Capítulo 13

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Narración: Marcos

—¡No puedo creer lo que está pasando! —Miro a Kayla dando vueltas en mi habitación, se le nota frustrada e impotente— ¡¿Cómo es posible que no nos dejen salir de la manada?!

—¿Crees que va a romper el piso? —Bromea mi lobo y yo me tapo la boca para evitar reírme, Kayla ya hizo un sendero en la alfombra marrón que tengo en mi habitación de tantas veces que ha pasado por ahí.

—Déjate de bromas, tomate esto en serio —Le reprendo a mi lobo.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —Pregunta Kayla mirándome fijo y acercándose a mí con molestia.

—Kayla... —Comienzo a decir, hasta que mi lobo me interrumpe.

—Dile que se calme, dile que se calme —Susurra mi lobo sabiendo que eso solo la molestará más.

—Cálmate —digo cediendo a lo que mi lobo sugiere, haciendo que Kayla suelte un grito frustrado.

—¡Marcos! ¿Cómo quieres que me calme? ¿No estás preocupado por nuestros amigos, o los licántropos que encontraron muertos ayer? Pude hacer algo para evitar sus muertes; mientras nosotros nos divertíamos ellos morían.

Me acerco a ella y la halo hasta que se sienta en mi cama, suspiro intentando encontrar las palabras para consolarla; ella se siente culpable por lo que pasó a los dos licántropos, cree que si hubiera estado aquí en la manada pudo hacer algo para evitar la muerte de los chicos.

—Kayla escúchame —Pido con suavidad tomando su mano—, no hubieras podido hacer algo aunque estuvieras aquí —Su corazón se acelera, sabe que tengo razón—, no fue tu culpa lo que les pasó a esos chicos.

—¿Confías en Nadia y Aidan? —Su pregunta repentina me deja en el aire por unos segundos.

—¿A qué viene esa pregunta? Claro que confío en ellos —digo lo obvio, incluyendo no solo a los vampiros, también a los demás— ¿Kayla por qué preguntas eso?

—Escuche a mami decir que los licántropos que encontraron parecía que los vampiros lo mataron, tenían marcas de colmillos en sus cuerpos, además de que les habían arrancado la garganta.

Mis ojos se abren por la noticia y mi corazón se estruja; la voz de Kayla salió quebrada y dolida como es de esperarse; aprieto su mano y con la otra tapo mis ojos cristalizados.

—Kayla —La llamo suavemente y carraspeo mi garganta— ¿Estás dudando de los gemelos? —Pregunto cauteloso, y hasta un poco sorprendido.

—¿¡Qué!? ¡No! Jamás, no dudaría de ellos —Hace una pausa—, pero sí de su especie —Aclara lo último.

—Los vampiros nunca se han llevado bien con los nuestros ¿Eh? —Comento con un deje de tristeza.

—Pero ellos son diferentes, ellos han puesto de su parte para que otros vampiros se lleven bien con los licántropos, por eso me sorprende tanto la noticia —explica refiriéndose a los gemelos.

—¿Cómo crees que están? —La miro y observó genuina preocupación.

—No lo sé, estoy preocupada por todos, Aidan, Nadia, Daniel, Olivia, me preocupan mucho Marcos —expresa y le abrazo de lado.

—Debes descansar Kay, no dormiste anoche —digo luego de unos segundos al verla cabecear.

Nos despedimos y Kayla se va a su habitación; me recuesto en mi cama pensando en una forma de comunicarme con alguno de los chicos; podría ponerme en contacto con Olivia, si voy al territorio humano podría...

—No, mala idea —Interrumpe mis pensamientos mi lobo.

—¿Seguro? —Doy media vuelta en la cama poniéndome boca abajo.

El Bosque LeinadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora