CAPITULO 4

2.5K 170 7
                                    

— Gracias —. Le agradecí a Axel al ponerme el desayuno frente a mi

— De nada —. Me sonrió

— Gracias —. Hablo Di Marco

Todos comenzamos a comer en silencio, yo estaba en medio de todos ellos.

Podía sentir el roze de las piernas de Axel con las mías, y las manos de Di Marco llegando casi a mis muslos.

Me removi incomoda levantándome de mi asiento.

— ¿Qué sucede Antonella? —. Pregunto Di Marco frunciendo el ceño

— Nada, solo que no tengo mucho apetito —. Me aleje de los dos, ellos se miraron confundidos sin articular palabra

— ¿No te gusto el desayuno? —. Me miro interrogativo Axel

— No, no para nada sabe exquisito, solo que no tengo mucho apetito —. Sonreí nerviosa

— Gracias por el desayuno Axel —. Camine a la salida

Saliendo rápidamente de la cocina, subí las escaleras con astucia, me detuve de golpe al llegar al pasillo.

Me recargue de la pared, poniendo mis manos en mi pecho, sintiendo como mi corazón palpitaba con fuerza.

— ¿Qué sucede Antonella? —. Volté rápidamente mi rostro al escuchar su voz

Relami mis labios nerviosa al ver a Di Marco mirándome fijamente.

— Nada, nada —. Me di la vuelta desviandolo

Pero me detuve de golpe al sentir como su brazo se aferraba a mi antebrazo.

— Tú no actúas así —. Su mano se aferraba a mi brazo

— ¿Actuar como? —. Sonreí incomoda

— Nerviosa, temblorosa, dudosa, miedosa —. Explico sin alejar su mirada de la mía

Trague saliva, desde que había llegado Axel a esta casa mi comportamiento había cambiado.

— No es nada Di Marco —. Quise alejar mi brazo de su agarre

— ¿Es por Axel? —. Su pregunta me hizo abrir los ojos de golpe

— ¡No, para nada! —. Exclame

— Tu actitud y comportamiento ha cambiado desde que él llegó —. Arqueó las cejas interrogativo

— Ya te dije que no es nada —. Sus preguntas comenzaban a irritarme

— ¿Te ha hecho algo? ¿Dijo algo que te molestara? ¿O quiso seducirte? —. Su mano se aferraba cada vez más a mi brazo

Sentía como mi pulso se aceleraba, podía sentir como sus dedos de hundía en mi piel como la marcaban con propiedad.

— No, no, no —. Inquiri molesta

— Solo que no se que me pasa, seguro es porqué estoy sola todo el día en esta enorme casa —. Rodé los ojos molesta

— Tú no quieres tener un hijo Antonella —. Replicó

— ¡Los hijos no lo son todo Di Marco! ¿De verdad crees que un hijo arreglaría esta soledad qué hay entre los dos? —. Alce la voz molesta

Mi cuerpo comenzaba a subir de temperatura, mi pecho subía y bajaba de cólera.

— ¿Por que no quieres tener un hijo conmigo? —. Pregunto molesto

— Porqué aún no me siento preparada —. Baje la mirada

— ¿Por que no te sientes preparada o por que somos hermanastros? —. Su pregunta me cayo como un balde de agua fría

— Eres un imbécil Di marco —. Lo mire con odio

Con fuerza y agilidad pude zafarme de su agarre, entre molesta a la habitación dándole la espalda.

EL PECADO DE AXEL (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora