Todo aquello que nunca fuimos ▪︎ PEDRI GONZÁLEZ

ROTA

Aparco el coche justo enfrente y me bajo del coche. Son las siete y media de la mañana. Meto la llave en la cerradura y abro intentando hacer el menor ruido posible. Me quito los tacones y los cojo con la mano. Camino sin encender la luz hasta que se enciende la luz del salón.

-Fernando me cago en ti que susto me has dado-digo pegándole un pequeño empujón.

Me llevo la mano al pecho y me recupero del susto.

-¿Qué haces despierto?-me quejo.

-Estábamos preocupados por ti, no cogías el teléfono-dice él un poco triste.

-Me he quedado sin batería-miento.

Le doy a encender para que vea que es verdad, obviamente el móvil no se enciende porque está apagado.

-¿Vas bien?-pregunta Fer.

-Si voy bien, joder parecéis mi madre-tiro el bolso al sofá-tengo veinte años, soy mayorcita. Sé de sobra lo que hago y dejo de hacer. Y si fuese mal es mi problema, no el vuestro.

Y dicho esto me meto en la habitación que tienen libre. No quiero ver a nadie y mucho menos quiero dormir con Pedri. Me quito la ropa y me quedo tan solo con las bragas. Me acuesto en la cama e intento dormir.

***

Me despierto a las seis y media de la tarde. Escucho a Pedri y a su hermano jugar a la play. Desenchufo el móvil y lo desbloqueo. Lo primero que veo es que un medio de comunicación habla de nosotros, no le doy importancia y me levanto. Me pongo el top negro que llevaba ayer por la tarde noche y salgo de la habitación en bragas, como de costumbre. Camino hasta la cocina y obviamente tengo que pasar por delante de ellos.

-Hola-dice Fernando, pero yo lo ignoro.

Bebo un poco de agua y acabo de recoger mis cosas. Saco una falda vaquera muy corta y un top negro palabra de honor que solo me cubre el pecho. Me pongo una camisa blanca casi transparente por encima y me hago un moño despeinado.

Vuelvo a salir de la habitación y voy directa a la cocina. Cojo un melocotón y lo pelo. Salgo de la cocina y observo como juegan mientras me como el melocotón.

-¿Podemos hablar?-dice Pedri dejando el mando de mala gana en el sofá.

Yo me encojo de hombros y miro al suelo.

-Por favor-dice él.

-Vale-tiro el hueso del melocotón a la basura y me siento en el sofá.

Fer se disculpa y nos deja solos. Miro a Pedri que tiene la mirada perdida.

-Ayer no bebí nada, solo me hice un cubata y estuve bien toda la noche-digo para romper el hielo.

Pedri asiente, pero no dice nada. Me estoy desesperando. Odio cuando hace esto.

-¿No vas a decir nada?-le digo enfadada.

Levanta la mirada del suelo y me mira a los ojos.

-Giorgia, ¿tú me quieres?

Abro los ojos como platos y me río sarcásticamente. No me puede estar preguntando esto.

-¿Tú eres tonto?-le digo-Creo que es obvio.

-¿No has estado jugando conmigo?-dice él tajante.

-¿Qué cojones estás diciendo?-ahora mismo estoy flipando.

Me estoy enfadando y mucho, no sé que mosca le ha picado.

-Te has aprovechado de mí-dice él levantándose del sofá y gritando.