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𝚎𝚗𝚌𝚘𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛

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Y así fue como todo comenzo. Me maldije a mi mismo durante todo el fin de semana. Por qué? Simple, no pude quitarme de la cabeza a Edric durante todo el día. Me siento estúpido por encariñar me con una persona que a penas conzco, pero tengi que admitirlo, Edric me agrada. Es una de las pocas as personas que me ha tratado como un amigo, que ha visto algo bueno en mi. Y también, por alguna razón, la felicidad que irradiaba era contagiosa.

El domingo pasó y como era costumbre, toca volver a la rutina. Salgo de casa temprano, intentando no hacer ruido para no despertar a mi tío. A penas hemos hablado desde nuestra última pelea. Él se disculpó diciendo que no fue su intención decir eso. Pero se que que miente, se lo que había dicho y se que eso era exactamente lo que pensaba de mi.

Una caminata de quince minutos es suficiente para llegar al instituto. Una vez allí toca volver a sumergirse en una marea de adolescentes y finjir ser sociabler. Ugh. Antes de que empezaran las clases voy a mi taquilla para dejar algunos libros, pero justo cuando estoy a punto de quitar el candado alguien se me acerca por detrás, poniendo las manos sobre mis ojos.

-Quien soy? - canturrea una voz en mi oído

Mi primera reacción sería un involuntario codazo en las costillas, pero entonces reconozco esa voz cantarina

- Edric...?

-Bingo! -Exclama este mientras me abraza por la espalda, tan fuerte que siento como me quedo sin intestinos. Me quedo tieso como una estatua, sin saber como actuar .No soy demasiado dado al contacto físico - Como has estado?

-Uh...Bien

- No sabes cuanto me alegro de que vayamos al mismo instituto. El otro día me quedé con ganas de pedirte tu número. - me dice mientras me mira, risueño.

-Yo... también me alegro

-Te importaría enseñarme las clases?- pregunta mientras saca de su carpeta un papel con su horario- aun no me entero demasiado bien.

-Claro, que tienes ahora?

-Álgebra, creo

- Umh, creo que tenemos un par de optativas en común?

-En serio?! Genial! Vamos,Tenemos mucho que hacer! - exclama mientras me agarraba de la mano y tiraba de mi

[ * .° • 💊 • °. * ]

Durante el resto de la mañana, Edric se la pasó arrastrándome de un lado para otro como si fuera su perrito guardián, así que básicamente estuvo pegado a mi todo el día. Es extraño para mi, casi siempre estoy solo en los ratos libres, y tener a alguien correteando a mi alrededor es algo nuevo. Además, me fascina como Edric tiene una capacidad increíble para hacer amigos, y no es de extrañar, podría agradarle a cualquiera. Por eso, mientras él hablaba con nuestros otros compañeros yo preferí quedarme al margen. No había sido sociable en mi vida, así que tampoco iba a serlo ahora.

Cuando vuelve a tocar el timbre de la salida me apresuro a regresar a casa, pero por algún motivo esta vez Edric no aparece para acompañarme. Al principio no me doy cuenta, estoy totalmente acostumbrado a la soledad. Pero sigue pareciéndome extraño el hecho de que se desvaneció de un momento a otro. De todas maneras intento no darle más vueltas durante el resto de la tarde. Quizás simplemente volvió a casa con sus hermanas.

Ya  en casa, unas horas después de volver del instituto, mi tío me llama. Al parecer tenía que quedarse a hacer guardia en el hospital, y me pidió que le fuese a llevar ropa limpia. Para sorpresa de todos, lleva un
tiempo ejerciendo como médico. Sigo preguntandome como alguien tan seco como él podía trabajar cara al público y parecer agradable.

Resignado, cojo la muda y me camino hacia el hospital. No me apetece especialmente ver a mi tío. Supuestamente ya me ha pedido disculpas y esta todo arreglado, pero aún así el ambiente entre ambos sigue siendo tenso. Debo reconocer que aunque la mayoría de las veces me saque de quicio, siempre acabo sintiéndome un tanto culpable por enfadarme con él. Después de todo, es  el único pariente cercano que tengo después de la muerte de mis padres, y el único que me ha acogido. Es mi familia. La única que me queda. Por eso, cuando discutímos, logra que me viera como el adolescente malagradecido y caprichoso que el percibía en mi. Y eso sigue doliendo, pero quizás por apego, nunca tuve el valor de decírselo. Después de todo, sigo siendo un crio de diecisiete años.

Después de unos minutos, llego al hospital. Me acerco a recepción para dejar la bolsa, pero parece no haber nadie en el mostrador, así que ocupo un lugar en la sala de espera.

Estuve esperando un rato, hasta que vi algo que ni en mil años habría esperado.

Edric.

Esta saliendo de la que creo es zona de analíticas y estudios, junto con los que deben ser sus padres y uno de los doctores, y no cualquiera. Si no mi tío. Este le dice algo y unos segundos después Edric va a la sala de espera mientras sus padres y él hablan . En ese momento me ve, y se acerca a mi.

-Hey! - saluda mientras se sienta a mi lado.

-Hola... No esperaba verte aquí- respondo sin mucho afán

- Yo tampoco, que haces aquí?

- Mi tío trabaja en este hospital, me pidió que le viniera a traerle ropa limpia. Que hay de ti?

- Oh, tenía que hacerme unos estudios nada importante. Por eso hoy me desaparecí a la salida, tuve que irme antes. Perdona por no decirte, se me olvido - me explica, pero yo me quedo divagando. Nada importante? Han pasado casi dos horas desde que salimos del instituto. Cuanto tiempo habían durado esos estudios?

- No te preocupes - hago una pausa - Estas bien...? -Me sabe mal hacer esa pregunta, no soy la clase de persona a la que le guste entrometerse en la vida ajena.

-Uhm? Ah, lo dices por los estudios? Si, solo que a veces me mareo un poco y mis padres han exagerado en venir. Pero no te preocupes, seguramente sea una tontería.

- Claro...- pues si me preocupo

En esto veo como mi tío se acerca a nosotros. No se por qué, pero  me pongo  más nervioso todavía .

- Buenas Edric -dice con voz suave. Hasta parece una persona agradable. Mira que es doble cara. - Hunter, no sabía que os conocías.

- Nos conocemos desde hace poco, pero vamos al mismo instituto - contesta  Edric risueño

-Me alegra oír eso, Hunter no es demasiado extrovertido, y no le vendría mal hacer amigos. Estoy seguro de que estar bien contigo.

- No lo ponga en duda!

Incomodidad . Es lo único que puedo sentir en este momento. Es muy extraño ver a mi tío siendo... Amable?

-Gracias por venir, Hunter - dice mientras coje la bolsa y me revuelve el pelo. Ver a mi tío ser cariñoso conmigo delante de los demás es algo que nunca soportare. Actúa como si fuera mi padre, pero luego es una persona totalmente distinta

-Nos vemos mañana - se despide Edric. Vuelvo a fijarme en sus ojos y como se entrecierran  cuando sonrie. También me doy cuenta de que tenía hoyuelos.

-Si... Cuidate mucho. - inconscientemente, yo también sonrio.