Mi Celoso Vago

Cartas

Konoha 🍃

⏰Semana y media después - Atardecer

Narra Shikadai

Era nuestra hora de descanso pero siempre habían peleas de Taijutsu que nos entretenían

— ¡No te dejes Yuki! ¡Levántalo! —gritaban

— ¡Satoshi no seas cruel lo vas a matar!

— ¡Vaya, veo que se divierten! —dijo Aoshi entrando junto con Meilin— ¡Satoshi si lo vas a matar hazlo de una vez, tengo cartas que repartir!

¿Cartas? Bajé del árbol donde estaba recostado.

— ¡Tetsuya! —llamó mientras caminaba— Solo una y es de su mamá...

Todos se empezaron a reír burlándose

— ¡Cállense! —respondió cogiendo su carta.

— ¡Hyde! —se puso de pie— ¿Cinco cartas? —revisó el remitente, siempre lo hace— ¿y todas chicas? Eres un Don Juan —le entregó

— Son mis chicas —respondió levantando las cejas

— Eres un cerdo... —intervino Meilin— chauvinista como todos

— Te respondería pero prefiero leer mis cartas —respondió guiñándole un ojo— nos vemos en la guardia

— Bueno seguimos ¡Shikadai! —cuándo me llamó prácticamente corrí y estiré mi mano— Ah, ah no tan rápido —mierda— últimamente recibes más cartas aunque si sacamos cuentas en más de dos años, Shiomi te envía más cartas que tu prometida, porque te vas a casar con la hija del Kazekage ¿verdad?

— Dame eso.... —se lo arranché

— La hija del Señor Feudal también está comprometida —Uuhhhhh gritaron todos— que pillín eres

— Yo no tengo nada que ver con la hija del Señor Feudal —respondí caminando al árbol

— Ahora la llama "la hija del Señor Feudal" pero cuándo estamos en Kirigakure le dices Shiomi...

— Si, yo también lo he escuchado y los he visto —agregó Satoshi— ella es bastante discreta pero siempre te observa.

— Y lo sigue... —agregó Yuki levantándose del piso— la última vez la vi entrar a su habitación en la posada yo me tuve que regresar no quería ser mal tercio

— ¡Yo no estaba! —grité— Y no le dije que fuera a buscarme.

— Pero oie nadie te está criticando —Aoshi se acercó— tienes derecho a divertirte más si todavía no te casas... Shiomi es muy bonita y Yodo también, tienes suerte Shikadai

— Ahora que lo pienso yo también haría lo mismo que Shikadai —agregó el idiota de Yuki— si Tetsuya tiene cinco ¿porqué Shikadai no podría tener dos?

Los miré y subí a la rama del árbol donde estaba, empecé a saltar alejándome escuchando a lo lejos sus risas y bromas.

Es cierto.

Shiomi no ha dejado de escribirme y tampoco de buscarme. ¿Se lo he contado a Yodo?

Si. Ella lo sabe y aunque no hablamos de ella a profundidad, lo sabe, el tema sigue siendo delicado y sensible para ella. Y todo por mi culpa.

Me acomodé en la rama de un árbol alto buscando sombra del inclemente sol.

Saqué la carta de Yodo y la empecé a leer.