Una última vez (Eren Jaegar)

Capítulo 30

-¿Cuál es el plan? - pregunté mirando al capitán que solo se limitaba a mirar hacia abajo casi sin dar crédito a sus ojos. El panorama no era muy alentador, los titanes no dejaban nada a su paso, salvo el terreno desolado y convertido en tierra aplastada. 

-Saltar- me respondió con total naturalidad.

-¿Capitán?- espetó Connie mirándolo boquiabierto.

-Saltaremos sobre él. Eso que recubre a Eren, saltaremos sobre sus huesos, es la única forma de llegar hasta él sin morir aplastados. Tampoco es garantía de nada este plan... pero no hay otra solución.

Nos miramos entre nosotros sin saber muy bien como reaccionar. Era una locura, pero Levi tenía razón. Era la única forma de bajar y de acercarse a Eren.

-Voy a ir sola- dije de repente mirándolos con firmeza- no puedo perder a mas nadie, por favor, déjenme ir yo lo voy a convencer de...

-¿De qué? ¿Así como lo convenciste en Marley? ¿O en el cuartel? Veo que tus métodos de persuasión fueron muy efectivos considerando el panorama.... 

-¡Jean!- lo retó Armin- No seas cruel con Olivia, nada de esto es culpa de ella...

-Oh no, claro que no lo es. Pero es agotador escucharla, es agotador escucharte- me dijo mirándome con seriedad- todo el tiempo hablando como si pudieras resolver esto sin la ayuda de nadie. Basta ya. Eren no escucha razones, ni las tuyas ni las de nadie. Hay una sola forma de hacer esto y todos lo sabemos, dejá de fingir que podés arreglarlo, no podés arreglarlo.

-Jean... -mi ojos se llenaron de lágrimas

-¿Olivia todavía no te das cuenta? A Eren no le importás vos, no le importa nadie. Sabe que estás embarazada y aún así sigue adelante con esta locura ¿Con qué argumento pensás que vas a detenerlo? ¿Con el amor? Por favor, todos sabemos que es un egoísta... 

-¡Ya basta!- la voz de Hange interrumpió a Jean. Las lágrimas me circulaban por las mejillas a borbotones - No es momento de hablar de estas cosas Jean, es momento de tener la cabeza fría y pensar en como vamos a accionar. Dejen los sentimientos para otro momento. El plan es descender, todos - dijo mirándome directamente- intentar persuadir a Eren de terminar con esto y en caso de no conseguirlo... ya saben que hacer. Es todo. 

Jean miraba por la ventana con el rostro enrojecido de furia. No sabía si era hacia mi, hacia Eren, o hacia todo lo que estaba ocurriendo. No lo culpo, era un momento tenso y todos teníamos los nervios a flor de piel. Mikasa se acercó y me puso la mano en el hombro.

-Vamos a estar juntas - me dijo brindándome su apoyo. Yo asentí con la cabeza.

-Colóquense el equipo- ordenó el Capitán Levi- disparen los arneses al suelo de madera, y esperen mi señal. Cuando les indique, vamos a saltar. 

Todos hicimos lo que el Capitán ordenó, disparamos nuestros arneses al suelo y nos aseguramos que estuvieran bien aferrados. Hange comenzó a descender el dirigible, el momento se acercaba. Me temblaban las manos y las piernas. Estaba lista para recibir la orden del Capitán, pero a su vez esperaba no oírla nunca. Significaría que todo estaría llegando  su fin... 

-¡Ahora!

Fue involuntario. Sentí el viento golpeándome la cara y me encontré descendiendo a gran velocidad hacia la horda de gigantes en movimiento. Intenté concentrarme lo más posible para aterrizar sobre aquella estructura de huesos enorme. Caí con ambas rodillas y me apoyé en las manos para amortiguar el golpe, un tanto inútil. Miré a mi alrededor, todos lo habían conseguido.

-Dios mío... -exclamó Armin mirando hacia todos lados- esto es... es increíble. 

-Aterrador- musitó Connie.