New Rules! (KookV/Yoonmin)

Regla 2

Regla 2: Salir del armario.
Yoonmin

Jimin esperaba a su azabache novio detrás de las gradas, molesto, muy molesto. Hoy sería el día decisivo para dejar salir todos esos sentimientos que le hacían un maldito pozo ácido en el estómago, cada vez que veía a su novio coquetear con alguna idiota durante el almuerzo, o como cada vez que buscaba sus ojos este los apartaba por que "¿Qué dirían mis amigos?", sus amigos podrían irse al infierno. Pensó el rubio mientras gruñía.

Si YoonGi no estaba dispuesto a tener una relación de verdad con él entonces te- ter- terminarían ¡Eso!, si eso mismo, estaba decidido joder, a que si no le daba un ultimátum a su escurridizo novio jamás su relación estancada avanzaría, sólo quedaban dos opciones: salir o la otra palabra.

En lo más recóndito de su alma el rubio no quería pensar, pero últimamente todo se estaba complicando dentro de él, sabía que no era el más popular ni tampoco alguien que sobresaliera, pero nunca le había importado por que la opinión que le importaba recaía en los hombros de su Yoonie, así, que realmente no era de su interés o eso pensaba hasta que sintió la vil puya de la presión social sobre YoonGi quien lo había humillado en la cafetería, sabía que no era su culpa, pero su cabeza se volvió un lío de pensamientos confusos ¿Hasta cuando podría soportar la mentira en la que estaban enredados? Cada vez que  sacaba el tema a colación YoonGi lo esquivaba como si una avalancha cayera sobre él y que más da, lo último que susurraba era "Aun no estoy listo" ¿Entonces cuando? Porque lo que más creía Jimin era que su novio quería seguir como iban enredados en una mentira particularmente espinosa.

— ¿Minie estas aquí?— escuchó como la voz del azabache lo llamaba.

Jimin aplanó los labios y salió de detrás de las gradas, sostenía un libro contra su pecho. Único consuelo que le daba valor, para decir lo que tenía que hacer era ahora o nunca.

YoonGi sonrió cuando vio salir a su lindo ángel, llevaba un lindo suéter azul dos tallas más grande y unos pantalones rotos, internamente el mayor se sentía con suerte de tenerlo como novio.

Su novio.

Sinceramente esa afirmación tuvo sabor en la mente de YoonGi.

Se acercó dispuesto a pegar sus labios contra los de su hermoso pelirosa, pero éste esquivó su beso, llevando su mirada hacia otro lado.

—¿Sucede algo?— preguntó, Jimin jugó con sus dedos asintiendo lentamente.

— Tenemos que hablar— susurró, esas palabras mandaron un escalofrío por toda la espina dorsal de YoonGi. Esas palabras nunca representaban nada bueno.

—¿De qué? — preguntó, un poco a la defensiva sintiendo como su novio se tensaba como un arco.

—De esto—  señaló a ambos de pronto con sus pupilas encendidas. YoonGi apretó los labios, sabía que venía, Jimin volvería a insistir sobre hacer pública su relación, pero él no era el que tenía que mantener una reputación, ¿Qué dirían sus padres? ¿Qué dirían sus amigos? Cuando dijera que le gustaban los hombres. El mundo de horror de Stephen King se quedaría corto.

YoonGi se cruzó de brazos.

— Hablamos de esto casi a diario, realmente no entiendo que es lo que te sucede. ¡Es demasiado difícil entender que no estoy listo para decirlo! — exclamó.

Jimin lo vió con la mirada encendida por la rabia.

—¡No! ¡No, lo entiendo demonios! Cuando todo esto comenzó dijiste que solo serían unos meses para que diéramos la noticia de lo nuestro, han pasado dos años ¡Dos jodidos años y aún no estas listo!— dijo, sus ojos cristalizandose— dices que no soy comprensivo, trató, pero tú no notas por lo que paso, no puedo besarte, ni tomarte de la mano. En los pasillo ni siquiera puedo saludarte por que siempre están tus bastardos amigos alrededor. Sabes, lo he intentando, comprenderte y seguir a tu lado, pero creo que...debemos darnos un tiempo— dijo al final queriendo huir de ahí, se dio la vuelta no quería seguir hablando, no cuando el azabache lo miraba de esa forma. YoonGi sintió como el alma salía de su cuerpo.

Se quedó tieso en su lugar mientras veía a Jimin caminar más alcanzó a reaccionar para tomarlo del antebrazo.

—¡No!— chilló el azabache — Espera, Minie. Hablemos ¿Si?— rogó, Jimin lo enfocó con sus ojos — se que no es fácil para ti, pero por favor dame un tiempo más — le dijo convenciéndolo, el pelirosa no podía resistirse a la tierna cara de su novio.

Jimin asintió soltándose del brazo, esta bien, le daría una oportunidad más. Sólo que ahora sería con sus reglas ya había aguantado lo suficiente.

—Esta bien— dijo, YoonGi avanzó dispuesto a envolver a su lindo novio en un abrazo cuando éste puso su palma contra su cara— Con una condición, es hora de que pongamos algunas reglas. No es justo que solo yo este restringido.

La cara de YoonGi mostró la absoluta sorpresa que eso causó. más solo afirmó en silencio.

—Numero 1...

El azabache presintió que esto pronto lo llevaría a su destrucción.

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