» 𝚙 𝚛 𝚘 𝚕 𝚘 𝚐 𝚞 𝚎 «

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💊 » 𝚙𝚛𝚘́𝚕𝚘𝚐𝚘 « 💊

Hunter odiaba su vida. Odiaba la escuela, odiaba a su tío, siempre exigiéndole demasiado. Odiaba como todos parecían ser felices menos él. Por eso le había dado la espalda al mundo. Se resignó a ser lo que todos esperaban de él. La oveja negra, el desviado.

Era la cuarta pelea que tenía con su tío en esa semana. Normalmente a Hunter no le solía importar, estaba acostumbrado a ello, pero esta vez se le había ido de las manos. No recordaba  exactamente que era lo que había empezado la discusión, pero la situación escaló rápidamente. Belos no era de por si un hombre paciente, pero cuando perdía los estribos podía ser incluso peor. Le dijo que nunca llegaría a nada, que era una decepción para todos. Que si sus padres estuvieran vivos se avergonzarían de que su hijo fuera un inútil.

Hunter se fue de la casa dando un portazo, sin mediar más palabra. Un rato después se encontraba tirado en uno de los bancos del parque, envuelto por la oscuridad de la noche, un cigarrillo colgando de sus labios, tratando de que nadie notara como las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Por eso odiaba su vida. Odiaba lo desdichado que se sentía, odiaba como todo lo que le hacía feliz era arrebatado de sus manos. Hasta que se encontró con él.

-Hey amigo, todo bien?- Hunter alzo la cabeza para encontrarse con unos ojos ambarinos y una calida sonrisa. - Pareces un poco triste, puedo preguntar por qué?

- No creo que sea de tu incumbencia-  respondió dándole una calada a su cigarro. No había visto a ese chico en su vida. Por que se había acercado a él sin ni tan siquiera conocerlo?

-Lo siento, no quise entrometerse- el joven no se dio por vencido, y se sentó al lado del rubio. - Quieres venir conmigo y mis hermanas? Ellas están con unos amigos allí.- señaló a un grupo de adolescentes, de más o menos su edad sentados unos bancos mas allá. Hunter distinguió las que debían ser sus hermanas porque tenían el mismo color de cabello verde aguamarina que aquel chico. Se maldijo a si mismo por no recordad que era sábado, y seguramenge habría otros jóvenes que hablen salido de fiesta rondando por ahí.

-Estoy bien- respondió con un hilo de voz. No era cierto, no lo estaba, pero tampoco le apetecía contarle sus problemas a un extraño.

-Pero estas llorando...

Hunter se dio cuenta entonces de que sus ojos seguían llorosos, y se apresuro a secarse las lágrimas con las mangas de su sudadera

- Hey... Perdona si estoy siendo inoportuno o algo, pero... se que no pareces estar pasando un buen rato, y me sabe mal dejarte
aquí solo.- continuó el peliverde con voz suave. Sus ojos color miel miraban fijamente a los del otro chico. Hunter se quedo hipnotizado por unos segundos, perdiéndose en la mirada del contrario.

- Por qué te preocuparías así por alguien que no conoces? - murmuró bajando rápidamente la vista hacia su cigarrillo a medio acabar.

- Soy Edric Blight- el rubió se quedo un tanto desconcertado ante la respuesta- Lo ves? Ahora ya me conoces!

No pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa , por alguna razón aquel chico irradiaba una buena vibra inexplicable.

- Me llamo Hunter...- susurró

-Hunter... Que lindo nombre! Te ves muy bien cuando sonries, Hunter.

De nuevo, el aludido se quedo sorprendido ante el cumplido, pero aunque tratara de reprimirla, su sonrisa se ensancho al escucharlo.

- Gracias... supongo...

- Mi familia y yo nos mudamos aquí hace poco, así que es normal que no me conozcas- rió - de todas formas, se siente bien tener un nuevo amigo.

Amigo... Hacía tiempo que Hunter no era llamado "amigo" por alguien. Quizas fue esa nostalgia la que hizo que el corazón del joven se ablandara un poco.

Edric siguió hablando, de su familia, sus hermanas, como era el sitio donde vivía antes... Mientras tanto, el rubio solo escuchaba en silencio. Por un momento, se olvida de las palabras de su tío. Eso ya no era importante. No sabía cuando yo tiempo había pasado, una hora? dos? Hasta que las hermanas de Edric lo llamaron, diciéndole que tenían que volver a casa.

- Buenas noches- le dijo antes de irse- y no te vayas tarde a dormir.Y ten cuidado al volver a casa!- exclamó mientras se alejaba.

Hunter no sabía muy bien a quien acababa de conocer, y por que esa persona había mejorado su día de un momento a otro

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- Quien era tu amigo, Edric ? Lo conoces? - preguntó curiosa Emira mientras los tres hermanos volvían de vuelta a casa. Le hablo prometido a sus padres que volverían rápido a casa, así que más les valía apresurarse.

- Ah, te refieres a Hunter? Hasta hace un rato, no le conocía, pero como lo voy tan solo quise acercarme.

- Tienes que dejar de invadir la privacidad de otras personas, Edric - bromeo Amity 

-Hey, solo quería acompañarle! Se veía tan solo...

"Y triste.." quiso añadir. La duda todavía le carcomía. Por qué estaba llorando cuando le vio? Al principio se había mostrado tan arisco con él, como si estuviese tratando de ocultar su tristeza. Pero cuando le sonrió lo sintió como si fuera una persona totalmente distinta. Y por alguna razon, cuando Edric se fue a dormir, ya no podía quitar esa sonrisa de su cabeza.

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𝙰/𝙽: 𝚋𝚒𝚎𝚗𝚟𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘𝚜 𝚊 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚢 𝚙𝚛𝚎𝚙𝚊𝚛𝚊𝚛𝚘𝚜 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚜𝚞𝚏𝚛𝚒𝚛

» ᴅᴇᴍᴇɴᴛɪᴀ « | goldric ; hundric Donde viven las historias. Descúbrelo ahora