🐾 ONCE 🐾

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"Tu cabello brillante como el sol, tus ojos adictos como café.
Me pregunto si aceptarás quien soy, o si será una catástrofe.

Todos los días nos vemos, y espero que puedas ser mía.
Juntos nuestro amor puede ser real, por favor, ¿podrías amarme sin pensar más?

A.A"

Ese era el poema que el rubio le había dejado días atrás a la latina. Una pequeña idea que había surgido en una noche de desvelo y que Plagg había insistido que la plasmase en un papel para entregárselo. 

No había recibido respuesta después de entregarlo, y tampoco esperaba hacerlo. Sabia que él enviaba más notas de las que recibía y estaba bien con eso, era parte del juego, puesto que a pesar de no responderle, _____ lo buscaba constantemente.

Sin embargo, no se esperaba que días más tarde le enviase esa nota alabando su palabrería. ¿Por qué tan de repente? ¿Qué había pasado para que enviase dicha nota ahora?

—¿Cómo vas con el plan enamorando a _____? —Nino dejo la bandeja con su almuerzo a un lado de la del rubio y tomo asiento, viendo como el ceño de su amigo estaba fruncido, como si intentase entender algo.

—Si te soy sincero, no tengo ni idea —suspiro alejando su bandeja para dejar caer la frente contra la mesa. El de gorra hizo una mueca y busco una manera de levantarle el animo a su amigo.

—El cine parecía gustarle, ¿por qué no le dejas una nota para ir juntos? Si ella asiste, será porque quiere verte, cosa que es obvia; y al tener que estar en silencio por la película, te ahorraras decirle alguna idiotez hasta que tus nervios hayan desaparecido —dijo con orgullo, como si fuese el mejor plan de la historia.

No era tan mala idea, pero Adrien aún no se sentía listo para decirle de quién se trataba. Y posiblemente nunca lo estuviese, lo mejor sería que ella misma lo averiguara. 

—¡Hola chicos! —Dos bandejas más se posaron sobre la mesa, evidenciando la llegada de Alya y Marinette.

—Ho-hola Adrien —tartamudeo Marinette, recibiendo una sonrisa con un pequeño asentimiento como respuesta por parte del rubio.

—Hola a ti también, Marinette —bromeo Nino, dejando a la azabache como un tomate.

—¡Vamos, _____! Solo esta vez —se quejaba Aurora alargando la frase en tono de suplica. La castaña, harta de su insistencia, suspiro y se volteo de golpe, casi haciendo que la rubia junto a su bandeja se fueran sobre ella.

—Bien, pero quiero tu jugo de manzana —dijo con seguridad, haciendo que su amiga asintiera efusivamente.

—¡Te comprare todos los jugos de manzana que quieras! ¡Gracias, gracias, gracias! —dio pequeños saltitos antes de ir a una de las mesas del fondo con rapidez, escapando de la posibilidad de que su amiga cambiase de parecer.

—¿Acabas de aceptar solo por un jugo de manzana? —pregunto con timidez otro de sus amigos, Marc.

—Amo el jugo de manzana —hablo la castaña encogiéndose de hombros y siguiendo el camino de su amiga.

Adrien, quien había escuchado la conversación con atención, se pregunto qué era aquello que tendría que hacer _____ por Aurora. Pero, ignorando esa parte de la conversación, una ola de ternura y calidez lleno su corazón al saber que la castaña podía ser tan simple como aceptar un jugo de manzana a cambio. 

Algo le decía que ese sabor de ahora en más también sería su favorito.

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—Y terminamos —dijo la latina dejándose caer con cansancio en la cama de Aurora.

—Uff, no sabia que mi habitación tenia tantos posters de Adrien —se quejo acostándose a un lado de su amiga.

Sí, el favor que le pedía la rubia era que la ayudase a eliminar todo rastro del modelo de su habitación. Ahora era consciente de que no lo amaba, era solo un capricho por un chico bonito al que no conocía.

—Iré por tu jugo de manzana —dijo la dueña de la casa saliendo de la habitación para bajar a la cocina.

_____ se quedo unos segundos más sobre la cama antes de sentarse con pereza, en espera de su amiga. Tomo entre sus manos una foto del rubio que se posaba a su lado y la examino a detalle.

Rubio, de ojos verde, alto y aparentemente todo un caballero. Casi podría ser el hombre perfecto, observándolo a detalle era demasiado apuesto y entendía porque había tantas chicas detrás de él. Pero a ella le atraía más saber qué era aquello que nadie sabia del muchacho, porque apostaba que había mucho detrás de esa imagen que Agreste se preocupo en crear.

 Sin embargo, ya tenia suficiente con investigar quién era su anónimo como para agregar el nombre de Adrien Agreste a su lista de cosas por averiguar.

—¡Aquí esta! —dijo Aurora ingresando de nuevo a la habitación.



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¡Felices fiestas, linduras! Disculpen mi falta de actualización, estuve de fiesta por navidad.

Como recompensa doble capítulo el día de hoy♥ 

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Para la chica que sanó mi corazón | Adrien Agreste y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora