Baticor
De batir y el desus. cor 'corazón'.
1. m. desus. Pena, dolor.
|| o donde Phoenix Ainswort necesita tiempo para que su corazón entienda lo que su mente ya sabe, aún cuando tiempo es lo único que no tiene ||
➷Idea original no se permiten adapt...
perdón por la tardanza, estaba pasando por una crisis.
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Mi desesperada decisión
Phoenix
Removiendose ante la sensación de la fría madera tocando directamente sus pies mandó escalofríos a su cuerpo junto a una idea que comentó en voz alta.
—Llamaré a alguien para que controlen la temperatura de las habitaciones de este piso, es demasiado frío y no te hará bien. —silencio. —No creo que debas ir, te amo pero debo ser sincero, te ves horrible.
Una arcada fue la respuesta que obtuvo y luego el vómito se volvió a escuchar.
Phoenix sostuvo con fuerza el inodoro por ambos lados, abrazandolo como si fuera a escaparse lejos suyo. Tose un par de veces y limpia su boca antes de mirar mal a su padre.
—Gracias por tu sinceridad papá.
Aaron ignoro el sarcasmo de su hija y se acercó para ayudarla a levantarse y que se lavara el rostro.
—Hablo en serio niña ¿Y si te ocurre algo mientras estas lejos mío, lejos de tu madre quienes podemos ayudarte?
Phoenix tomó su cepillo de dientes y le regaló una sonrisa a través del espejo. —Sólo vomite un poco más de lo normal, el doctor ya dijo que es posible eso, deberíamos agradecer que todavía puedo sostener mi propio peso. —habló en tono de burla, sin embargo, la mirada cabizbaja y la sensación de haberlo arruinado invadió todo el lugar. Phoenix carraspeo dejando el cepillo sobre el lavabo. —Lo siento, no quería decir eso. —sus manos apretaron el frío mármol del lavabo hasta ponerse blanco. —De todas formas no puedo fallarles esta noche, debo ayudarlos, debo ayudar a Jackson.
—Si tan sólo dejaras que te ayudemos...
—Soy consciente que la cosas serían mucho más fáciles si ustedes intervinieran, pero sabes lo que piensa mamá, correríamos demasiado peligro si caídos o alguien de la luz nos notará después de tantos años.
Aaron intentó negarlo a pesar de que su hija y esposa tuvieran razón, ¿pero cómo evitar que un padre se preocupa cuando su hija está a la caza de un kanima? Él simplemente asintió y cambió de tema. —¿Irás sola?
Phoenix negó. —Isaac y Érica pasarán por mí.
Aaron sonrió burlón. —Isaac me cae bien.
Phoenix ignoró el tono que utilizó su padre. —Lo sé, lo repites constantemente y siempre te digo lo mismo, no te ilusiones, no pasará nada con él.
Chasqueo la lengua y codeó a su hija.—¡Oh vamos! Se nota que también te gusta, aunque sea un poco.
Phoenix niega. — Si me gustara o no, eso ya no importa, no podría estar con él, me hago la idea de que no me tengo que dejar llevar por ideas de futuros que nunca voy a tener.
