Dos Semanas

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Narra Shikamaru

Me siento muy cansado, creo que Temari tiene razón me he sobrecargado de trabajo gracias a Kamisama tengo el día libre hoy, aunque al mediodía llegan mis cuñados, tengo unas horas para dormir me dije bostezando.

Me cambié de ropa y me metí a la cama, me acomodé y abracé a Temari por la espalda estaba tan cálida, me gusta el olor a Jazmín de su cabello.

— Shikamaru... —habló entre dormida y despierta— ¿Qué hora es?

— Temprano amor —bese su cuello y sentí como ella se estremeció— durmamos

Dormimos unas horas más hasta que escuché a Temari en el baño, me levanté y abrí la puerta.

— No quiero que veas esto...

— Mujer esto es normal no tienes que esconderte de mí

Le extendí la mano para ayudarla a levantarse, cogió el cepillo de dientes y empezó a lavárselos

— No me gusta sentirme vulnerable... pero supongo que esta bien... ¿te desperté verdad?

— No importa, ya es momento de salir de la cama van a dar las 11am... ven vamos a bañarnos en una hora tendremos visita.. —le dije abrazándola por la cintura

— ¿Visitas? Pero si la reunión fue ayer, pensé que pasaríamos mi última tarde juntos, mañana regreso a Suna y no te veré hasta la boda.

— No comas ansias mujer, pasaremos la tarde en familia te lo prometo —bese su frente—
ahora a bañarse, te ayudaré a sobarte la espalda.

— Shikamaru te conozco algo me ocultas, y muy aparte de eso tu no quieres sobarme la espalda... tus intensiones son otras...

Que bien me conocía después de lo ayer le tenía ganas.

— Y según tu, ¿cuáles son mis intenciones?

— Uhmm pues no lo tengo muy claro todavía pero me gustaría que me las aclares —respondió desabotonándome la parte de arriba de mi pijama

— Veras mujer... —saqué su camisón por arriba — yo solo quiero ayudar a enjabonarte los lugares que no alcances con tus lindas manos —dije mientras besaba su cuello

— Shi... Shikamaru eres un tram... poso —respondió mientras se estremecía bajo mis besos y caricias, amo verla así

Camine con ella hasta la ducha, abrí la llave e hicimos el amor bajo el agua, hacía tanto tiempo que no hacíamos algo así que estuvimos casi una hora.

Cuando salimos de la ducha me cambié rápidamente y bajé a ver mi madre, Temari se quedó en la habitación escogiendo un vestido de los tantos que le habían obsequiado, le dije que quería verla linda para la visita y ella sonriente asintió.

— Vaya al fin despiertas... ya va ser mediodía pensé que no bajarías, ¿y Temari?

— Esta alistándose, no sabe que vestido ponerse, nunca la había visto así.

— Los vestidos que le han regalado son preciosos, ella estuvo muy agradecida cada que habría uno le gustaba más que el anterior.

— Eso veo, tiene tres estirados en la cama —sonreí—... y dime en que te ayudo.

— Pues la verdad ya tengo todo listo, ayer la madre de Ino y las del Clan me ayudaron a limpiar cuando se fueron todos así que la casa ya estaba limpia, cocine la comida que le gusta a tus cuñados, sobretodo a Kankuro.

— Bien, gracias mamá y no solo por lo de ayer, yo sé que nunca te he dicho esto pero siempre haz cuidado de mi, y ahora cuidas de Temari como una hija más y te lo agradezco mucho.

Mi Celoso Vago Donde viven las historias. Descúbrelo ahora