CAPITULO 7

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Abrí los ojos de golpe al sentir unas caricias en mi cabello.

— Hola —. Escuche la voz de Di Marco a mis espaldas

— Hola —. Hable neutra

Me di media vuelta y lo examine, una pequeña sonrisa adorna su rostro al verme, sentí culpa al pensar que podía caer en la tentación y el deseo con Axel.

— ¿Te ha sucedido algo? —. Pregunto alarmado

— No, no, no ¿Por que? —. Respondí

— Me miras diferente —. Acaricio levemente mi rostro

— ¿Diferente? ¿Cómo? —. Pregunté confundida

— Como si desconfiaras de mi, y como si sintieras culpabilidad de algo —. Apretó levemente mi labio inferior

— No, no, no para nada —. Aleje mi rostro de sus manos

Me levante de la cama, la habitación era obscura, lo único que la alumbraba era la luz de la luna qué entraban por el ventanal.

Me acerque a el ventanal, sin apartar mi mirada de la luna, me sentía nerviosa al sentir la presencia de Di Marco.

— ¿Por que huyes de mi? —. Sentí las manos de Di Marco en mi cintura

Me dio la vuelta con fuerza y sin qué me dejara responder, ataco a mi boca en un beso salvaje y posesivo.

Tomo con fuerza mis muñecas subiendolas arriba de mi cabeza, su lengua dominaba a la mía por mucho.

Separo su boca de la mía, esparciendo pequeños besos húmedos por mi cuello.

Soltó mis manos desechando mi ropa, tirandola al piso, volvió a tomar mis manos subiendolas arriba de mi cabeza.

— ¡Ahhh! —. Un pequeño gemido salio de mis labios al sentir como su lengua bajaba por todo mi cuerpo

Cerré los ojos de golpe, su lengua subía por mi abdomen, ataco a mis pechos con fuerza.

Los mordió y succionó, hice aún lado mi cabeza dándole acceso a mi cuello, dejando mordiscos en el.

Soltó mis manos, abrí los ojos y me tope con una mirada llena de deseo, se quito la camisa dejándome ver su abdomen.

Sonreí bajando sus pantalones, su enorme erección esperaba por mi, subi de nuevo y bese su pecho fuerte.

Volvió a besarme con fuerza, tomando mis glúteos y aferrándose a ellos, cargandome, pegándome más a la pared, rodeé mis piernas aferrándome más él.

— ¡Ahhhh! —. Gemi abriendo los ojos de golpe al sentir como entro

— ¡Di qué me amas! —. Susurro cerca de mi oído, aferre mis manos a su cuello, bese su cuello acercándome a su oreja.

— Te amo —. Ronrone, sus embestias eran fuertes, aceleradas

— ¡Gime más para mi Antonella! —. Me penetro con fuerza

— ¡Más! —. Ordenó

— ¡Ahhh! —. Un gemido largo y lastimero salio de mis labios

Sus embestias no paraban, sus piernas rozaban con las mías, su cuerpo quemaba al mío, clavaba mis uñas en su espalda.

— ¡Ahhh! —. Seguí gimiendo

— ¡Eres mía, mía! —. Beso de nuevo mi boca

Me sentía amada por él, y por un momento olvide lo sola qué me sentía, arqueé mi espalda llegando al orgasmo.

— ¡Ahhhhh! —. Gemimos al uniso

Su pecho subía y bajaba, lo mire con un poco de vergüenza, sonrió dejando un pequeño beso fugaz en mis labios.

EL PECADO DE AXEL (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora