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Todo es cuestión de tiempo

Phoenix

— Entonces... —. Allison comienza a hablar intentando disipar el ambiente incómodo desde el momento donde bajó del auto y Lydia la tomó del brazo derecho siendo que en el otro extremo arrastraba a una perdida en su cabeza, Phoenix. —¿De verdad no recuerdan nada?

Phoenix mueve ambas muñecas de manera ansiosa. Dos noches atrás, ambas mejores amigas fueron noticia en todo el condado de Beacon Hills y alrededores al ser encontradas desnudas en el bosque y sin conocimientos de como llegaron a ese estado.

Cuando Phoenix fue consciente de lo que ocurría a su alrededor, Noah Stilinski estaba colocando su abrigo alrededor de la chica mientras la llevaba a ambas chicas a la patrulla e informaba a la estación policial.
La platicado recuerda sentir su cuerpo temblando descontroladamente en un intento de calentarse, al igual que al instante notó las pequeñas venas sobresalientes en su cuerpo que intentó ocultar con el abrigo lo más que pudo, los minutos pasaron rápido, para Phoenix fue difícil concentrarse en la situación actual, varios pensamientos atacaban su mente impidiéndole colocarse en la actualidad. Phoenix recordaba haberse vinculado a Lydia, recuerda cuando despertó luego de que su otro yo completó el rito, también recuerda a los segundos cómo sintió que se ahogaba y la presión en su cabeza y oscuridad, oscuridad hasta llegar a estar en los brazos de Noah Stilinski y luego los de su padre quien temblaba sosteniendola con fuerza entre sus brazos mientras atrás de él su madre la miraba aliviada.

— Le llaman estado de fuga. —la voz de Lydia interrumpe en sus memorias. —Por no decir, no tenemos ni idea del porque no recuerdan haber corrido desnudas durante dos días. —Allison asiente incómoda mientras Phoenix ríe entre dientes.

—Yo no le veo lo malo, mis piernas se ven más tonificadas.— balbucea la platinada moviéndose coquetamente remarcando su caminata fuerte con sus piernas tonificadas cubiertas por unos jeans claros y botas a los tobillos que combinaban perfectamente con la camisa blanca un par de tallas más grande pero metida bajo el pantalón.

— Y yo perdí cuatro kilos— agrega la rubio fresa pasando sus manos por su cintura cubierta por un vestido morado ajustado al cuerpo que combinaban con la actitud y la gran sonrisa de la chica.

Allison solamente les sonríe a ambas chicas siendo correspondida solo por una.

— ¿Listas para esto?— les pregunta una vez que llegaron a la entrada de la escuela.

— Por favor, ni que mí tía fuera una asesina en serie— dice cómo obvio Lydia mientras se abre paso.

Phoenix suspira divertida por la actitud de su mejor amiga, sabe que sus actitudes no son malas. — Lydia no es alguien mala, solo no sabe hablar de lo que siente y simplemente se defiende inconscientemente.

Ambas adolescentes no dicen otra palabra y simplemente se adelantan para alcanzar a su amiga, sin embargo se detienen justo al pasar las puertas con Lydia delante quien se paraliza ante la mirada de todos los alumnos no solo en ella, sino también en Phoenix pero esta solo los ignora como siempre.

Phoenix se coloca al lado de la chica tomando su mano intentan reconfortarla mientras Allison se le acerca por detrás susurrandole— Debe ser por los cuatro kilos.

Lydia alza las comisuras de sus labios y dándole un apretón a la platinada, extiende aun más la sonrisa y se acomoda el cabello antes de adentrarse a los pasillos.







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𝘽𝘼𝙏𝙄𝘾𝙊𝙍 || TEEN WOLF²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora