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𝚐𝚞𝚒𝚕𝚝

• 𝙾𝚖𝚗𝚒𝚜𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝 ;

- El chico está en coma - murmuró Camila, sin que su voz dejara de temblar. - L-no hay nada más que nosotros podamos hacer por el momento, lo siento mucho.

La noticia cayó como una fría losa sobre los dos presentes y Alador la sintió como si fuera una patada en el estómago.

Su hijo, su niño, ahora estaba postrado en una cama de hospital mientras su vida se agitaba lentamente. Si tan solo hubiera llegado a tiempo. Si tan solo lo hubiese ayudado en vez de discutir con su esposa.

No dijo una sola palabra, en cambio se hundió en su asiento mientras se castigaba a si mismo internamente . Se castigaba por todo el tiempo que no había pasado con su hijo cuando él lo necesitaba. Se castigaba por todo el tiempo que ya no podría pasar ni ahora ni nunca más ¿ Cuantas veces habría estado Edric de niño solo en el hospital, conectado a una vía mientras hacía todo lo posible por luchar por su vida ? ¿ Cuánto habría esperado a que su padre apareciera para consolarlo ? Cuanto lamentaba no haber estado allí, pero ya no había nada que pudiera hacer para arreglarlo. Ahora que si que podía estar con su niño, este ni siquiera estaba consciente.

- N-no... No puede ser. - escuchó tartamudear a su hija - Ed no... Ed no puede estar...- Las palabras seguían muriendo en sus labios por muchos intentos que hiciera para lograr decir una frase completa. Miró a la enfermera, buscando en ella alguna posibilidad de que aquello solo fuera una broma. Que en realidad su hermano estaba bien y pronto volverían a casa juntos. Pero al ver el dolor de Camila supo que no estaba bromeando. En su rostro solo había lástima ante la desesperación de la muchacha. - ¿ Va a estar bien ? - Se atrevió a preguntar, aún abatida.

Los labios de la mujer se torcieron en una mueca de amargura.

- Podría despertar en poco tiempo - musitó con un hilo de voz. - O puede que le tome unos cuantos días más.

O puede que no despierte nunca. Era también una posibilidad, pero sabía que si decía eso, rompería las pocas esperanzas que la chica aún podía albergar.

Emira sintió como si alguien estuviera sosteniendo su corazón en un puño, estrujándoselo hasta romperlo. Durante todo ese tiempo había tenido que soportar ver como lentamente su hermano se desvanecía ante sus ojos, como su energía se perdía y su esencia se marchitaba a medida que la enfermedad se lo iba tragando. Y ahora tenía que afrontar eso.

Habría sido capaz de dar su propia vida con tal de hacer que Ed se pusiera bien. Cualquier cosa con tal de volver a verlo sonreír una vez más.

Poco a poco, el monstruo de la culpa también la fue atrapando. "Si tan solo me hubiera quedado en casa esto no habría pasado " se reprochó mientras apretaba con más fuerza los pliegues de su suéter empapado "Si hubiese estado allí podría haberlo evitado, podría haberlo tranquilizado y entonces no estaríamos aquí"

Pero ya era muy tarde como para arrepentirse o tratar de volver atrás. Su gemelo estaba en coma. Y había una gran posibilidad de que estuviera a punto de perderlo para siempre, de que nunca pudiera volver a escuchar su voz, su risa, sus tonterías...

La frustración y la ira se concentraron en ella, consumiéndola como si fuera la mecha de una vela. Tenía ganas de gritar, de echarse a llorar allí mismo. Pero hasta el nudo de su garganta se había quedado paralizado.

¿ Por qué ? De entre todas las personas ¿ Por qué su hermano ?

Sintió como la mano de su padre se posaba sobre la suya, sosteniéndola y dándole un apretón cariñoso. Ella la agarró con todas sus fuerzas, como si fuera una única esperanza a la que aferrarse.