Capitulo 26

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El beso hubiera durado más si es que él me hubiera retenido y yo no hubiera roto el beso. Me separo rápidamente de sus labios a pesar de que siento un vacío en el estómago.

—¿Qué haces?— digo limpiándome la boca.

—¿Besarte?— dice acariciando mi rostro. Frunzo el ceño y lo separo haciendo que me mire con desconcierto—. ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Fue muy rápido?

—Sí, es que lo nuestro no...

—¿Lo diremos cuando estemos listos ya?— sonríe y me abraza. Deshago su abrazo y lo encaro.

—¿No lo entiendes?— digo golpeando mis manos con mis piernas—. Lo nuestro no puede ser. Yo...— si lo hago, lo tengo que decir—. Amo a Kyle.

Su mirada de desconcierto se convierte en dura y fría, eso me asusta. Sus puños están tan apretados a sus costados que sus nudillos ya están blancos, su ceño se frunce más y eso me asusta.

—Lo amas— ríe entre dientes mirando hacia otro lado. De repente, eleva sus manos y las choca con la pared haciendo que se destruya y que me asuste—. ¡¿Lo amas?! ¡¿Es en serio?!

—Mira, cálmate... Podemos hablar civilizadamente...

—¡Ese es el problema carajo!— grita golpeando otra vez la pared—. ¡No puedo!

—Deja de gritarme— susurro cerrando los ojos.

—¡¿Cómo quieres que deje de gritarte si la mujer que amo, ama a otro?!— su respiración es agitada y la mía igual.

Mi cuerpo comienza a transpirar del miedo que tengo. Noto como las lágrimas ya van acumulándose en los ojos de Matt haciendo que solo mire hacia arriba para no llorar pero no puede.

—No tienes que amarme— digo negando con la cabeza mientras veo lágrimas que se derraman rápidamente por sus mejillas.

—Alejandra Rodríguez— dice mirándome—. Tú, humana, con tan solo diecisiete años lograste enamorarme como un estúpido— se tira al suelo y escucho un sollozo desde lo más profundo de su garganta—. ¿Cómo es que tú eres la única que ve esta faceta de mí? ¿Cómo es qué te amo?— se limpia los ojos y se levanta. Sigo con mi vista todos sus movimientos. Me agarra de las manos y me atrae hacia él—. ¿Cómo es qué eres tan hermosa?

Aguanto la respiración por su pregunta y si él no hubiera estado ahí ya me hubiera caído ya que mis piernas temblaron pero estuvo ahí para sostenerme. Ahora que veo bien sus ojos, no sé de qué color son... a veces sus ojos los veo azules pero ahora están de un color beige.

Sus ojos son hermosos...

«¿Qué piensas Alejandra? Tú amas a Kyle», dice mi conciencia.

Pero... no es malo mirar.

Estamos demasiado cerca y eso me asusta pero a la vez me gusta. Ya no hay más lágrimas derramándose por sus mejillas y eso me alegra, ya que cuando estuvo en el

suelo llorando, sentí tanta tristeza e impotencia de no poder hacer nada porque me bloqueé.

—¿Kyle o yo?— pregunta haciendo que abra los ojos, no me había dado cuenta que los tenía cerrados.

Y ahí es cuando me doy cuenta de todo, y me cae como agua fría en invierno. Kyle. Ayer y hoy lo besé dándole a entender que lo quiero y que lo amo, también le acabo de decir hace unos minutos a Matt que amo a Kyle pero ahora estoy en duda. Hay tres chicos en mi vida que han dado un giro completo a mi vida, empezando desde Kyle que lo conocí hace ya creo que 8 meses o más, tuvimos una relación que duró un buen tiempo hasta que llegó Matt y me borró los recuerdos. 

Hasta que llegaste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora