Miraré al cielo

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Decir que esa equivocación no había traído problemas sería mentir. Cuando notó su móvil vibrar repetidamente al rato de subir el vídeo, se preguntó que podría estar pasando para que justo esa cover estuviera causando tanto furor. No creía que fuera para tanto, así que no llegaba a entender cuál era la razón de tanta notificación. Ahí fue, después de llamar a la rubia para que lo eliminase, cuando experimentó de primera mano lo que significaba que las noticias volasen. Había intentado borrarlo él mismo pero por alguna razón no funcionaba, quizás era porque la cuenta de la valenciana era verificada y solo ella podía borrar lo que había escrito. El comentario de Samantha no había estado publicado más de diez minutos, y a pesar de que su cuenta no era famosa, se había hecho viral en cuestión de segundos. Alguien debió verlo y decidió dar la voz de alarma en redes porque la gran Samantha Gilabert había comentado en la cover de un chico que sospechosamente se parecía al dibujo mal hecho que había colgado meses atrás.

Samantha le había colgado nerviosa, sin saber reaccionar de otra manera y corriendo a ver su propio error. No se podía creer que hubiera sido tan estúpida de no fijarse en la cuenta con la que estaba comentando. Después, había vuelto a llamar a Flavio para disculparse mil veces con él por lo que había pasado. El chico la prometió que no pasaba nada, pero ella se quedó con un mal sabor de boca igualmente y le avisó de que no iban a poder hablar mucho al día siguiente por la mañana porque tenía varias reuniones por la película. A Flavio no le gustó que la conversación acabase de esa forma tan fría, pero entendía de sobra que Samantha se sentía mal y que no quería hablar mucho más del tema en ese momento.

Él también se quedó mal y tuvo que poner privada su cuenta porque todo se le estaba llenando de mensajes y los seguidores le estaban subiendo como la espuma haciendo que se sintiese fatal. La gente estaba hablando de él como si no pudiera verlo, y de hecho hasta le nombraban sin venir a cuento en mitad de conversaciones. No pudo evitar mirar algunos comentarios, y vio como incluso había gente que se había descargado sus covers antes de ponerse la cuenta privada y estaban comentándolas en una completamente ajena a él. Se encontró comentarios positivos pero también algunos diciendo que qué hacía Samantha con alguien como él, cosa que no le hizo especial gracia. Sabía que encontraría de todo cuando lo dijesen, pero no le había dado tiempo a mentalizarse porque había sido todo de una manera inesperada. Pero, sin lugar a dudas, lo que más le había entristecido era que tuvo que pedir a sus hermanos, amigos y primos que se pusieran sus propias cuentas privadas porque estaban llegando a ellos para subir fotos sin preguntar.

Se había ido a dormir temprano después de que Anne y Gèrard le intentasen animar un poco sin mucho éxito. Le habían dicho un millón de veces que estaban ahí si necesitaba algo, y que no se preocupase porque seguro que el tema quedaba en nada al final y solo había sido el momento de emoción general de la gente al verlo. Sin embargo, lo que le había dejado peor era no saber nada más de Samantha esa noche. Le había escrito después de todo para decirle que si quería que hicieran la videollamada acordada, pero ella le había dejado en leído. No quiso insistir más y se fue a dormir con la incertidumbre de lo que iba a pasar por la mañana.

No había conseguido dormir demasiado por el miedo y los nervios. Había apagado la alarma antes de que sonase y se había levantado bastante antes de lo normal para irse a trabajar. Le tocaba abrir la tienda a las diez, pero quería ir andando para ver si le daba un poco el aire para despejarse. Desayunó solo, sin hacer ni un misero ruido para no molestar a sus amigos que seguían durmiendo antes de tener que levantarse para ir a trabajar como él. Aprovechó para mandarse un par de mensajes con su hermana, y ésta le prometió que iba a hacer todo lo posible porque sus padres se enterasen lo más tarde posible para no preocuparles. Además, tenía la ilusión de poder presentar a Samantha a su familia en algún momento sin necesidad de que se enterasen por la televisión de que estaba saliendo con ella. Con suerte, no iba a pasar nada y todo quedaría en una anécdota.

Cuando se alineen las estrellas • Flamantha •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora