Capítulo 3

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Me costó horrores despertarme al otro día tras haber trasnochado la noche anterior. Podía escuchar al resto de mis compañeras ponerse sus uniformes y charlar entre ellas, pero mis ojos se negaban a despegarse entre si.

- Olivia, despertate - era la voz de Sasha- Olivia, todas están vestidas y vos seguís en la cama, te vas a comer un reto del capitán.

- Me duele la cabeza, hablá más bajo.

Me incorporé en la cama y restregué mis ojos. Miré por la ventana que estaba a mi izquierda, y vi que el sol recién se estaba asomando en el horizonte. Serían cerca de las seis de la mañana ¿Habré dormido 3 horas? Es muy probable. Mis ojos estaban arenosos y pesados, pero Sasha tenía razón. Si me demoraba demasiado, iba a tener un llamado de atención y eso no estaba en mis planes para el día. 

Busqué mi uniforme en el cajón bajo la cama y comencé a vestirme. El pantalón era blanco, algo que jamás entendí siendo que vivíamos yendo a misiones que implicaban barro, polvo y sangre. Abotoné mi camisa, ajusté los arneses y me senté en la cama para ponerme las botas.

-No sé como tenés tanta energía- le dije a Sasha que parecía estar con todas las luces, a excepción de las bolsas debajo de sus ojos que denotaban falta de sueño.

-No dormí en toda la noche - me respondió ella

-¿Eh?

-No, no podía, así que me quedé despierta y ahora estoy pasada de rosca por no haber dormido, me siento lista para asesinar titanes hoy.

La miré por unos segundos con atención, sus ojos estaban rojos, las ojeras oscuras y su cabello parecía un pajonal. Me reí por la nariz. 

-Claro.... asegurate que no te coman primero - agregué riendo y colocándome la chaqueta beige. Alargué la mirada y vi a Mikasa sentada en su cama, ya uniformada, mirando disimuladamente hacia nosotras. De repente recordé que anoche había hecho una pregunta incómoda que había puesto en evidencia mi interés en Eren, y a lo mejor me había ganado una enemiga. Me aclaré la garganta y le sonreí débilmente, pero ella solo me miró sin modificar su expresión. Ahora si me recorrió un sudor frío.

-Creo que Mikasa me odia

- ¿Por qué? ¿Por lo de anoche? No puede haberse ofendido por eso, solo fue una inocente pregunta en un tonto juego. Dejame, yo me encargo de averiguar si te odia.

Y diciendo esto, Sasha encaró a caminar hacia ella decidida. La sujeté del brazo antes que pudiera seguir avanzando y la miré algo avergonzada.

-No, si vas a preguntarle directamente, se va a dar cuenta que creo que pasa algo  y a la única que vas a avergonzar, es a mi. Quedate quieta acá.

Sasha estaba por replicar, cuando alguien golpeó a la puerta del dormitorio y una voz masculina dijo "Las quiero abajo y montadas a los caballos en cinco minutos". Era la inconfundible voz del capitán Levi para salvarme de un bochorno. La miré fijamente y Sasha desistió.

-Bien. Aún así creo que deberías hablar con ella. Voy a guardar pan en el morral, tan temprano y no podemos ni desayunar.... 

En cinco minutos estuvimos todos montados en los caballos y listos para partir en una nueva misión. Miré el grupo de reojo y ubiqué enseguida a Jean y Connie que parecían dormitar en las crines de sus caballos. Mas adelante estaban Reiner y Berthold conversando entre si, algo que parecía privado porque se aseguraban que nadie los oyera. Junto a ellos divisé a Annie con la capucha de la capa puesta, solo guardaba silencio y sujetaba las riendas de su caballo. Armin, Eren y Mikasa estaban atrás. No tenía una visual directa, pero los había visto tomar esa posición cuando monté a Libra, mi yegua. Sasha, como siempre, estaba a mi lado. 

-La formación que vamos a utilizar hoy es la B, ya saben sus posiciones, y si divisan un titán avisan con la bengala - explicaba el Capitán Levi mientras se paseaba al paso sobre su caballo por delante de la formación - Ustedes, Arlert y Ackerman, súmense al escuadrón D. Jaeger, vas a sumarte al escuadrón A.

