New Rules! (KookV/Yoonmin)

Regla 25

Regla 25:
Lluvia, besos y retrasos.
Yoonmin
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Jimin nunca fue alguien paciente, valoraba el tiempo y la puntualidad, además de amar pasar tiempo con las personas que aprecia. Solo hay un pequeño detalle, una de esas "Personas que aprecia" es el ser más impuntual del planeta tierra.

Su nombre.

Min YoonGi.

YoonGi siempre le decía que era un psicópata de la puntualidad.

Que el pálido llegara tarde no quería decir que el fuera obsesivo ¿Verdad que no?. Su novio solo decía tonterías, además a parte de idiota debía tener algún otro defecto ¿No? Pues ahí esta.

Frotó su nariz con la manga de su suéter, maldiciendo a su hermano por lanzarle alguna clase de conjuro para que justamente su nariz quisiera comenzar a congestionarse de nuevo.

Se fijó en la calle ceñudo, tratando de que su insoportable congestión se disipara antes de ver como una figura venía hacia él, con unos ajustados pantalones rotos y una camiseta negra a juego, con su cabello y lentes.

Enfurruñado hizo un puchero recibiendo a cambio una lenta sonrisa de su novio.

—Tarde otra vez Min YoonGi. Siempre es lo mismo contigo — protestó el pelimorado. YoonGi tuvo la decencia de verse avergonzado.

—Lo siento lindura— ¡Oh es un....ahg!— perdonas a este tonto novio tuyo— YoonGi puso cara triste, Jimin tuvo que desviar su cara a otro lado para no caer en las tretas de ese bribón que tenía por novio.

—Ni siquiera sé para que me molesto, si tengo entendido que eres el ser más impuntual de toda Corea del sur— bufó rodando los ojos.

YoonGi se rió entre dientes.

—Mirale el lado bueno lindura, ya no hay nada que te sorprenda de mi—bromeó el pálido. Jimin dudaba de esa afirmación —ahora quita esa carita de amargado y vamos por ese helado que prometí.

El pálido tomó los deditos pequeños de su chico entre los suyos, entrelazando sus manos con una sonrisa. Jimin sintió las mejillas calientes y maldijo a YoonGi por tener tanto poder sobre él, aunque esbozara una tenue sonrisa de alegría en sus rechonchos labios.

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Jimin podía jurar que estaba a punto de explotar como el vesubio* encima de pompeya, si el chico de la heladería no dejaba de ver a YoonGi como un jodido helado de fresa a quien quiere darle una lamida.

Y como todo buen idiota Min YoonGi no se daba cuenta o se hacia el tonto de todo el coqueteo incesante del contrario.

Cuando entraron a la heladería, juró agradecer que casi no hubiera personas para que pudieran disfrutar como una pareja normal y YoonGi no tuviera un ataque de pánico gay si llegaban a cruzarse con uno de sus amigos, ahora aborrece con toda su alama esa soledad porque el chico de la caja no le quita los ojos de encima a SU NOVIO.

—Jimin— como quería meterle la cabeza dentro de los congeladores —¿Jimin?—el pelimorado parpadeó saliendo de su fantasía de asesinato para mirar al pálido—¿De qué quieres el helado?.