𝘽𝘼𝙏𝙄𝘾𝙊𝙍 || TEEN WOLF²

II

ADVERTENCIA:

Puedo soportar muchas cosas, pero lo que no voy a tolerar son los comentarios prácticamente exigiendo otro capitulo. Detrás de estas letras estoy yo, un ser humano con responsabilidades también, así que si van a comentar simplemente cosas como "ACTUALIZA" o "OTRO" ahórratelos y no comentes nada. Los comentarios expresando sus emociones o con mínimo un por favor siempre son bien recibidos, pero cuando comentan cosas como las anteriormente expuestas, personalmente no son de mi agrado. Absténganse y no me obliguen a eliminarlos o en ultimas instancias bloquearlos. Desde ya, muchas gracias, besos ¡!

Lazos

Phoenix

Phoenix se quebró frente a sus padres al volver. Su padre la tomó entre sus brazos y la subió a su cuarto al ver que ni siquiera podía mantenerse de pie por si sola. 

Phoenix estaba aterrada, temía por su mejor amiga, temía por los chicos, temía por ella. Dicen que cuando uno esta preso del pánico puede cometer grandes errores imposibles de enmendar, esa noche, Phoenix realizó uno que iba a tener que pagar con dolor y sufrimiento ajeno en un futuro que estaba mas cerca de lo que ella creía. 

Esa noche, con la luna alzada en su máximo punto, Phoenix formó una estrella de cinco puntas con cenizas de huesos, una vela negra en cada punta y colocándose en el medio comenzó a meditar. Su respiraciones cada vez eran mas profundas y pausadas mientras sentía como la energía nadaba en todo su cuerpo, sintió cosquillas en la punta de sus dedos, poder queriendo salir en grandes cantidades debido a la acumulación de tanto tiempo. Phoenix se sintió flotar mientras dejaba que esa parte oscura de ella, esa parte producto de su lado inferno se adueñara de ella. De pronto, todo fue oscuridad para Phoenix y cayó, chocó bruscamente con el suelo de la habitación, las velas se apagaron y sus ojos se abrieron, frente a la luna, sus ojos completamente negros hicieron aparición al igual que una nueva parte de ella que finalmente despertó, recorriendo su cuerpo con atención.

Phoenix sonrió y tomando una daga que había dejado fuera del pentagrama murmuró algo en un idioma que sonó demasiado arcaico, incluso para los conocimientos de ella misma y un corte en su mano hizo aparición sin la daga haberla rozado, todo lo contrario, mientras el corte aparecía en su mano, Phoenix había rasgado al aire con la daga.

Al instante que el corte se abrió, se cerró y la daga cayó al igual que Phoenix quien quedó inconsciente durante un par de segundos. Cuando volvió a abrir los ojos era consciente de lo ocurrido, sus ojos habían vuelto al color plata y arrodillándose en el suelo observó su mano ya curada. Phoenix sentía como un hilo aparecía en su cabeza, uno color verde que se unía a una parte de su alma. Soltó un quejido mientras sentía como este rompía barreras hasta llegar a su propio hilo y se anudaban.

Phoenix jadeó al mismo tiempo que una rubio fresa quien recién despertaba de su siesta con un leve ardor en la palma de su mano izquierda. 

Lydia frotó sus ojos antes de levantarse para tomar un baño.

Minutos después dos gritos sincronizados se oyeron en dos partes distintas de Beacon Hills, el primero, en el hospital donde doctores y enfermeras entraron apresurados a la habitación de Lydia Martin donde no había rastro de la chica. El segundo, en la mansión Ainswort donde los dos adultos entraron rápidamente a la habitación de su hija encontrando los restos del ritual que estuvo haciendo la chica pero ningún rastro de esta mas que la ventana abierta de par en par.