"Tienes razón. Ser famoso no parece nada maravilloso pensándolo de esa manera.
_.F"
Adrien sonrió levemente al leer esas palabras. Él lo sabía de primera mano, ser famoso en esas condiciones era un infierno.
Solo deseaba ser un adolescente normal. Poder salir con sus amigos sin temer por una avalancha de fans; no tener que asistir a millones de sesiones fotográficas y, sobre todo, poder ser él mismo.
Suspiró con frustración recordando cómo era realmente su vida. A pesar de ahora sentirse mejor por _____, seguía siendo una sombra de sí mismo, era solo la creación de su padre.
🐾
—¿Alguien puede responder el problema de la pizarra? —La voz de la profesora Mendeleiev retumbó por el aula—. ¿Nadie? —repitio con el ceño fruncido al no obtener respuesta.
El rubio tenía la vista perdida en uno de los edificios de la ciudad que se lograrán apreciar por el ventanal.
Se sentía extrañamente felíz. Sin siquiera conocerlo, la chica que le gustaba había pedido su opinión para una de sus tareas.
Incluso sin saber quién era, a ella le importaba lo que tuviese que decir.
—¿Agreste? —Adrien volvió a la realidad al oír como la profesora le llamaba. Volteo hacia el frente y un sonrojo tiño sus mejillas al notar que todas las miradas estaban sobre él, esperando algo que no sabía que es.
—¿S-si? —cuestiono con miedo de lo que pudiese responder la mayor.
Sin embargo, para su suerte, un suave golpe en la puerta interrumpió la humillación.
La profesora gruño por lo bajo al ver interrumpida su próxima reprimenda al joven y pronunció un firme "pase" desde su lugar.
Una joven de cabellera castaña ingreso por la puerta con calma, sin dejarse cohibir ante la potente mirada de Mendeleiev.
La profesora cambio su expresión al ver de quién se trataba, colocando una sonrisa de orgullo y superioridad.
—Señorita Forest.
Adrien aguanto inconscientemente su respiración al verla a solo unos pasos de él.
—Señorita Mendeleiev, venía a... —comenzo a explicar la menor, sin fijarse en el curso al que dictaba clases, pues no le interesaba.
— ¿Puede decirme la respuesta al ejercicio que se encuentra en la pizarra? —pregunto la mayor interrumpiendola.
_____ frunció el ceño sin entender a qué venía tan repentino pedido, pero sin objetar se acercó unos pasos a su escritorio para dejar los papeles que debía entregarle y centro su mirada en la ecuación que estaba detrás de la pelimorado.
Los alumnos la miraron con pena, incluso Adrien se sintió mal por no haber prestado atención para responder y evitar ponerla en esa situación.
—La "X" vale 87 y la "Z" vale 61 —respondio con firmeza, resolviendo la cuenta en su cabeza, sin necesidad de escribir el procedimiento.
—¡Correcto! —dijo Mendeleiev con felicidad, disfrutando lo pasmados que quedaron sus alumnos.
La joven latina parecía tener un don con los números y, aunque a veces le costase, disfrutaba de las matemáticas.
—¿A qué venías? —dijo la profesora recordando que ella no pertenecía a ese aula.
— ¡Wow! Hermano, te gusta la hija de Einstein —bromeo Nino por lo bajo, picandolo con un suave codazo.
Los colores subieron a su rostro y volteo hacia su amigo con reproche.
—Callate, te puede escuchar —susurro con terror.
—¿De qué hablan? —Alya ingreso a su conversación luego de ver como su amiga entraba en crisis por la repentina llegada de la chica a la que Adrien observaba en el cine. Más fue su duda al ver como Nino parecía ser cómplice de algo que ellas parecían ser ajenas.
—Nada —hablo Adrien con rapidez, impidiendo que su amigo lo arruinarse al ser pésimo a la hora de mentirle a su novia.
Volteo hacia el frente para dar por terminada ambas conversaciones. Su mirada recorrió el lugar con apuro, decepcionandose al ver pasar a la castaña por fuera del aula. Ya se había marchado.
🐾
—¡Eso es increíble, hermano! —dijo Nino luego de que el rubio le contase sobre las últimas notas de la latina—. Eso significa que tiene tu opinión más en cuenta que la de los demás —habló con picardía mientras le daba pequeños codazos en juego. Adrien aparto la mirada con un pequeño sonrojo adornando sus mejillas.
Se encontraban sentados en una banca que tenia plena visión hacia las escaleras y la puerta que daba al área de casilleros. Era muy normal pasar los recesos ahí para ellos, puesto que al rubio le permitía tener una mejor visión sobre el lugar de "encuentro" que tenia con su amada.
—Hola, chicos. —Nathaniel se acerco a ellos siendo seguido por Marc, quien aferraba su cuaderno al pecho—. ¿Adrien, podrías ayudar a Marc con una pregunta de su tarea?
El rubio, sabiendo que el pelinegro iba al mismo curso que _____, ya suponía a que pregunta se refería. Incluso Nino lo supo, puesto que fue el primero en responder.
—¡Oh! ¿Sobre Sociologia? —dijo mirando a Adrien con socarroneria.
—¿So-sociologia? —hablo Marc por lo bajo, haciendo que todas las miradas de los presentes cayeran sobre él—. N-no tenemos tarea de sociologia. La profesora se enfermó hace unas semanas y no vuelve hasta la próxima —dijo sacando fuerzas para no tartamudear.
Sin embargo, esa acción no fue lo que sorprendió al rubio y su amigo, sino las palabras del chico.
—Marc quería ayuda con un ejercicio de matematicas que tampoco pude ayudarle a resolver. Y sabemos que a tí te va muy bien en matemáticas —continuo Nathaniel por él, sin ser consciente de lo que pasaba por la cabeza de ambos chicos.
No habia ninguna tarea de sociologia... Adrien y Nino intercambiaron miradas asombrados.
¿Entonces...?
Justo en ese instante, _____ caminaba junto con Aurora cerca de ellos, captando la atención de ambos amigos. Y, por un momento, creyeron que ella los miro disimuladamente, pero descartaron la idea con rapidez, puesto que eso era imposible. ¿O no?
🐾 🐾 🐾 🐾 🐾 🐾 🐾
¡Felíz año nuevo, linduras!
Disculpen la demora en actualizar, andaba de parranda jajajaja
Cuéntenme, ¿Qué hicieron el 31?
Disculpen si hay algún error en el capítulo, estoy escribiendo desde el cel al no tener la compu a mano, no quería dejarlas más tiempo sin capitulos❤️
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Para la chica que sanó mi corazón | Adrien Agreste y tú
FanficLuego de otro rechazo por parte de Ladybug, Chat Noir queda destrozado en una de las calles parisinas, sin esperar que una dulce señorita se acerque a consolarlo. Antes de incluso darse cuenta la noche había terminado y el héroe gatuno estaba dispue...