Mi Celoso Vago

Los Hermanos Sabaku No

Narrador Omnisciente

Temari y Shikamaru salieron de Konoha muy temprano por la mañana, su camino a Suna fue tranquilo y sin apuros, el Hokage mandó un ave mensajera avisando la próxima llegada del estratega de Konoha y de la Princesa de Suna.

Hicieron una breve parada en un posada que quedaba cerca de Suna para que Temari pueda descansar, Shikamaru no quería por nada del mundo que su Princesa se extralimitara y eso cause algún daño en su salud o la de su bebé.

— ¿Estás bien?

— Si amor, —la princesa suspiro profundo—
algo nerviosa pero bien, sabes estoy feliz con nosotros, con este embarazo a pesar de no haber sido planeado estoy muy feliz.

— Pero...

— Pero tengo miedo de que mis hermanos se desilusionen de mi, Gaara es el Kazekage y no quiero ser una mancha o un problema para él

— Vamos Temari no es para tanto, a pesar de todo no creo que tus hermanos no sospechen que nosotros intimamos.

— No es eso, una cosa es Gaara y kankuro que igual pese a lo que digas pondrán el grito al cielo cuando se enteren y otra es el Consejo, Suna no es como Konoha, sus reglas son más estrictas ya sabes todo lo que se habló cuando formalizamos nuestra relación pensaron que fue por interés

— Y les demostré que no fue así... el único interés que tengo por Suna es el que tengo por su Princesa

El Consejero enmarcó con sus manos el rostro de la princesa y se fundieron en un dulce beso

— Lo sé y que bueno que hiciste que se tragaran sus palabras, te convertiste en la mano derecha del Hokage y en el estratega de la Unión... pero esto es diferente, estoy embarazada se me va ver horrible casarme con panza

— Se te va ver preciosa... además se supone que te casaras conmigo y solo debe importarte por como yo te vea, y si por mi fuera ya quisiera verte con una barriga grande para consentirte mucho más...

— Shikamaru no digas eso yo quiero verme bien en la boda.

La princesa cristalizó sus ojos, no entendía bien porque se sentía tan abrumada quizás las hormonas estaban jugando con sus nervios

— Mi amor mírame —el Consejero se arrodilló y la tomo de las manos— si eso es lo que te preocupa podemos casarnos en un mes, una vez tengamos la autorización del Consejo de Suna planeamos la boda para que luzcas un hermoso vestido como tanto deseas hacerlo.

— ¿Y qué hay de tu Clan?

— Pan comido —le guiño el ojo— no olvides que soy el líder del Clan, además ellos No objetaron cuando formalizamos es más estuvieron más que complacidos.

— Pues es un alivio que tu Clan sea tan fácil, los viejos de Suna son unos metidos cucufatos y eso es lo que me preocupa.

— Por eso hablaremos con tus hermanos primero, ni ellos ni mucho menos yo aceptaremos que te falten el respeto, eso te lo prometo.

El Consejero le dio un beso en sus manos y luego se levantó

— Lo sé, gracias amor

— Ahora descansa no nos falta mucho por llegar, traeré algo de comida

— Esta bien...

La princesa se recostó esperando al Consejero con la comida, cuando este llegó la encontró profundamente dormida, mientras esperaba a que despertara el consejero recordó todo lo que pasaron al principio de su relación, como el Consejo de Suna se opuso a su relación aduciendo que eran de diferentes aldeas y distintos estratos sociales, Temari y Shikamaru habían pensado en huir juntos si no lo aceptaban solo que nadie lo sabía, por suerte el Kazekage y el Hokage intervinieron demostrando que Shikamaru era más que apto para pretender a la Princesa por el papel importante que jugó en la guerra y el rol que en la actualidad tenía como estratega de la Unión, gracias a eso ellos pudieron formalizar, el propósito del estratega nunca fue económico ni de poder todo lo contrario él solo se había enamorado de la Princesa y ella había correspondido sus sentimientos, ahora ambos formarían una familia.