Namjin's cliches

6. Romance con millonario

-Namjoon es mayor que Seokjin
-Profesor-alumno
-Contenido +18
- +8.000 palabras

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Namjoon dejó caer sin cuidado su teléfono sobre el escritorio y se quitó los lentes para masajearse el puente de la nariz.

Otra vez había tenido una discusión con su madre por no participar en la dirección de la empresa familiar.

Ni siquiera su padre estaba siendo tan obstinado al respecto.

Después de todo, había una larga fila de primos y tíos dispuestos a estar a la cabeza de una compañía próspera e incluso ahí fuera tenían un montón de profesionales competentes luchando en el exhaustivo mundo laboral por un cupo y mientras se les pagara un buen sueldo y se les dieran los suficientes beneficios, las cosas irían bien.

Además, su hermana pequeña había decidido estudiar finanzas y marketing en la universidad y poco a poco comenzaba a tomar más partido dentro de la jerarquía de la compañía.

Namjoon estaba seguro de que todo marcharía bien mientras siguieran pendientes a los libros de contabilidad y asegurándose de que las políticas de la empresa se cumplieran como era debido.

Si de alguna forma, el temor de su madre fuera por las finanzas de Namjoon, era un miedo infundado porque él tenía acciones repartidas en distintos negocios prósperos que se sumaban a las utilidades mensuales de la empresa familiar, más su sueldo como docente en una buena universidad, tenía como resultado una cuenta de ahorro con el dinero suficiente para mantenerse por años sin siquiera preocuparse.

Pero Namjoon sabía que la tozudez de su madre pasaba más por un tema de imagen, odiaba decirle a sus amigas que su primogénito era un simple profesor cuando podría ser CEO de la segunda empresa del rubro automotriz más grande del país.

Nunca se había sentido orgullosa de él, a pesar de que apenas iba a cumplir los 30 años y ya era un profesor que daba clases en la universidad, uno de los mejores, incluso tenia alumnos de postgrado que eran mayores que él.

En solo dos años Namjoon se había forjado un nombre dentro de la universidad y eso lo hacía feliz o al menos satisfecho consigo mismo.

Tomando su maletín y el paraguas cuando reparó en las gotas de lluvia golpeando con fuerza el cristal de la ventana, decidió que ya no le daría entrada a su madre para esos comentarios, ya había hecho suficiente dejándola intervenir hace casi un mes.

Cerró con llave su oficina y probó un par de veces girando el picaporte para cerciorarse que todo estaba en orden, miró hacia el patio del campus y suspiró profundamente antes de abrir el paraguas.

La lluvia se había intensificado de tal manera que las gotas rebotaban una y otra vez en el pavimento ya empapado y le mojaban el bajo de los pantalones.

El agua creaba una cortina tan espesa que apenas tenía visibilidad y casi se pierde el cuerpo encorvado que se protegia bajo el alféizar del edificio de ciencias políticas.

—Oye... —Murmuró Namjoon.

El chico tenía el cabello húmedo, como si hubiera corrido bajo la lluvia hasta lograr refugiarse y apenas estaba abrigado con una sudadera.

Miró a Namjoon con sus grandes ojos y una expresión que iba entre el temor y la confusión, además un camino de lágrimas recorría ambas mejillas.

—¿Que haces aún aquí? Ya no quedan estudiantes en el campus ¿Necesitas que te lleve a algún sitio?

El chico negó y Namjoon lo observó por  otro momento hasta que decidió seguir su camino medio aliviado de que lo rechazara.

Caminó hasta su auto que era uno de los pocos que quedaban en el lugar y al conducir fuera del estacionamiento, tuvo que pasar nuevamente junto al estudiante.