Capítulo 23 (Final)

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La brisa entra suavemente por la ventana abierta en la habitación, en la cama que yace en el centro está Kayla, ella respira paulatinamente, su rostro es tranquilo y pareciera que está sumida en un dulce sueño.

—¿Despertara? —La voz preocupada de Marcos inunda la habitación.

—Lo hará —Afirma Olivia con seguridad y el ceño fruncido.

—¿Cómo estás tan segura? —Pregunta Layla con la voz rota sosteniendo la mano de Kayla en la cama.

—Trabajé mucho tiempo en esa poción con Daniel —El ambiente se pone agrio con la mención de ese nombre—, es una poción capaz de curar graves heridas más la autocuración de Kayla por ser una licántropa debería ser suficiente para que ella esté bien —explica.

Todos los presentes se quedan mirando a la paciente dormida.

—Solo queda esperar a que despierte.

Y así pasó, al día siguiente Kayla despertó.

[...]

—Eso es todo —dice Kayla cuando termino de responder todas las preguntas.

Al despertar y verificar que esté bien, Kayla comenzó a explicar todo lo sucedido, respondiendo todas las dudas e interrogantes que tenían los demás.

—¿Qué pasó con él? —Preguntó la licántropa refiriéndose a Daniel.

—Se quedó en el Bosque Leinad —respondió Olivia—, me dio la poción y luego desapareció.

—Eso no quita el hecho de que los puso a todos en peligro y que atentó contra la vida de Kayla, y quién sabe qué otros crímenes habrá cometido —La voz fuerte de Alexis se hace presente—, tiene que pagar por lo que hizo.

—¡Por favor, esperen! —Clare, la hermana de Daniel hace acto de presencia— Mi hermano no quería hacerle daño a nadie, solo estaba siguiendo las órdenes de Marcy, para evitar que nos haga daño, ella es la verdadera culpable de todo.

—Tenemos que escuchar su versión de la historia —habla Kayla—, vivió toda su vida bajo las garras de esa vampiresa, quien sabe todo lo que sufrió, y fue él quien dio la pócima que me salvó, es justo que lo escuchemos.

—Para eso primero tenemos que encontrarlo, tengo experiencia caminando en ese bosque, pero no lo conozco por completo —explica Olivia—, él lleva toda su vida, conoce cada rincón y cada árbol, tardaría años en poder encontrarlo.

—No puedo arriesgar a mis licántropos a que entren en ese bosque —dice Layla.

—Podemos esperar a que salga —Sugiere Clare—, seguro que vendrá a visitarme o a ver a Ana, cuando lo vea le diré que ustedes quieren escuchar su versión de la historia.

Pero él no salió del Bosque Leinad.

Pasaron un par de meses y Olivia tuvo que irse de la isla, debía ir a la universidad en el continente, iría a vivir con sus hermanos mayores, su despedida fue dolorosa para todos. Kayla lloró por despedirse de su mejor amiga que conoce desde que son infantes, Marcos y Nadia no podían hablar por el nudo que tenían en la garganta, sin Olivia ya nada sería lo mismo y Aidan... el vampiro estaba negado a la idea de que Olivia se apartara de su lado.

—¿No te puedes quedar? —Le pregunta Aidan a Olivia la última noche que ella estuvo en la isla.

—Ya te he dicho que no, te lo dije cientos de veces, Aidan —responde con una sonrisa triste. Ambos estaban en la habitación de Olivia, ya eran altas horas de la madrugada y estaban solos.

—¿No puedo ir contigo? —Aidan se estaba mostrando vulnerable.

—No —responde Olivia poniendo una mano en su rostro suavemente—, eres un vampiro, no sobrevivirás a la luz del sol, además eres el príncipe heredero, tu deber es gobernar a tu pueblo.

