MAJO POV
Sentí un dolor profundo en mi vientre cuando traté de levantarme. Mi cuerpo se sentía cansado como si hubiera corrido en una maratón desde Canadá hasta la frontera de México con EEUU.
Exagerada.
Abro mis ojos perezosamente, pestañeo varias veces para ver con claridad y cuando lo logro veo una pared de color verde oscuro y a la vez claro, demasiado complicado para explicarlo. Frunzo el ceño al ver que mis pies están amarrados con cadenas a los pies de la cama y mis manos están esposadas.
La luz entra por una diminuta ventana donde solo puedo ver el cielo grisáceo.
Un miedo crece desde dentro de mí haciendo que la preocupación me invada hasta tal punto de no poder respirar muy bien.
Lágrimas caen como cascadas sobre mis mejillas, veo mi vestimenta y puedo apreciar que solo estoy en ropa interior y eso hace que llore más fuerte. La puerta se abre de golpe haciendo que deje de llorar y dé un brinco. Una persona entra con un buzo negro tapándole la cara. Creo que es un hombre ya que su forma de caminar es como uno.
Jala una silla de no sé dónde y se sienta frente a mí. Se inclina hacia mí y saca los mechones de cabello que tengo sobre mi cara.Suelta una risita y lloro en silencio, no sé quién me habrá traído acá, ni quien quiera vengarse de mí de esta forma tan cruel. El chico se quita la capucha y me quedo boca abierta. No puede ser.
Él... él no.
—¿D-Daniel?— tartamudeo intentando no escapar un sollozo.
—Exactamente no— dice con una sonrisa.
Lo miro extrañada y a la vez asustada. ¿Cómo qué no se llama Daniel?
—¿Q-Qué?— tartamudeo. Me muerdo el labio inferior para intentar dejar de llorar.
—Me pones mucho cuando haces eso— dice mientras toca mis labios con sus sucias manos. Cierro los ojos con fuerza pensando en que esto no está pasando. Mientras tengo los ojos cerrados, dibujo con mi mente el rostro de Adam, lo único que me hace feliz aparte de mi hermano.
Siento como una mano acaricia mi mejilla y va bajando, haciendo un recorrido que me estremece. Siento como baja desde mi mejilla hasta mi cuello y después sobre mis pechos. Llega hasta mi abdomen y los pelos se me ponen de punta. Abro los ojos y veo a "Daniel" pasear su mirada descaradamente por todo mi cuerpo.
—Suéltame— pido removiéndome pero él no me hace caso. Se posiciona encima mío haciendo que comience a llorar y pedir auxilio.
—¡Cállate!— grita seguido de un puñetazo en mi mejilla. Siento toda esa zona arder y mis lágrimas caen. Lo miro a los ojos y veo arrepentimiento pero al instante es ocultado por la lujuria que lleva y una sonrisa se posiciona en sus labios.
—Déjame— susurro llorando. Él niega con la cabeza y comienza a besarme con fiereza, pero no le sigo. Ahora me da asco. Tengo ganas de vomitar.
Le golpeo como puedo con mis manos pero él las agarra con fuerza y las coloca encima de mi cabeza. Intento patearle en su zona íntima pero pega sus caderas a las mías haciendo que me quede inmóvil.
«Resiste».
Me dice una voz en mi cabeza. Esa misma voz que siempre me hacía sonreír o lo sigue haciendo, sus recuerdos lo hacen. Adam está en mi mente, pensar en él hace que me distraiga de la realidad.
Pero esa voz sonó tan real que resistí.
Cuando "Daniel" ya me estaba sacando la ropa interior, la puerta se abre haciendo que esta golpee contra la pared.
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Hasta que llegaste tú
VampireAlejandra Rodríguez tiene una vida complicada. Sus padres acaban de fallecer y algunos recuerdos de su pasado ya no están grabados en su mente. Ella es llevada desde Londres (Inglaterra) hasta Los Ángeles (Estados Unidos), a vivir con su tía, la cu...