LA CONFIANZA CARIÑO

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*este capítulo contiene alguna que otra escena subida de tono (+18)*

Nos besamos con ganas, todo mi cuerpo se acelera. Cada centímetro de mí pide más. El calor se apodera de mí. Le cojo la cara con las manos y le miro a los ojos mientras le chupo los labios. Noto la hinchazón en mis labios, nos estamos besando con muchísima intensidad. Me siento en la cama mientras Pedri pasa a devorar mi cuello. Me quito la camiseta y la falda y tiro las prendas al suelo. Ahora mismo me arrepiento de haberme puesto una ropa interior tan simple. Tan solo un sujetador negro y un tanga del mismo color cubren mi cuerpo. Pedri recorre todo mi cuerpo con la mirada y yo sonrío.

-¿Que pasaba en tu sueño?-pregunta acercándose a mí.

Posa sus labios en mi cuello y yo llevo mis manos a su pelo. Le chupo el lóbulo de la oreja mientras nos dejamos llevar.

-Primero nos besábamos-digo con la respiración agitada.

Se separa de mi cuello y yo me siento encima suya, pego mis labios a los suyos. Su boca se mueve desesperadamente. Quiere más. Me alegra saber que también quiere más.

-¿Luego?-dice él a pocos centímetros de mi boca.

-Te tumbabas en la cama y yo me ponía encima de ti.

Lo empujo hasta que está completamente tumbado y me subo encima de él.

-Comenzaba a darte besos-me acerco a él-desde aquí-le doy un suave beso en los labios-hasta aquí-paso mi mano por su erección.

Pedri no dice nada, solo sonríe. Paso mis labios por sus mejillas y luego le beso bruscamente los labios. Él coloca sus manos en mi culo y me aprieta fuerte contra él. Recorro su cuerpo con mi lengua, paso por su cuello, luego la paso por su abdomen y me detengo en la cintura. Juego con la goma de los pantalones mientras él aprieta mi trasero. Le quito los pantalones y meto mi mano dentro de los boxers y le acaricio su erección. Mis labios buscan los suyos, nos besamos una y otra vez mientras mi mano juega con su miembro.

-Pareces más tímido de lo que eres-le digo.

-La confianza cariño-responde él.

En un movimiento brusco cambiamos los papeles, ahora soy yo la que está tumbada en la cama y el que está encima es él.

-Me toca.

Me coge las manos y las sujeta por encima de mi cabeza, se coloca de una forma en la que no me puedo mover. Me besa el cuello con demasiada intensidad, me da miedo levantarme mañana con un chupetón. Su mano izquierda se desliza entre mis pechos pero no los toca. Arqueo la espalda y me quita el sujetador. Nuestros labios vuelven a juntarse mientras él masajea mis pechos con la mano que tiene libre. Sigo sin poder moverme y me excita muchísimo. Mientras nuestras bocas se mueven a la perfección, sus dedos recorren mi abdomen. Arqueo la espalda cuando noto su mano pasar por debajo del tanga.  Acaricia mi vagina para luego introducir un dedo dentro de mí. Gimo ante el contacto dentro de mí. Nos miramos a los ojos mientras introduce otro dedo, quiero más necesito más.  Él me observa mientras yo pierdo el sentido. Sus dedos se mueven a la perfección dentro de mí.

-Pedri-digo con la respiración agitada, apenas puedo hablar-quiero más, necesito más.

No hace falta que diga nada más, saca sus dedos y me libera las manos. Se deshace de mi tanga y seguidamente se quita los boxers.  Abre un cajón de la cómoda y saca un preservativo.  Se lo pone y se coloca encima de mí, introduce su miembro y gimo. Estaba deseando este momento. Sus movimientos son firmes, no son fuertes ni bruscos. No necesitamos follar duro, nos basta hacernos el amor. Mientras entra y sale de mí nos miramos a los ojos, el sonríe y yo hago lo mismo.  Me quita el pelo de la cara y me acaricia la mejilla. Sus embestidas cada vez cogen más ritmo y van más rápido. Mi boca busca su boca, nos besamos apasionadamente. Una, dos, tres, hasta diez veces entra y sale de mi. Me vuelve a besar y sale completamente. Se tumba a mi lado y me indica que me suba encima. No hace falta que me lo diga dos veces. Me coloco encima de él e introduzco su pene dentro de mí. Me muevo rápido, estoy a punto de llegar al clímax. Pone sus manos en mis caderas y guía mis movimientos. Me muevo más rápido, gimo y gimo una y otra vez. Chillo cuando llego al clímax, siento una explosión de sensaciones mientras que él acaba de llegar al paraíso.  Caigo rendida en su pecho, ambos tenemos la respiración agitada. Siento el latido de su corazón acelerado. Pedri me coge de la mandíbula y me besa. Quizás sea el beso más sincero que nos hemos dado.