—No me importa, quiero quedarme contigo —Aidan toma una pausa y sujeta el rostro de Olivia con sus dos manos—, Olivia, tu me gustas y lo sabes, y también sé que también te gusto no quiero que simplemente te vayas cuando ni siquiera nos hemos dado una oportunidad.

—Soy humana, eres un vampiro ¿De verdad crees que existiría un "nosotros"? —Pregunta sinceramente.

—No lo sabremos si no lo intentamos —Ambos juntan sus frentes.

—Quizá en otra vida —A Olivia se le aguan los ojos—, pero no en esta.

—Entonces te buscaré en mi próxima vida, princesa —Le asegura.

—Y yo te buscaré a ti —Le promete.

[...]

Olivia se había marchado a hacer una nueva vida en el continente y los cuatro territorios volvían a estar en paz, las clases en la Institución se reanudaron, sin embargo, no había noticias ni rastros de aquel lobo negro de ojos rojos. A los pocos años Aidan fue coronado como Rey de los vampiros y para sorpresa de muchos Marcos y Nadia empezaron una relación amorosa.

Esa noche se celebraba la Luna Roja en la manada de los licántropos.

—¿No vas a ver si encuentras a tu pareja destinada? —La voz gentil de la Alfa de la manada hace la pregunta a su hija.

—No, mamá, no creo que está sea mi noche —responde Kayla a su madre con una sonrisa triste.

Layla asiente con la cabeza.

—Entiendo, aunque no pierdes nada dando un vistazo por los alrededores —La menor sonríe a su madre y toma en cuenta su consejo.

La luna brilla en el cielo despejado cuando Kayla salió a caminar por la manada sin prisas, sin prestar atención hacia donde la dirigen sus pies, pues disfrutaba del paisaje que veían sus ojos.

—¿Hueles eso? —Pregunta su loba.

—Sí, huele como a caramelo —responde mirando a sus alrededores tratando de buscar el origen del aroma.

—¿Crees que sea...

—Tendremos que investigarlo —dice comenzando a caminar siguiendo su olfato.

La neblina no era tan densa esa noche sin embargo, eso no quita el hecho de que Kayla se siente intimidada por lo que tiene enfrente. Siente un escalofrío recorrerle desde la planta de los pies hasta la punta de la cabeza y respira profundo.

—De ahí viene el olor —La voz de su loba suena en su mente.

—No estoy segura de querer entrar e investigar —Confiesa con sinceridad.

—Yo tampoco —Su loba suena insegura.

—Vámonos, Kiari.

Antes de dar tres pasos Kayla escucha sonidos a su alrededor y se queda mirando la neblina que adorna los grandes árboles, de entre la oscuridad se acerca una silueta y mientras más se acerca más fuerte es el olor a caramelo. Kayla traga en seco.

—No es posible —susurra al ver quién sale de los árboles.

El pelo negro se ve más largo que en sus recuerdos, y los ojos rojos lucen suaves, a diferencia de la última vez, sin embargo, reconocería ese rostro en cualquier lugar, reconocería esa manera de caminar y esa mirada.

—Daniel —En la voz de Kayla suena la esperanza y el anhelo.

—Ven —Ofrece el pelinegro a Kayla, extendiendo su mano hacia ella.

La licántropa mira la mano extendida hacia ella y luego mira a Daniel; todo su cuerpo sigue dentro del Bosque Leinad y su mano es una invitación para que Kayla entre en el bosque. Ella sabe que de él proviene ese aroma irresistible y todos sus instintos le dicen que vaya con él, que él es su destinado, sin embargo, algo la detiene.

—Van a estar bien sin nosotras —Asegura su loba cuando Kayla mira hacia atrás, en dirección a la manada— Debemos seguir nuestros instintos.

Kayla sonríe dando un paso al frente y tomando la mano de Daniel, perdiéndose entre la niebla del Bosque Leinad.

Fin

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Dejen toda sus preguntas y dudas y con gusto se las contesto. 

GRACIAS POR LEER

El Bosque LeinadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora