—Vamos, Ry...— dije arrastrando las palabras mientras envolvía mis brazos en su cuello—. Te puedes mover más.
—No puedo— dice entrecortadamente—. Me duele todo el cuerpo... Hemos estado haciéndolo hace 3 horas. ¿No te cansas?— dice poniendo sus grandes manos en mi cintura.
—Nop— sonrío exageradamente—. Esto me gusta.
—Wow... ¡Qué mujer!
—Vamos, Ry... no te quedes ahí parado y sigue— digo alegremente saltando—. Baila conmigo.
Ryan niega con la cabeza y sonríe torcidamente.
Esa sonrisa me encanta.
—Porfis— ruego haciendo un puchero y juntando mis manos en frente de mi pecho—. Por mí... ¿Sí?— le aplasto las mejillas con mis manos haciendo que sus labios estén en forma de pez.
—Solo uno más— advierte mirando a otro lado. Suelto un gritillo de la emoción y lo arrastro hacia la pista de baile.
—¡Yei!, por eso te quiero mucho— le beso la mejilla—. Así como las vacas.— extiendo mis brazos a los costados mientras suelto una risilla.
—Es al revés, Ale— corrige.
—No me corrijas. Baila, hombre— le golpeo en el hombro y agarro sus manos para bailar—. Muévete, hombre vamos, vamos. Desmádrate.
—Creo que te estas juntando mucho con la pichón— dice Ryan riendo refiriéndose a Majo.
Me encojo de hombros y sigo bailando.
Am I Wrong de Nico & Vinz resuena por toda la casa haciendo que todos movamos las caderas, especialmente las chicas. Comienzo a mover mis caderas de un lado a otro y siento que Ryan pone sus manos en mis caderas y me apega más a él. Lo miro y está sonriendo, pongo mis manos en su cuello y comienzo a jugar con su cabello. Nuestras miradas no se separan por nada del mundo y eso me gusta. Siento su cara más cerca de la mía, a tal punto que siento su respiración mezclarse con la mía, sube sus manos hacia mi cintura y me apega más a él.
Se va acercando.
Falta poco.
—¡Hermanito!— escucho un grito atrás de nosotros y al toque nos separamos. Al darme vuelta veo a Majo con Daniel, este se encuentra abrazándola por la cintura y ella sonriente— Ou... ¿Interrumpo algo?— dice mirándome descaradamente y moviendo las cejas. Pongo los ojos como plato y le trasmito con mi mirada que se vaya.
—Hola, Ale— dice Daniel levantando su mano de la cintura de Majo.
—Ryan— levanto mi cabeza en forma de saludo y le regalo una sonrisa incómoda.
—¿Qué pasa, pichón?— pregunta Ryan en tono cansado detrás de mí.
—Solo quería decirte que Dani me va a llevar.
—¿Mamá sabe?— preguntó Ryan poniéndose delante de ella.
—Tú sabes como son, pero igual les avisé— dijo mirándole con una sonrisa arrogante—. Así que no te preocupes— le dio palmadas en su pecho y me miró—. Nos vamos y... pueden seguir en lo que se quedaron, pilluelos.
—Ryan. Ale— dijo despidiéndose Daniel.
¿Qué hubiera pasado si Majo no hubiera venido?
¿Me hubiera besado con Ryan?
Me puse más nerviosa de lo que estaba. Necesito ir al baño.
Le dije a Ryan que necesitaba ir y me fui en busca del grandioso baño. Cuando llegué vi que no era personal, sino que era como el de los restaurantes. Había 5 cubículos y 3 lavaderos de manos, donde había espejos personales.
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Hasta que llegaste tú
VampireAlejandra Rodríguez tiene una vida complicada. Sus padres acaban de fallecer y algunos recuerdos de su pasado ya no están grabados en su mente. Ella es llevada desde Londres (Inglaterra) hasta Los Ángeles (Estados Unidos), a vivir con su tía, la cu...