-¿Qué tal estás?-me pregunta acariciándome la mejilla.

-Bien-respondo aún con la respiración agitada.

-¿Cómo en el sueño?

-Muchísimo mejor-le respondo.

Sonrío como una estúpida. Le doy un beso en los labios. Estoy pilladísima de él y lo que acaba de pasar ha avivado todavía más lo que siento.

-¿Salimos a cenar o nos quedamos aquí?-dice él sentándose en la cama y sentándome encima de él.

Me encojo de hombros mientras él retira el pelo de mi cara. Estoy sudada y se me pegan cada dos por tres.

-Si tienes hambre dilo, ¿vale?

Yo asiento. No quiero que nada ni nadie arruine este momento.  Apoyo mi cabeza en su hombro y él acaricia mi espalda.

-¿Que vas a hacer en vacaciones?-le digo mientras cierro los ojos.

-No lo sé, estoy esperando la convocatoria de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos.

-¿Crees que tienes oportunidad de ir?

-Se habla de que puedo ir pero no me lo quiero creer. Hasta que no lo vea no me lo creo.

-Estoy segura de que vas a ir. Eres puro talento.

Sus manos siguen en mi espalda y yo sigo pegada a su pecho.

-¿Tú que vas a hacer en vacaciones?

-Supongo que iremos a Nápoles como todos los años-le informo-aunque si al final te convocan voy contigo hasta el fin del mundo.

Pedri me mira y sonríe.  Es increíble todo lo que nos decimos con tan solo mirarnos. Nuestra conexión fue especial desde el primer día que nos vimos.

-¿Harías eso por mí?-pregunta en un tono muy tierno.

-Sí, es más, te prometo que si puedo voy a ir a todos los partidos.

Sonríe, puta sonrisa. Cada vez que sonríe me muero. Tiene la sonrisa más bonita del mundo. Me muerdo el labio inconscientemente y él me lo toca con el dedo.

-¿Qué piensan tus padres de todo esto?-pregunta mientras se tumba en la cama conmigo aún encima de él.

-Sinceramente no lo sé, parecen contentos, pero pueden estar haciendo el papelón de sus vidas-me sincero-tengo 20 años, puedo hacer lo que me dé la gana.

Mis padres siempre me han dejado hacer lo que quiera, muy pocas veces me han prohibido cosas. Siempre han sido muy permisivos.

-A cenar-dice Pedri dándome una cachetada en el culo.

Me levanto de encima suya y siento como la vergüenza se apodera de mí.  Estoy completamente desnuda. Saca dos boxers y dos pantalones cortos del barça y dos sudaderas. Nos vestimos bajo la atenta mirada del otro. Nos abrazamos y saco mi móvil, tengo que aprovechar que estoy con él y nos hacemos un montón de fotos.

Salimos de la habitación y Fernando nos indica que ha pedido pizza, son más de las doce de la noche. Pedri se sienta en una silla y me coge de la cintura para que me siente encima de él, acto seguido pone su mano en mi cuello y me besa. Definitivamente no quiero separarme de él.

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Quiero pedir perdón, es la primera vez que escribo escenas subidas de tono detalladas. Prometo mejorar. Espero que os esté gustando la novela!! Voy a intentar subir dos capítulos por día,  aun así, si no subo dos, sí o sí, cada día tendréis un capítulo. Besosss!!♡♡

Todo aquello que nunca fuimos ▪︎ PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora