comenzó a mover sus fichas en el tablero, atacando levemente y confirmando con eso, que Scott es un hombre lobo y que lo sabe todo.

Ese mediodía, por lo tanto, mientras desayunaba junto a Lydia y la ponía al corriente con sus síntomas, recibió una llamada de Isaac contándole como decidieron interrogar esa mañana a Jackson al ser altamente sospechoso luego de que Derek lo mordiera, sin embargo, la mordida resultó fallar en él y se confirmó cuando al probar el veneno paralizador del kanima, Jackson quedó totalmente paralizado y aprovechando eso y el miedo que Derek le daba, lo incentivaron a declarar que su testimonio anterior era erróneo y por lo tanto, Isaac inocente.

— Dejo en claro que solo lo hago para poder pasar más tiempo contigo.—confiesa con un sonrojo adornando sus mejillas y agradeciendo mentalmente que la platinada no puede verlo. — y porque odio estar encerrado todo el día.

Segundos después ambos cortan prometiendo debido a Derek quien tenía que hablar con Isaac y Lydia quien entró en la habitación terminando de secarse el cabello luego de ducharse.

—Estás sonrojada.— advierte entrecerrando los ojos con la mirada fija en su amiga.

— ¿Qué? No es cierto. — responde provocando involuntariamente un sonrojo más notorio al que maldice segundos después cuando Lydia le pasa un espejo y logra notarlo.

Lydia suelta una leve risa observando a su mejor amiga intentando calmarse para bajar el sonrojo, sin embargo logrando sólo aumentar éste. Los ojos de Lydia no pueden evitar viajar hacia la cintura de la chica, que debido a su falta de camiseta, puede observar esas pequeñas marcas de las que hablaron en la mañana, esas malditas marcas que provocan terror en Lydia a sabiendas de que significa su crecimiento y lo que pasará cuando lleguen al corazón.

Lydia se prometió que nada cambiaría, que seguirían como si nada, que disfrutarían cada maldito segundo juntas, pero en ese momento, viendo el sonrojo de Phoenix ante un chico nuevo, luego de verla caer ante su rompimiento con Scott, viendo como lentamente e inconscientemente la chica va abriendo su corazón nuevamente. Observando el brillo de sus ojos y su risa nerviosa, Lydia no puede evitar las lágrimas, porque su mejor amiga está muriendo en el momento en que decidió volver a vivir.

Un sollozo aparece y Phoenix baja el espejo, encontrándose con el miedo en los ojos de su mejor amiga y sólo puede avanzar hasta estrecharla entre sus brazos y dejarla ocultar su rostro en su cuello.

Pese a todo, Phoenix está mejor sabiendo que ahora Lydia también lo sabe.






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𝘽𝘼𝙏𝙄𝘾𝙊𝙍 || TEEN WOLF²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora