El rubio recorría su cuarto de una esquina a la otra, causándole dolor de cabeza al kwami quien lo miraba preocupado. ¿Qué había escrito aquella niña en el papel como para causarle tal frustración?
Su portador se había sorprendido con gran felicidad al ver que la castaña le había dejado otra nota, algo que no esperaba. Pero su humor cambio radicalmente al leer su contenido. ¿Le había dicho que la dejase en paz? ¿Que le diría al director si continuaba acosándola?
No lo creía posible, él se había tomado el atrevimiento de vigilarla para saber si debía proteger a su portador de posibles malas intenciones, pero esa chica parecía más pura que agua mineral.
¿Entonces?
Cansado de solo ver al rubio dando vueltas, voló hacia la mochila y desdoblo el papel para ver su contenido.
"No deberías fingir ser alguien más, cada uno es especial por su esencia, por aquello que nos hace ser nosotros mismos.
Me gustaría conocerte algún día. Al verdadero tú, aquel al que le hicieron creer por rechazos que no valía la pena.
Estoy segura que tienes mucho que ofrecer y me gustaría verlo con mis propios ojos. Si estas dispuesto, yo ansío conocerte.
_.F"
Plagg se sorprendió ante las palabras de la fémina. No decía nada malo, al contrario, le ofrecía una oportunidad de mostrarse como es.
—¿Puedes dejar de girar como carrusel y explicarme qué te aflige? —cuestiono sin paciencia al salir de la mochila y ver al humano casi arrancándose los rizos dorados.
—No puede conocerme, Plagg. ¿Cómo reaccionaria si se entera que soy Adrien Agreste? Mi cara empapela casi toda la ciudad, es imposible que no conozca el mismo estereotipo que el resto. —El rubio habló atropelladamente, con miedo de solo pensar en que todo lo que había logrado con ella se arruinase—. Además de que debería explicarle de donde la conozco, y sabría que, siendo hijo de Gabriel Agreste, nunca podría ir a una fiesta de disfraces, y que la única manera de escaparme seria si...
—Fueses Chat Noir—susurró el kwami al ver que su dueño no podía terminar la frase.
Adrien se lanzó a la cama mientras se frotaba la cara con las manos.
—¿Por qué no nací siendo hijo de un masajista o un panadero? —habló con pesar.
—O del dueño de una quesería. —Se permitió soñar el pequeño ser volador. Agitó su cabeza para volver al tema principal—. Pero las cosas no sucedieron así y debes buscar soluciones desde donde te encuentras, no imaginar mundos alternos.
—Aún no puedo conocerla, Plagg. No quiero que sepa quien soy, no podría... —Su voz pareció temblar en esa ultima parte, dejándole un mal sabor de boca al pequeño—. No podría soportar otro rechazo. —Acabo la frase con un hilo de voz.
Otro rechazo.
No, él no podría continuar si ella también le rechazaba. No era momento de que supiese quien era, aún debía hacer más por enamorarla. Aunque fuese desde el anonimato se encargaría de que tuviese sentimientos hacia él, así le daría una verdadera oportunidad cuando supiese quien era y no se dejaría llevar por lo que el mundo creía de Adrien Agreste.
No podría soportar que ella se enamorase de esa mascara que utilizó durante años.
—Entonces dile —la voz de Plagg lo trajo de nuevo al mundo—. Dile que aún no es momento, estoy seguro que ella esperara.
No solo estaba aconsejando a su portador, buscaba cuidarlo, cuidarlo de otra desilusión.
Plagg no podría soportar ver llorar a su niño otra vez.
🐾
"Deberá disculparme, mademoiselle, pero el juego perdería su gracia si se enterase quien soy tan pronto.
Pero le aseguro que algún día logrará conocerme, jurándole que le mostraré a mi más verdadero yo.
A.A"
—¿_____? —Guardo la nota velozmente al escuchar la voz de Aurora acercándose—. Te estaba buscando, ¿volvemos juntas?
—Claro —dijo mientras cerraba su casillero y avanzaba para caminar junto con la rubia.
Salieron de la secundaria, _____ sintiendo una mirada fija en ella, pero sin encontrar al responsable.
—Aurora —llamo la castaña y espero a que su amiga demostrase estarla escuchando para continuar —¿Tú crees que los gatos cumplen sus promesas?
—¿A que viene eso? —Rio la rubia sin entender qué la llevaría a tener esa duda. Como respuesta solo recibió un encogimiento de hombros, por lo que pensó unos segundos antes de responder—. Yo diría que si, después de todo son muy entregados con su querer, por algo existe el dicho: "La curiosidad mató al gato"; fue tan entregado en su meta de conseguir la verdad que estuvo dispuesto a morir.
_____ analizó sus palabras antes de asentir conforme.
—Espero que no te equivoques —dijo dejando más confundida a su amiga, pero sin darle ninguna explicación—, porque ansío conocer a cierto gatito.
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¿Les va gustando el libro?
No será demasiado largo, como ven los capítulos son cortos y la historia avanza dentro de todo rápido.
Mi idea era hacerla de 10 capítulos máximo y que fuese únicamente de notas, pero mi mente vuela y se me es imposible solo hacer notas cuando siento que hay mucho más por contar.
Sin más que decir, no olviden votar y comentar; nos vemos en el próximo capítulo♥
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Para la chica que sanó mi corazón | Adrien Agreste y tú
Fiksi PenggemarLuego de otro rechazo por parte de Ladybug, Chat Noir queda destrozado en una de las calles parisinas, sin esperar que una dulce señorita se acerque a consolarlo. Antes de incluso darse cuenta la noche había terminado y el héroe gatuno estaba dispue...