Miré  a Sasha de reojo, y ella me correspondió la mirada. Ambas teníamos el mismo interrogante en mente ¿Por qué iba Eren al escuadrón del Capitán? Escuchamos los pasos del caballo aproximarse hacia adelante, y lo sentí pasar por mi derecha. Ahí iba ese misterioso chico a sumarse al escuadrón de los más experimentados de la Legión. Al pasar junto a mi, giró levemente la cabeza y me encontró observándolo. De Inmediato corrí la vista al frente y sujeté las riendas de mi yegua. "Experta en pasar vergüenza" debería ser una de mis mayores cualidades. 

-Bien, andando - y con estas palabras del Comandante Erwin, que estaba adelante de la comitiva, empezamos a galopar. Tal vez no debería importarme tanto, pero mi mente no dejaba de pensar en las cosas que había visto los últimos días. Eren en la oficina del comandante, luego a solas con el Capitán, y ahora directo al escuadrón A ¿Qué estaba pasando?


Cabalgamos por una hora sin divisar ningún titán, lo cual era bastante esperable pues ese camino lo habíamos abierto nosotros desde hacía meses ya, y los de la zona ya habían sido aniquilados anteriormente. Pero nos estábamos aproximando a un territorio nuevo, y la idea era básicamente limpiar la zona de los desgraciados y, tal vez, algún día, recuperar el control de la isla por completo. Algo que parecía muy lejano...

De repente, una bengala roja atravesó el cielo. El escuadrón del ala derecha había avistado titanes. Se me pusieron los pelos de punta. Lo cierto es que después de varios años, el terror no es el mismo al de la primera vez, pero siempre hay un riesgo de muerte y eso no ayuda a quitarte los escalofríos. Seguí avanzando al galope con la esperanza de que mis compañeros lo aniquilaran antes de que se acercara a nuestro grupo. Solo había matado tres titanes en toda mi vida, comparado con los logros de algunos de mis compañeros, era un promedio bajo, pero la experiencia no era para nada agradable y prefería mantenerlo así. 

-¿Vamos a entrar en ese bosque? - la voz de Sasha me sacó de mis pensamientos. Era cierto, adelante se veía un grupo de árboles extenso y parecía ser hacia donde nos dirigíamos. Una vez escuché que Hange hablaba de construir una sede fuera de las murallas en lo alto de los árboles, a lo mejor era el propósito de la misión... reconocer el terreno y buscar el lugar más adecuado para...

-¡OLIVIA!- miré a mi izquierda ante el grito de alerta de Sasha para encontrarme con la visión más mortificante que podría tener, un excéntrico en cuatro patas corriendo a toda velocidad hacia donde estaba nuestra formación. Se me aceleró el corazón y pude sentir que la frente se me llenaba de sudor frío. El estómago se me hizo un nudo y mi pulso empezó a ser inestable. Busqué la bengala que cargaba en mi cintura y disparé el humo negro para alertar al resto. El desgraciado era rápido, cada vez lo teníamos más cerca.

- ¡Sepárense! - gritó Moblit, el encargado de liderar el escuadrón -  Moses y yo lo derribaremos, resguárdense en el bosque.

Nos desviamos de la formación para adentrarnos entre los árboles. Seguía algo acelerada por el encuentro anterior, pero confiaba en Moblit y Moses, estaba segura que se encargarían de él y se nos unirían pronto. La adrenalina me hizo olvidar por un momento que estaba entrando en un lugar en el que nunca habíamos estado y cuando finalmente tiré de las riendas de Libra para que baje la velocidad, me di cuenta que estaba sola. Miré desesperadamente para todas las direcciones, y lo único que veía eran ramas, árboles y piedras. Otra vez el estómago se me encogió y volví a sentirme nerviosa.

-¡Sasha! - llamé gritando bajito, tampoco quería atraer titanes indeseados hacia mi - ¡Gordon! ¡Nanaba!

Pero nadie contestó. Libra se había quedado quieta, y comencé a dar vueltas en círculo intentando divisar a alguien, o escuchar algún sonido. Lo único que podía oír era el retumbar de mi corazón adentro de mi pecho. Aquello no era bueno.

-¡Sasha! ¡Nanaba! ¡Moblit! ¿Hay alguien ahí?

Silencio. Bien... mis opciones eran seguir avanzando, o volver a salir del bosque al claro, y a lo mejor cruzarme con alguien más. O... ¡Lanzar una bengala! Si, eso iba a hacer. Palpé mi cinturón para tomar la pistola y mi frente se perló frío nuevamente al darme cuenta que la pistolera estaba vacía ¿Acaso se me había caído en el frenesí del galope? No podía estar peor. Mi única opción era salir del bosque cuanto antes.

-Bien Libra... solo estamos vos y yo. 

Una última vez (Eren Jaegar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora