Capítulo 25

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Desperté en medio de la madrugada porque sentía que estaba a punto de vomitar. Salí a tientas del dormitorio compartido y me encaminé al baño a toda velocidad. Llegué justo a tiempo a uno de los lavabos, del cual me aferré fuertemente y dejé salir todo aquello que hacía días me venía molestado el estómago. 

Me enjuagué la boca y la cara con agua y me quedé mirándome en el espejo. No me veía para nada bien. Desde que habíamos vuelto de Marley estaba con vómitos recurrentes y me sentía muy enferma. La mayoría decía que había vivido una experiencia traumática, y además la pérdida de Sasha me había enfermado. 

Sasha... mi querida Sasha. Se me llenaron los ojos de lágrimas. Todavía había días en los que creía escucharla llamarme, o en los que pensaba en dar un paseo como solíamos hacer en los días libres. Pero sobre todo, pensaba en que había sido mi culpa perderla. La idea me revolvió el estómago y otra vez me agaché sobre el lavabo para vomitar. 

-No te noto muy bien - dijo la voz de Jean que me miraba apoyado sobre el marco de la puerta de los baños.

-¿Qué hacés despierto? - dije sorprendida y terminando de enjuagarme con agua del grifo.

-Hace varias noches que no duermo. Te vi pasar y decidí seguirte. Olivia hace días que estás enferma por qué no vas a que te vea un médico.

Suspiré.

-Porque no- dije escuetamente- no necesito que me vea un médico.

-Yo creo que si. Tenés una cara terrible, estás pálida y estás descompuesta casi todos los días, me parece que lo normal sería que te vea el Doctor Connor y que te asegures que...

-Jean no necesito que me vea el médico porque no estoy enferma.

-¿Y entonces que? ¿Por qué estás así?

Volví a suspirar.

-Yo.... estoy embarazada.

Los ojos de Jean se abrieron como dos platos. Me miró con sorpresa, y se quedó callado durante largos segundos. Luego, su expresión pareció tornarse en furia.

-¿De él?- dijo con un tono despectivo. Yo asentí- No puede ser.

-Si, es. Y agradecería que lo mantengas en secreto. No se lo dije a nadie aún, ni siquiera a Eren. Está tan... ensimismado con todo el tema del ataque y de Marley y... casi no encuentro el momento para decírselo.

-No puedo creerlo. No puedo creerlo, todavía te preocupás por los intereses de ese idiota. No tengo que recordarte que fue su culpa que Sasha esté muerta ahora.

-No fue su culpa Jean Eren solo quiere lo mejor para....

-¿Para quién? ¿Para nosotros? ¿Para vos? ¿O para él? A Eren no le importa nadie, solo le importa su estúpida venganza y su plan, ni siquiera le importás vos ¿O acaso te olvidaste lo que hizo cuando se enteró que Sasha estaba muerta?

Yo bajé la mirada. Recordé el momento en el que Eren apareció en el dirigible y vio a Sasha tirada en el suelo. Cuando fui hacia él se limitó a abrazarme, y a decir que era inevitable que hubiera daños colaterales.

-"Daños colaterales" así la llamó ese maldito desgraciado. Y ahora vos tenés ahí un hijo de ese.... asesino- Jean ahora parecía mirarme con desprecio. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Jean... por favor- espeté dejando caer las lágrimas- no tengo las fuerzas, no puedo perder a mas nadie. No puedo perderte a vos, o a Connie... o a Eren. Por favor, no quiero perder a nadie más.

Jean pareció recapacitar y unos minutos después me abrazó fuertemente entre sus brazos. Yo comencé a llorar y pude sentir como él también lloraba. Por mi, por Sasha, por todo.

-Esto tiene que terminarse - dijo apretando los dientes - Eren tiene que terminar con esto ya. No mas guerra, no más muerte, no más ataques demenciales. Tiene que acabar. 

-Lo sé... es por eso que quiero hablar con él, quiero decirle.... que lo que sea que esté pensando tiene que ser para el bien de.... de nuestro hijo. 

Nos quedamos ambos en silencio. Luego Jean me miró y me dedicó una media sonrisa.

-Estoy seguro que Sasha estaría gritando de felicidad en este momento. Un bebé en este mundo horrible... que irónica es la vida. Supongo que tengo que felicitarte.

Yo solo moví la cabeza de un lado a otro.

-Supongo- espeté- tengo miedo. Jean, Eren... no es el mismo desde que volvimos de Marley. Ni siquiera se como va a tomarse esta noticia.

-Bueno va a tener que alegrarse, o lo alegramos a las piñas- dijo intentando sonar simpático, aunque se que estaba haciendo un enorme esfuerzo por fingir que Eren le agradaba.

-Si... eso creo. Va a ser mejor que vuelva a la cama- comenté.

-Si yo igual. Aunque, igual creo que ahora con más razón deberías ir a ver al médico.

Asentí con la cabeza y le sonreí. Ambos salimos del baño y estábamos conversando en dirección a los dormitorios, cuando Eren apareció de pie en medio del pasillo, sosteniendo una de las lámparas.

-Ah, con que estabas acá - dijo mirándome, y luego mirando a Jean de pies a cabeza. Éste último no se sintió intimidado en absoluto y se cruzó de brazos.

-Si, me sentía algo mal y Jean me estaba ayudando. Pero ya que estás acá, necesito que hablemos Eren.

Miré a Jean y éste entendió enseguida mi mensaje, por lo que se retiró dejándonos solos. Tomé a Eren de la mano y me lo quedé mirando fijo.

-Últimamente... te noto distante. Ya casi no pasás tiempo conmigo, y estás.... enojado todo el tiempo.

-Estoy muy ocupado, escapamos por los pelos de Marley, y Reiner aún sigue con vida. El plan no termina, aún falta lo más importante... 

-Si, lo se entiendo, pero hay algo que tengo que decirte Eren - contuve la respiración, no sabía como se daban estas noticias, por lo que solo exhalé las palabras- estoy embarazada.

Eren se me quedó mirando fijo. Parecía no haber caído en lo que le había dicho, y se quedó en silencio. Sus ojos se fijaron en los míos, y cuando me estaba preocupando por su falta de reacción, vi como comenzaron a llenársele de lágrimas.

-Olivia... ¿Enserio? ¿Estás segura?

-Bueno, estoy casi segura. Hice cuentas y... estoy segura- dije aclarándome la garganta. De repente sentí como me rodeaba con sus grandes brazos y me apretaba contra su pecho. Sentí un enorme alivio en ese momento. 

Nos separamos, y Eren me miró a los ojos sujetándome de las mejillas con los ojos húmedos. Nos besamos y sentí que todo había vuelto a la normalidad. Que las cosas solo podían mejorar desde allí, y que todos mis miedos se disipaban.

-Tengo que poner el plan en marcha cuanto antes- me susurró sujetándome ambas mejillas con las manos y mirándome a los ojos fijamente- ahora, más que nunca, por el futuro de nuestro hijo, el retumbar tiene que ser una realidad.

¿Qué?

Una última vez (Eren Jaegar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora