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" 𝚠𝚎𝚒𝚛𝚍 "

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Durante todo el camino hacia el instituto no dejo de darle vueltas al extraño comportamiento de mi tío. Nunca le había visto llorar. Ni siquiera él día de accidente, cuando le dijeron que mis pares habían muerto. Si en algún momento derramó alguna lágrima por su hermano fallecido no fue delante mío, desde luego. Desde el momento en el que recibió la noticia hasta ahora su expresión se ha mantenido igual de frívola y gélida. No ha dado una sola señal de ser capaz de manifestar sentimientos humanos.

Hasta ahora.

Todo era tan raro. La forma en la que actuaba, casi con melancolía y un lejano rastro de tristeza- Se puso cariñoso conmigo de repente, como si no acabásemos de tener una pelea. Eso en especial es lo que más me sorprende. Normalmente, cuando discutíamos por cualquier estupidez, solíamos ignorarnos el uno al otro hasta que a uno de los dos se le olvidara el tema o hasta que tuviésemos que interactuar por fuerza. Jamás se hablaba del tema o se intentaban arreglar las cosas. Tampoco es como si me hubiese pedido disculpas o algo así, pero había hecho más de lo que hacía habitualmente. De lo contrario, simplemente se limitaría a lanzarme ocasionales miradas de desprecio o a solo ignorarme en el mejor de los casos.

No vuelvo a pensar más en el tema en cuanto llego a clases y me encuentro con Edric. Me gustaría decir que es por la alegría de verle, pero me doy cuenta enseguida de que también hay algo distinto en él.

Donde solía estar el chico risueño e inquieto que conozco, ahora hay alguien que, aún con su apariencia no se parece en nada al Edric que conozco. Sus ojos almendrados, antes vivos y despiertos están perdidos en algún punto muerto de la habitación, con la mente en otro lado y en completo silencio, cuando usualmente estaría hablando con cualquiera que se le cruzase.

Entro en clase, me siento a su lado y sigue sin decir nada. Ni siquiera se ha dado cuenta de que estoy aquí.

Una punzada de angustia me atraviesa el estómago como una lanza afilada. Algo va mal.

Casi sin pensarlo, me giro hacia Emira, quien nos observa a los dos desde su asiento. Alzo una ceja y le lanzo una mirada como si estuviese preguntándole "¿Sabes por que está así? " Ella se encoge de hombros, respondiéndome que tampoco lo sabe, pero también se le nota preocupada al respecto.

Me acerco un poco más a él, sentándome de lado en la silla y alargo la mano para revolverle el pelo con cariño, con el objetivo de que repare en mi presencia. Tan pronto como lo nota, despierta de su trance y me mira, encontrándome de nuevo frente a sus ojos tristes.

- Empezaba a pensar que no me verías nunca - bromeo, aunque creo que puede adivinar que estoy inquieto.

- Perdona, no te vi llegar - murmura, esforzándose por esbozar una sonrisa, lo cual es aún más abrumador, porque Edric jamás se esfuerza en sonreír, simplemente lo hace todo el rato.

- ¿Estás bien? ¿ Pasa algo ?

Él niega con un leve movimiento de cabeza, pero ese rastro de tristeza sigue presente.

No vuelvo a preguntarle a cerca del tema, pero durante la clase me atrevo a tomar su mano por debajo de la mesa y entrelazar nuestros dedos. Le doy un suave apretón, para que sepa que estoy ahí.

El me mira de reojo, esbozando una sonrisa lastimera pero igual de dulce, para luego besar el dorso de mi mano.

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