Solo quería enamorarse profundamente y ser correspondida, vivir ese gran sentimiento como sus padres quienes desde muy jóvenes se conocieron en los campos de su villa, sin nadie que se interpusiera en sus sentimientos para formar una familia, eso e...
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En un día lluvioso y nublado no había muchas actividades que realizar, después de la velada que tuvieron estaban seguras que dejarían de ser consideradas aprendices, no se extrañaron cuando se les indico que limpiaran su habitación dejándola impecable con la premisa de no dejar nada suyo.
—Quizás nos van a dar otra habitación, vestidos nuevos y quizás algo más. –Expreso con alegría Amaru.
—Madame quiere hablar con ustedes, las quiere a las cuatro en la sala oeste antes de la cena. Muévanse. –Apuntó Guren con disgusto, no era nuevo, siempre tenía esa actitud con ellas, aun las miraba como inferiores.
Entre risas las cuatro subieron los escalones hasta el cuarto piso dirigiéndose al lugar indicado. Nunca antes había está ahí, era uno de los lugares prohibidos. Mientras las jóvenes esperaban en esa habitación la Madame atendía a un caballero en su despacho.
—Todo está en orden, puede pasar recoger lo que es suyo Sir A. Están arriba. -Aquel hombre sonrió con arrogancia haciendo una señal a sus hombres quienes salieron del despacho.
*
Llevaban esperando un buen rato, Hinata decidió salir a respirar aire fresco para ello se dirigió a otra habitación con alcoba, mientras miraba la hermosa vista del jardín se preguntó que sería lo que Madame Kaguya les encomendaría.
Tal vez acompañar a emblemáticos caballeros a un evento exclusivo, de esos en los cuales solo la realeza asistía. Pensó para sí misma.
Cada vez estaba cerca de Naruto, lo que le hacía sentir una infinita felicidad ya habían pasado ocho días desde que lo había visto y estaba convencida que cada vez se veía más apuesto, el destino estaba de su lado, se sentía tan afortunada, aunque a la misma vez se sentía triste por alejarse de su familia.
—Tengo que hacer sacrificios para conseguir mi propia felicidad ¿no?
En el futuro se aseguraría de buscar a sus padres para presentarles a su familia, a Neji sus sobrinos, su mente viajaba rápido no pudo evitar sonrojarse ante esas ideas, mientras formulaba dulces pensamientos, no se percató que unas sombras se movían por los pasillos hacia la habitación en la cual las demás aguardaban.
...*...
—Oye ¿Qué tal las ventiscas de Austria Rin?
—No sé de qué hablas.
—No te hagas la mustia ¿No me digas que el señor Hatake no te coqueteo?
—Qué tontería Ino, claro que no, él es un hombre con mucha clase, realmente lo ofendes con ese comentario.