Pasé casi todo el día a la espera de poder volver a visitar a Jean. Aunque el doctor dijo que estaría bien, yo seguía estando preocupada por él. Finalmente, cuando cayó la tarde, Jean apareció caminando por el pasillo del comedor.
-¡Jean!- exclamé sorprendida y enseguida me puse de pie para encaminarme a él seguida de Connie y de Sasha que se encontraban conmigo.
-Jean ¿Qué hacés caminando? Deberías estar en la enfermería - le dijo Sasha mirándolo preocupada.
-Estoy bien, ya estoy bien. No quiero andar acostado como un moribundo - espetó ofuscado.
-Se te puede abrir la herida si te seguís moviendo. No me importa que tan aburrido estés, tenés que volver a la cama- le dije con el ceño fruncido.
-Para darme órdenes está Levi- me respondió frunciendo levemente el entrecejo- Enserio Liv, estoy bien, estoy cansado de esa enfermería, necesitaba salir.
-Bien y ya saliste, vamos, aunque sea al dormitorio.
Comenzó a protestar, pero fui más insistente que nunca, y acabamos por dirigirnos hacia el dormitorio de los chicos. Connie y Sasha nos siguieron. Yo había decidido que no quería usar más la muleta, y que empezaría a caminar sin ella, por lo que hacía un par de horas que había desistido de acarrearla para todos lados. Subimos a la habitación y obligamos a Jean a recostarse en su cama.
-La verdad es que pensé que no volvería- nos dijo mientras se acomodaba entre las sábanas y hacía un mueca de dolor. Sasha lo ayudó acomodando los almohadones detrás de él.
-Todos pensamos que estabas muerto cuando te encontramos con la rama en tu abdomen. Me asusté mucho - dijo Connie.
-Estúpidas misiones, estoy harto ¿Cuándo se va a terminar todo esto? Estoy cansado de pelear, estoy cansado de ver morir a mis compañeros. Necesito que se detenga de una vez.
-Todos lo necesitamos, pero es el mundo en el que vivimos. Nuestro trabajo es solucionar todo esto, y siento que estamos cerca - dijo Sasha intentando sonar optimista
-¡Claro que no estamos cerca de nada! - explotó Jean - ¿Cerca de qué Sasha? No sabemos qué son los titanes, no sabemos por qué están acá ni cómo deshacernos de ellos. Ni siquiera sabemos si vamos a seguir vivos mañana y me decís que estamos cerca... por favor...
En aquel momento una ola de culpa me invadió. Si bien no tenía las respuestas a todas las preguntas, me sentía la portadora de un secreto enorme que podría iluminar un poco la esperanza de mis compañeros, y sin embargo debía mantenerlo oculto.
-Tengamos fe, estoy segura que Hange va a descubrir cosas, estuvo muy ocupada en su laboratorio últimamente... yo creo que buenas noticias van a salir de ahí- fue lo único que me permití acotar. Jean revoleó los ojos incrédulo y corrió la vista hacia un costado. Lo veía frustrado, enojado con el mundo. Me senté a su lado en l cama y puse mi mano en su brazo.
-Tené fe- le dije intentando sonreír- las cosas van a cambiar muy pronto.
Nos quedamos conversando un rato largo, hasta que Sasha y Connie dijeron que tenían que llenar unos informes de la misión, por lo que se marcharon.
-Liv, necesito que me ayudes... creo que es hora de que me cambie las vendas- me dijo corriendo las sábanas y mirándose la herida. Yo asentí.
-¿Llamo al doctor?
-No. Hacelo vos. Es solo sacar estas y poner unas nuevas. Vas a tener que traerlas de la enfermería.
Asentí con la cabeza e hice como me indicó. Me dirigí a la enfermería y volví con unos rollos de vendas blancas, algunos trapos limpios y una botella de alcohol. Entré a la habitación y volví a sentarme a su lado en la cama.
-Bien... vamos a sacar esto- comenté mientras le quitaba el vendaje viejo y manchado de sangre. Pude ver el tajo que tenía en la piel, ahora cosido con un hilo grueso y negro que me dio escalofríos- por dios- comenté sorprendida.
-Si, es grande, espero que no te de impresión- negué con la cabeza y le limpié el contorno de la herida con uno de los trapitos embebido en alcohol. Jean se quejó.
-Perdón, perdón- dije soplando con la boca- hay que desinfectarlo bien.
Jean solo asintió con la cabeza y yo continué tratando su herida con la mayor delicadeza posible. La puerta de la habitación se abrió lentamente mientras estaba colocándole las nuevas vendas. Me volteé y me encontré con Eren y Armin observándonos desde el umbral. Armin se acercó enseguida a ver como estaba Jean, y Eren lo siguió reticente. Sentí que su mirada juzgadora me penetraba la nuca.
-¿Cómo estás Jean?- preguntó Armin genuinamente
-Podría estar peor - respondió - al menos no me duele tanto como esta mañana
-¿No debería estar haciendo esto un doctor? -Eren parecía molesto. Yo alcé la vista para mirarlo y él solo me miró fijamente, y luego, pareció ignorarme y dirigirse a Jean- no creo que sea Olivia quien deba estar poniéndote las vendas.
Jean frunció el ceño confundido.
-Son solo vendas y Olivia estaba conmigo, no veo la necesidad de llamar al médico.
Eren solo arqueó una ceja y se limitó a no emitir más sonido. Yo estaba tratando de pasar desapercibida frente a aquel extraño intercambio mientras terminaba de ajustado el vendaje, al igual que Armin que miraba a su amigo confundido.
-Bueno... ya quedó. Ahora quedate a descansar ¿Querés que te suba la comida? - ofrecí, pero Jean negó con la cabeza. Me dijo que dormiría porque se sentía cansado, así que me paré para salir. Al hacerlo sentí que Eren me seguía hacia el pasillo.
-Ey... -le dije cuando estuvimos solos- casi no te vi en todo el día- acoté intentando apoyar mi mano en su brazo, pero Eren se corrió ligeramente. Me recorrió un escalofrío.
-Tenía cosas que hacer con Mikasa. Además vos también estuviste bastante ocupada haciendo de enfermera- acotó. Lo miré con el ceño fruncido.
-¿Qué me estás queriendo decir?
-Nada, simplemente no nos cruzamos, es todo
Su mirada parecía esquiva y eso me llamaba la atención ¿Acaso estaba molesto porque había estado todo este tiempo pendiente de Jean? Si ese era el caso, estaba dispuesta a golpearle la cara.
-¿Eren estás enojado?
-No. Necesito darme un baño, anoche dormí demasiado poco y quiero acostarme temprano.
Se dio la vuelta y se marchó dejándome sola en el medio del pasillo, como ya parecía ser una costumbre.
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Una última vez (Eren Jaegar)
FanfictionOlivia forma parte de la Legión de Reconocimiento desde hace tres años. Nunca se planteó muy seriamente encontrar el amor en aquel mundo retorcido hasta que un nuevo soldado se suma a las líneas. Pero éste no viene solo, sino que acarrea un oscuro...