Nueve

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Alysa

-Se puede saber ¿por qué estás tan triste?-

-¿Por qué? ¿Para qué quieres saber?-

-Es que en serio te ves mal-.

-¿Tú quién eres? ¿Eres otra más de Damian? ¿Qué eres de él?-

-Soy Berit Domenech y no, no soy otra más de Damian. Soy otro vampiro y soy su amiga-, me dijo. En vez de molestarse me dio una sonrisa y sentí mucha vergüenza. Eso había sido muy grosero de mi parte.

Lo bueno es que ella no era de esos vampiros-, sin especificar que me refiero a Damian-, que por todo se molestaban. Pudo hasta haberse ofendido y en el peor de la casos, haberme matado. Pero en cambio, ella me miraba preocupada y de vez en cuando me daba una sonrisa cálida.

¡Pero cómo no mal-interpretar las cosas! Ella era preciosa; bajo su cabello muy oscuro, tenía un rostro de suprema blancura, de ese blanco mate y extraño que es patrimonio exclusivo de los cutis muy finos y bien cuidados. Tenía unos ojos grandes y muy azules, unas curvas envidiables, que eran más notorias por el tipo de vestimenta que llevaba puesta. Y la duda me invadió, ¿en serio solo eran amigos?

-Perdón, soy Alysa Vranjes y me disculpo por haber sido tan grosera-, dije algo apenada y colorada, miré hacia el piso y comencé a jugar con mis pies.

-No te preocupes-, dijo con una notable sonrisa en los labios-, pero, ¿tú qué eres de él?-, preguntó ahora curiosa.

-La verdad, es que no se. Todo ha sido tan inesperado..-.

-Eres mía, no se si esclava o sumisa pero eres mía, así que tenlo presente. Además, no tienes permitido hablar con nadie y menos con Berit-, dijo Damian apareciendo por la puerta.

-Nada de hablar con las criaturas de los demás-, dijo Berit en tono serio y haciendo voz de hombre. Me causó mucha gracia y eso en consecuencia causó la mirada asesina de Damian.

Sin embargo, Berit se fue sin decir nada más, dejándome a solas con él. Damian la siguió con la mirada y una vez que no la veía, cerró la puerta con llave y se acercó despacio a mí. Me miró con esos penetrantes ojos color ámbar para luego bajar su mirada a mis labios, raro.

Un silencio incómodo se apoderó de toda la habitación, ya que nadie hablaba. Me tomó de las manos y con suavidad y lentitud las acarició.

Dobló su cabeza e hizo una pequeña pero disimulada sonrisa. Parecíamos un par de enamorados, lo cual era loco porque exactamente lo opuesto.

-Mira..-. Dijo algo dudoso-. Necesito decirte algo importante sobre tu sueño.

-Si vienes a burlarte sobre el sueño, te pido por favor que no lo hagas y te vayas. Creo... Creo que ya me humillaste lo suficiente.

-No vengo a burlarme de ti o de tu sueño-. Dijo frunciendo el ceño-. Quiero decirte que lo que soñaste, por así decirlo, no fue exactamente un sueño. En realidad, si pasó-, dijo mordiéndose el labio inferior, para luego bajar la mirada.

¿Qué? ¿Había escuchado bien? ¿Había sido verdad? ¿Y porqué parecía un sueño? ¿Qué fue lo que hizo?

-Entonces ¿lo hi... ci... mos?-, pregunté nerviosa, al mismo tiempo que trataba que una pequeña sonrisa no se escapara de mis labios.

-Estaba a punto de pasar pero no fue así. Todo lo que te dije era verdad. Pero por ahora no te lo puedo explicar porque tú con el tiempo te irás dando cuenta. Créeme-, dijo rascándose la nuca-. Te hice creer que todo había sido una mentira, un sueño porque nosotros los vampiros tenemos el poder de borrar la memoria.

-O sea que, ¿puedo haber vivido varias veces esto pero yo ni enterada? ¿Cuántas veces lo haz hecho? ¿Ésta es la primera vez o esto ya lo he vivido?-, sinceramente, no podía creer que me hubiera hecho esto. Está bien, él podía ser macabro y despiadado pero ¿hacerme toda esa maldad? ¿Por qué tenía que ser así?

-Es la primera vez que pasó-, aclaró mirándome seriamente-, pero voy a tratar de que no vuelva a pasar.

-¡¿Ni siquiera lo prometes?! ¡Solo vas a tratar! Claro, la que sufre aquí soy yo, no tú. ¡Claro!-

-Mira Alysa, primero que nada, no me levantes el tono de voz porque tú no estás aquí para hacer lo que quieras, no estás de paseo o de visita. Estás aquí porque eres mía y puedo hacer lo quiera contigo y no te puedes quejar-.

-Claro... Solo eso-, eso sí que había sido un golpe bajo. Solita me hacía daño. ¿No significo nada para él?- Entonces, ¿sólo soy un simple juguete para ti?

-Me da "lástima" decirlo-, me dijo haciendo comillas con los dedos-, pero sí. Solo significas un juguete, por así decirlo. No siento nada por ti, ni si quiera una pizca de compasión y nunca la voy a sentir.

-Está... bien-, fue lo único que dije. Me había dejado en un trance de donde difícil saldría.

Limpié rápidamente la lágrima que se resbalaba por mi mejilla. Él lo notó pero no dijo nada. Solo me miraba serio y distante. Bajó la cabeza y sin decir nada más se fue y bajé mi mirada, <<nunca sentiría nada por mí>>, me repetía en la cabeza.

***

Narrador Omnisciente (N.O)

Pero lo que los dos no sabían era que nada es imposible, las cosas pueden parecer muy difíciles pero nunca imposibles. Ahora sus corazones tenían un no por respuesta pero ese no, no significaba algo negativo, con el paso del tiempo se darían cuenta que ese no tiene escondido el Nueva Oportunidad, eso es lo que verdaderamente significa cuando tienes un no por delante en tu camino hacia la felicidad.

Damian no quería enamorarse de ella porque tenía un pasado que lo atormentaba y lo cegaba al mismo tiempo, pero el cerebro nunca le gana al corazón. A veces el corazón se demora en dar su jugada pero al final la va a dar y dará por derrotada a la mente.

Tal vez dirán, pero él está muerto. Su corazón no funciona. Pero ese sentimiento de amor que surgió cuando alguna vez estuvo vivo, no desapareció. Puede ser que esté dormido pero no ha desparecido. Por el hecho de que esté muerto, no significa que no tenga el derecho a enamorarse.

Aly por otra parte, estaba dolida y triste. En pocos días, él había logrado lo que muchos no habían hecho. Sin embargo, lamentablemente su corazón estaba hecho trizas pero sólo él sería el que lo repararía, el que juntaría cada pedazo y los pondría cada uno en su lugar.

***

-Eres un idiota-.

-Berit, ¿por qué te molestas conmigo? ¿Ahora qué hice? Si es por lo que le dije, lo tenía que hacer, no tenía otra opción-.

-Sólo, eres un idiota-. Le dijo para luego irse y dejarlo solo. Él estaba convencido de que lo que había hecho estaba bien, no se podía involucrar con una humana y menos con una del linaje Vranjes. Sería una traición.

***

-Sé fría para que nadie te rompa los sentimientos y el corazón-. Se dijo Alysa a sí misma, había decidido que iba a dejar de lado todos sus sentimientos y que cuando alguien le preguntase si estaba bien, ella respondería que estaba viva y respiraba, así que estaba bien.

Soy Suya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora