Capitulo 18

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POV CALEB

-Diablos, diablos, diablos...- murmuré mientras caminaba en círculos en el cuarto de Harper, había hecho una lista de razones por la cual la idea que tenía era pésima, y razones por la cual era increíble.Sin embargo, seguía preocupado por qué tan mal podría salir aquello, Harper había estado emocionada con mi idea apenas le conté, pero no pude conversarlo lo suficiente con ella por qué se fue a la cabaña de uno de sus amigos cachorros.

Suspiré y rápidamente tome en mi mano la pequeña roca volcánica con un rubi que Harper guardaba en su mesa de noche, la misma roca que ella me explico la ayudaba a "invocar" a su hermano mellizo -Hola Nai...Oh, Caleb- su reacción rápidamente mostró su confusión, su cabeza ladeándose ligeramente, tenía el mismo hábito adorable que Harper tenía -Hola, disculpa, estabas ocupado?- pregunte suave, me miró con un brillo divertido en sus ojos, como si pudiera notar mis nervios y aquello le divertía -No, nada que no pueda esperar... pero Harper no está, he de suponer que tú me llamaste... que requiere mi pajarito favorito?- preguntó dando un paso hacia mí y sonriendo dulce -Pajarito?- le pregunte, por su risa fue obvio para mí que yo era un chiste para el...comienzo a arrepentirme de esto.

-Sabes? Tu nariz se arruga cuando estás confundido- comentó dando un pequeño toque a mi nariz con la punta de su dedo índice, sonrió tan inocente que por un segundo logre reconocer que tal similar era a Harper físicamente -Me confundo cuando me llaman pajarito- le explique lo obvio.Solto una risa y se sentó en la cama de Harper -Mm... bueno, los murciélagos son como pajaritos y tú eres un murcielago así que tiene sentido...aparte que me gustan los pajaritos- comentó y tomó la almohada de Harper.La acomodo y se recostó para colocar su cabeza y verme desde ahí cómodamente -Evitas decirme por qué me llamaste- comentó leve.Vacile un momento -Yo... creo que sería bueno para nosotros conocernos mejor... supongo que tú no tienes muchos conocidos vampiros... aparte que ambos queremos mucho a Harper así que sería bueno que nos conozcamos y nos sintamos cómodos juntos- intente explicar aunque mis palabras salían torpemente -Entonces quieres que seamos amigos?- preguntó curioso y asentí rápido... no era exactamente mi propósito pero por el momento funcionaria.

-Bien, entonces vamos- se levantó y pasó un brazo por mis hombros, guiándome fuera del cuarto -A donde vamos?- pregunte rápido, sin entender lo que el raro demonio intentaba hacer -Me llevaras por un helado... aquí tienen helado, cierto?- asentí rápido a su pregunta y me dio una palmada en el hombro -Bien, llévame pajarito- sin embargo apenas salimos del cuarto se aferró leve a mi brazo y caminaba rápido, casi jalandome con él aunque se detenía a intervalos para asegurarse que yo le mostrará el camino fuera del castillo.No recordaba haberlo visto tan nervioso desde que Harper lo invito por primera vez al castillo, esa vez habíamos estado solo en su cuarto y él se mantenía algo paranoico volteando a cualquier ruido y demás, yo sabía que no se sentía cómodo ahí aunque la presencia de Harper lo relajara.Lo lleve hasta el auto y tomó aire, sus músculos destensandose rápidamente y su postura corrigiéndose a una más cómoda, preferí no cuestionar aquello y solo conduje, viéndolo ocasionalmente.

-Hay mucho sol aquí- comentó repentinamente -Es un hermoso día, el sol brilla muy bello- concorde y él se removió leve en su asiento, huyéndole a la luz -No me gusta el sol- se quejó leve.Al estacionar lo mire un momento, una parte de mi quería darle una palmada en la nuca para ver si recordaba que especie era, tal vez yo no fuera experto en demonios pero realmente no podía entender como un demonio se quejaba de La Luz cuando se supone que yo soy el vampiro y debería tener esas reacciones -Oh, ni me mires así, tampoco me gusta el sol de mi mundo, no te quejes- me dijo como si leyera mi mente y salió del auto.No tarde en bajarme y seguirlo aunque en un momento aferro su mano a mi brazo, dejándome llevarlo a una heladería.

Aunque tuviera sus momentos de rareza... debia admitir que Fai era fascinante, todo de él te llamaba la atención.Sus ojos brillantes que variaban entre gris y ámbar según su forma vampiro o demonio... la forma en que la tez pálida chocaba con los tatuajes de tinta negra que subían por su espalda hasta su nuca y hombros, unos picos de tinta abrazaban parte de su cuello y se detenían en su clavícula aunque después podías ver sobresalir una parte entre las mangas de su camiseta -Buscas algo pajarito?- preguntó juguetón y solo negué rápido antes de comer un bocado cuando el mesero nos entregó los helados -Solo veía tus tatuajes- comente casual -No son tatuajes, son marcas de nacimiento- me explicó con obviedad, riendo un poco burlón.

Entre Corona Y DagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora