¡Yo no me rindo!

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En en lugar donde se encontraban los Kages el marionetista junto al Consejero miraron a Shikari y Katsuki, ambos con el cuerpo incrustado de huesos puntiagudos

— ¿Ya gané? —preguntó mirando a ambos en la misma posición

Metal Lee estuvo a punto de levantar la mano hasta que una ventisca hizo que todos se cubrieran y nadie pudiera ver absolutamente nada.

— Pero... ¿dos Shikaris? —dijo Taro estupefacto ante la imagen

Shikari estaba de pie encima de su tessen mientras los presentes recuperaban la visión de polvorín levantado.





— ¿Cómo es que hay dos Shikaris? —preguntó Boruto— una esta...

— Desmoronándose... no puedo creerlo... tú eres...






La Shikari que estaba con los huesos incrustados en el cuerpo se desmoronaba en arena al igual que el Katsuki en el otro extremo.

— Son unos monstruos... —susurró Taro buscando al Katsuki real con la mirada por todo el coliseo

Las personas murmuraban perplejas pues pensaban que de verdad ambos niños habían sido heridos de gravedad.






— Mami Shikari está volando

— Si Shikamari...

— ¿Princesa usted sabía de esa habilidad? ¿Usted también la tiene?

— De hecho mis hermanos —respondió mirando Ayumi— pero esta técnica en particular es de mi hermano Kankuro...







— ¿Dónde está el otro chico? —preguntó Kurotsuchi mirando como el cuerpo de Shikari y Katsuki seguía desmoronándose

— Los marionetistas no necesitamos estar frente a nuestros oponentes para mover los hilos de nuestras marionetas... ni Shikari, ni Katsuki estuvieron presentes en ninguno de sus combates anteriores y tampoco estuvieron al iniciar este

Los Kages juntos con sus manos derechas miraban asombrados

— Pero ahora Shikari si esta —todos miraron al consejero— quién aún no aparece es ese otro chico.

El marionetista miró la arena buscando los hilos.







— Dañaste mi marioneta —dijo enojada— no tendré piedad... Karasu se siente atrapado y es tu culpa niño bobo.

Taro retrocedió no sin antes mirar a su alrededor sacando nuevamente puntiagudos huesos de sus manos para lanzarlos.

Shikari se acomodó en su tessen y mordió su dedo haciendo su más fuerte Jutsu de invocación

— ¡Fūjin y Raijin No Jutsu!

Una inmensa e incontrolable tormenta de viento y rayos apareció desprendiendo los puntiagudos huesos, la tormenta los desprendía y los rayos los trituraban.

— Shikari... —susurró la princesa— lo lograste







— Claro que lo logró —dijo el marionetista mirando la reacción de su hermana a lo lejos —sonrió

— ¿Cómo es que esa niña tan pequeña puede hacer eso? —preguntó el Raikage

— Shikari uso un Jutsu de invocación legendario, un Jutsu que mi hermana no pudo controlar por la inmensa cantidad de Chakra que requiere —respondió el marionetista— Gaara y yo se lo enseñamos

El Kazekage asintió

— En el folflore japonés Fūjin el Dios de los vientos y Raijin el Dios de los truenos y rayos desataban las peores tormentas jamás antes vistas —agregó el Kazekage— al principio no creímos que pudiese controlar la fuerza del Jutsu porque en su momento Temari no pudo.

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